miércoles, 9 de agosto de 2017

¡LO SIENTO!/A Sandra (45)

¡LO SIENTO!/A Sandra (40)

No deseo ni pensar
en el sentimiento de una joven madre,
todo parecía perfecto
¡hasta podía tocar las nubes con sus dedos!

Había florecido en su jardín otra flor pequeña
y tomaba de sus pechos,
pero en un segundo
 la nube gris ocultó todas sus alegrías,
la enfermedad se empeñó,
se ensañó en su juventud y belleza.

¿Por qué?

 Ni siquiera sabemos la respuesta,
porque cada uno de nosotros se irá en un parpadeo
sin hacerle preguntas a la vida,
porque la muerte viene sin máscaras
y se aferra de todo lo amado
para darnos lecciones fuertes.

¿Qué es la nube más que la lluvia de ayer?
Pero siempre digo:
¡Dios, que sea leve!/ pero no lo será...

Lloverán lágrimas de sangre
y los corazones estarán compungidos,
sin que la tristeza se vaya jamás.

Sucede que el cardón está en flor
pero el desierto ni lo imaginó,
 el gorrión se aferra de sus espinas
 y canta con la dulzura del que se va.

Ahora, las rodillas se doblan
¿Lo olvidamos ayer?

La enfermedad nos acerca
y nos proclama seres humanos.

La altivez no existe,
el orgullo desaparece
y nos queda lo más grande:

Estar con Dios.


Raquel Rueda Bohórquez
09 08 17