sábado, 12 de abril de 2014

BUSCANDO A DIOS


Imagen: Internet


BUSCANDO A DIOS... 

Dios, quisiera ver la película en español, pero negar su existencia, sería como negar la propia... ¿qué somos?, una brizna de sol, o un pedazo de Él, esparcido por el universo, bueno o malo, pero para pulir aquí, y regresar al brillo primero de todo lo que existe.

Flores que vuelan, que se sostienen a un árbol para nacer, dar fruto y morir, renovándose de nuevo, prisionera de sus raíces...

¡Claro que existe!, ¿o acaso tus ojos no son esos cristales, por donde penetra el alma, y tu lengua no puede ser así mismo espada o alivio?

¿Cómo negar a Dios?, nos estaremos negando nosotros mismos, seres mortales tan cambiantes, falsos, mentirosos, abusivos, criminales, de todo lo malo, o todo lo bueno que escojamos para nuestra vida.

Y así... ¿qué camino buscamos?, si quiero odiar, para eso tengo mi lengua y un corazón lleno de veneno, alimentado por el espíritu que deseemos, pero si buscamos a Dios, él es el más puro amor, en su esencia más clara y transparente, por eso es que no lo podemos ver, pero sí lo podemos sentir, en cada suspiro de brisa que llena nuestros pulmones...

¿Tienes miedo ahora?, sólo perdonar, iniciando por perdonarnos a nosotros mismos, doblar las rodillas no vale, si no hay un corazón contrito y humilde ante su voluntad, que lluevan rayos y centellas, que se abra la tierra, y aquí todo sabio y científico mirará al cielo, implorando que se calmen los ruidos de la noche, y aparezca el sol con traje de oro vestido, como un verdadero rey de reyes.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 7/14



NUNCA ADIÓS

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BRINDIS

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HORMIGA

HORMIGA

Sobre una rama,
la hormiga pensaba:
¿será que mi alegría
está un poco más arriba?,
aquí todas las hojas están secas
y abajo,
ya las devoraron...

Con el pensamiento elevado
se fue la hormiga más amada,
y un ramo de blancas flores
en un naranjo la esperaba.

Pero se fue, hacia un hormiguero
el fin para lo que fue creada,
y las hojas verdes fueron hongos
que con los sudores del día
brotaban.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 11/14


Foto: HORMIGA

Sobre una rama, 
la hormiga pensaba:
¿será que mi alegría 
está un poco más arriba?,
aquí todas las hojas están secas
y abajo, 
ya las devoraron...

Con el pensamiento elevado 
se fue la hormiga más amada,
y un ramo de blancas flores
en un naranjo la esperaba. 

Pero se fue, hacia un hormiguero
el fin para  lo que fue creada,
y las hojas verdes fueron hongos
que con los  sudores  del día
brotaban. 

Raquel Rueda Bohórquez   
Barranquilla, abril 11/14
Internet





VIENDO EL MAR

VIENDO EL MAR

10 de abril de 2014 a la(s) 8:44
Me dejaste viendo el mar

insondable azul con olas bailarinas

y en el silencio opacado por mi ventilador

tal vez el lloro de un canto prisionero.



Y me quedé esperando tu estrella,

¿a quién cansaré con mis gemidos?.

En la cúspide, en el pico de la más alta

cuando arriba de todo, un segundo permanece,

la vi, casi que de blanco traje vestida,

a la más dulce de las olas del día.



Pero me dejaste viendo el mar…,

y en él quise hablarle a una estrella

que sin respuesta parecía brillar,

pero se escondió en mis lágrimas

en el temblor que parecían tener,

y se fue mi estrella dorada  a esconderse

en un pequeño nido que le resguardaba

cerca de mi corazón.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 10/14


Sonia

Tan cerca de mí estás, que no hay temblor cuando te pienso, 
puedo rozar tus alas con las mías,
 y encender una hoguera al instante.

BUSCANDO FELICIDAD

BUSCANDO FELICIDAD

11 de abril de 2014 a la(s) 6:36

Un ave es tan feliz, 
¿qué le pide a la vida más que un árbol?, 
danzando va, aunque haya lluvia, 
y danzando se aleja en medio de cantares.

Fui a tu ventana

pero ella estaba cerrada para mí,

felicidad quería huir y corrí  hasta la montaña.



¡Felicidad!, grité mucho, 
hasta en el silencio la busqué,

el grito traspasó fronteras, 
mi propia pared.


Hice el ridículo una y otra vez,

me reí de cada locura, pero insistía,

ella tenía que estar en algún sitio

y seguía corriendo.



¿Estás en la negra mirada de sus ojos?

¿Te has escondido en la cascada para ir al mar?

Más ella no respondía, 
y pasaba sin mirar…



¿Qué  tantas propiedades tiene un ave?

¡Es tan feliz así!,
 la escucho siempre trinar,

y de rama en rama picotea

de flor en flor contenta permanece

adornando el mundo sin enterarse

amando sin medida 
sin conocer la razón.



Hasta las hojas secas son felices.

Me di cuenta que felicidad estaba ante mis ojos

¿Para qué buscarla donde nunca le hallaré?.


Decidí que entre los mininos abandonados

los que ayer corrieron y me vieron a los ojos,

eso que vi en ellos era felicidad,

pero lo mío fue dolor…



Tal vez nunca sea hallada, 
pero ellos felices son.

¿Eres un bebé abandonado?
¿Quién tuvo ese mal corazón?

Esperando de la lluvia y el sol, 
bajo una débil rama

regresé a casa de nuevo intranquila:

¿Es acaso felicidad éste eterno llorar?



¿En dónde estás?...
Viendo hacia el bosque lo pregunté.

Las hojas danzaban un vals, 
y los toches tejían con amor un nido.

Perlas blancas se ocultaban del hombre

y felicidad hizo ronda ante mis ojos

antes de ser hallada.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 11/14




SÍ, AHORA

SÍ, AHORA...

12 de abril de 2014 a la(s) 11:59
Cuando del bosque las flores amarillas

y de éste loco corazón una quimera…



Sí, ahora, cuando me enternecen las flores

me cautivan los rojos encendidos como hogueras,

el  trino de un ave, una gota de rocío…



Descubro que las flores mínimas son las más perfumadas

que las grandes tienen la gracia de ser vistas,

y las hojas secas se pisotean a diario…



Sí, ahora, que el aleteo de una mariposa

se antoja para mí en ser tu boca,

y el  levantar vuelo las palomas me pacen almas

que han dejado una cárcel, para escaparse al cielo.



Ahora que una flor abre  sin ser primavera

y las cascadas, se me antojan en millones de granos de arroz

que en desbandada caen…



Yo flor de loto, oculto el rostro bajo un lago oscuro

y la belleza descubro cuando estoy a solas…



Entre amarillos y rojos la vida se oculta

llegando los negros a ocupar el espacio,

pero ahora… un suspiro de hojas verdes en la llanura

invitan de nuevo al poeta, a declamar un verso.



Un espejo de agua clara, un ave  retozando en ella,

¿no es mágico estar aquí?,

aunque un muro sin enredadera sea el mío

sólo el vacío ocupa la brisa, pero es ahí, en donde brota la vida

y son espacios pequeños para consultar con el corazón,

buscando respuesta entre las hojas secas y su palidez.



Las abejas roban  miel  de sus flores

el oro cubre sus pies para devolver honores,

un mundo nuevo cambiante, esperanzador,

la blanca flor se vistió de violetas,

y las gotas de rocío como esmeraldas vivas

corretean por las hojas, como niñas felices.



Pero  ahora ya no existe…,

se ha ido entre las cometas grises

que corren veloces, sobre las montañas.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 12/14



Fue la roca, quien regaló su fuerza, y su paciencia, se transformó en un amor multiplicado por días y segundos de callar y llorar, pero también, de bendecir los días de lluvia, y los de intenso verano, que los unieron...
Fue la roca quien regaló su fuerza, y su paciencia, se transformó en un amor multiplicado por días y segundos de callar y llorar, pero también, de bendecir los días de lluvia, y los de intenso verano, que los unieron...

CANTA GORRIÓN

CANTA GORRIÓN L1R

12 de abril de 2014 a la(s) 13:24
Algo le sucedía  a mi  gorrión

no estaba igual que otros días,

aunque su canto no era de ruiseñor

ni de alondra, era único.



La sencillez de sus ocres

lo hacían parecer una hoja ,

la pequeña hoja que en vez de caer

se elevaba siempre entre las ramas bajas.



¿Qué tienes mi gorrión?,

también estoy triste ahora

depresión acude  siempre

me acosa, me persigue,

me deja pequeños ramitos violeta

que me recuerdan el pecho de mami.



Punzantes heridas, viejos cantares…,

pero ella también fue gorrión,

y un día, cuando en un segundo cerré los ojos

al voltear a verla, se había ido…



Imaginé que le crecieron las alas

sólo descansaba bajo una roca

sólo eso… y al abrirlas de nuevo

era un águila, volando hacia su mágico sol,

en tanto, un manantial se había formado

dentro de un lecho reseco y triste

que inundaba mi vida de pesar.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 12/14



Te vi bajo la lluvia, caminando entre las hojas secas, te vi cuando  el rocío de la mañana besaba tus plumas y volaste también cuando eran mis ojos, quienes lo hacían.
Imagen: Internet

Te vi bajo la lluvia, caminando entre las hojas secas, te vi cuando el rocío de la mañana besaba tus plumas, y volaste también, cuando eran mis ojos, quienes lo hacían.