viernes, 19 de agosto de 2016

MENSAJES CHANTAJE (19)

MENSAJES CHANTAJE (19)

¿Por qué razón ponemos condiciones a Dios?, Él siempre está, el día está lleno, está inundado de su amor. El ser más despreciable será escuchado, y el más pobre será lleno de su bondad.

¿Por qué razón condicionamos el amor de Dios si Él es como un manantial?

Me acaba de regalar otro milagro, y éste milagro es despertar, poder escuchar ésta música maravillosa y sentir la vida como una llama que arde por dentro, desea salir al exterior, quiere brillar si puedo verte, desea ser resplandor si nos podemos abrazar.

Muchos mensajes chantaje hay en Facebook y la verdad me caen gordos: “Si crees en lo que Dios te acaba de decir, escribe amén y comparte a 20 personas”, o “Dios es la rama de olivo que acaba de caer a tu ventana”. Si lo crees escribe amén y comparte, o si eres mi amiga en realidad, debes escribir amén y compartir en tu muro…

Así nos condiciona el hombre, y ésta vaina sí que aburre, para Dios somos su obra, siempre inventamos cosas sobre Él, a veces creo que Él vive en nosotros y nos pide que hablemos, pero en verdad no son nuestros dedos los que se mueven y no es nuestra boca la que habla, de alguna manera nos utiliza como nosotros utilizamos al resto de personas, ¿y entonces?, ¿me lo creo o no?

Para mí, Dios es todo ruido de brisa en medio del paisaje más verde y es Él en medio del paisaje, el árbol más frondoso como uno solo, siendo el gajo que contiene todas las flores y todos los aromas que nos circundan.

Es el amor invisible que nos toca y nos respira por dentro y por fuera, penetra profundo en los pulmones y nos lleva en alas de cóndor en medio de un sueño corto y manso, bajando por la cuesta, como una gran cola de caballo blanco para elevarnos luego en el silencio dulce de la bruma.

Dios es el vagabundo en la calle con hambre, son esos ojos que nos ven con desespero, es el niño feliz tomando teta de la madre que la ve con ojos de ladronzuelo, y con su media sonrisa nos llena de júbilo y alegría.

Dios es la madre que abraza y el hijo que consuela, el hermano que ayuda y la vecina que nos regala el favor de su simpatía.

¿Quién es Dios?, cierto día lo preguntaba en mi angustia y levanté el rostro desde el baño pequeño de mi alcoba, sin ventana, para ver el cielo cada mañana, un día muy triste, siempre estoy un tanto deprimida por algo, no soy la más noble pero tampoco me creo la más santa, pero soy demasiado sensible a lo que ocurre en el mundo y a la gente, ¡en fin!, dialogué con Él, viendo al sol que cambiaba de colores cada vez que abría los ojos, luego los cerraba para verlo de nuevo y admirar que no se quemaban las pupilas.

¿En dónde estás?, ¡si me escuchas, si existes, por favor muéstrate ahora, dime que no eres una mentira!, y en mi arrogancia veía el árbol del vecino que fue derribado hace poco y en un impulso disparé la cámara sin ver.

Lo visto luego, llenó mi corazón de esperanza…

¿Cómo puedo ver un ramo de flores en medio de la luz del sol que se colaba entre las ramas?, me lo creí y me lo creo ahora: Dios es todo lo que tus ojos ven, y si tienes un espejo frente a ti, seguro lo verás a Él en tu mirada, porque somos tierra de su tierra, carne de su carne, fuego de su propio fuego.

Raquel Rueda Bohórquez
19 8 16





EL BICHO DEL AMOR (20) (R)

EL BICHO DEL AMOR (20) (R)

¿A quién envías tu amor?
El mío vuela siempre hacia ti,
Pero tiene alas cortas.

Un día de estos se crecerán,
 Pero si no sé a quién envías tu amor,
Serán como éste día: de cristal...

Han podado el pino de nuevo,
Pero en el rincón de los sueños
Ha quedado una frondosa rama
En donde se crecen los ideales
Y la vida retoña en sus picos abiertos
Pareciendo las más dulces flores del campo.

Tu amor es una lágrima en una hoja;
Tiembla un poco, refleja el paisaje:
Mi propio árbol, y ya es una joya,
Un diamante lleno de fantasías
Como éste sentimiento de hoy
Que aroma a ti en otra mañana.

Si tu amor es para mí,
La música será dulce;
Parecerá la flor abierta para el colibrí
Que guarda en su cofre toda la miel
Que se donará luego a otros
En sonrisas y dulces letras.

¿Sabías que el bicho del amor me ha picado?

El corazón está inflamado,
Los ojos parecen estrellas en el firmamento
Buscando la luz de los tuyos
Perdidos y ausentes de mí.

El amor no se interrumpe,
Es algo así como la brisa
Que mueve al mundo sin verlo siquiera,
Y nos lleva entre sus alas invisibles
Un día cualquiera.

Raquel Rueda Bohórquez
19 8 16







ACERTIJOS DE OTRA MAÑANA (21) (R)

ACERTIJOS DE OTRA MAÑANA (21) (R)

Si eres tú el amor, ¿por qué entonces duele?

Ha despertado la mañana conmigo,
El mar está en calma y escuché la voz del ermitaño:
Un paso adelante, otro atrás, /tiene miedo del mundo
Pero lleva la dicha de su casa en préstamo.

Hoy. alguien donará una más grande y amplia
Y será ahí en medio de tu corazón,
En donde al fin será feliz.

El amor es el motivo más dulce de todos;
Algo así como abrir los ojos
Y lo primero que sintamos sea la vida,
Lo primero que escuchemos sea un ave cantando,
Lo primero que advirtamos sea el dulce perfume
De una rosa blanca sobre la mesa.

Si eres tú el amor, ¿qué te impide nombrarme?
Cada día deseo alejarme de este sentimiento,
Pero luego despierto y me digo: ¿por qué razón?
Si estás aquí, no fue mi culpa ni la tuya,
La providencia trajo un día la voz de una gaviota
Y su voz se volvió una canción bailando en un poema.

Eres lo más dulce dentro de miles de días
En que buscando nada, te hallé en medio de lágrimas.

¿Eres tú el amor?, o nos hemos inventado un juego,
Porque si es así, ya eres el dueño de mis fichas
Y te doy por ganado mi corazón, ¿pero y el tuyo?

¿A quién pertenece tu sentimiento?
Adivino aquí o allá y veo tantos rostros de mujer,
No te imagino riendo de mí, jamás te he visto como el arlequín
Pero sigo preguntando: ¿Para quién son tus melodías?

Tus hojas secas son inalcanzables, nada puedo escribir en ellas,
Tal vez si el destino con su rara brisa, las acercase a mi ventana
Y entre los dos formemos ese gran libro con cada poema
Que en medio de la fiebre y ausencia de sueño, nos escribimos
Sin tener la real certeza de que sean como rocas pequeñas
Que nos lanzamos, en ese río que inunda el pensamiento,
Cuando desnudos nos vemos a los ojos,
Y en ese brillo, nos hallamos al fin,
Pareciendo amantes que en silencio se aman,
Y en ese mismo silencio conjugan el verbo
Sin que nadie lo adivine, ni se entere.

Si eres tú el amor, ¿cuándo despejarás esta duda?


Raque Rueda Bohórquez
19 8 16