viernes, 22 de marzo de 2013

ÉSTA NOCHE [14]

ÉSTA NOCHE [14]

Sé que esta noche estás bailando,
otros brazos te acarician,
y otros labios te besan,
pero en ti cada segundo pensando,
anhelando una  isla solitaria
con cualquier sonido extraño que llegue,
con la música que advierto de violines y campanas,
de sudor y gemidos plebes, en medio de mis ganas.

Así se presenta el día, con noches eternas.
Tengo un poco de rubor al escribir,
pero empiezo a ver a tus ojos y descubro mi brillo en ellos.

La  timidez se quiebra con un poco de vino,
luego al roce leve de tus piernas,
y mis manos se vuelven tórtolas en su nido.

La complicidad nos acerca,
las niñas se volvieron grandes.
Hacia el deseado vicio de estar en ti
soy semilla en dulce fruta.
No hay espera;  te veo dos, tres, y cuatro veces…

Te multiplicas en mis sombras, pero sé que eres uno;
comienzo a reír alocada y busco tu falo amado,
desnudo tu piel y me sabe a chocolate, tiene su color,
sabe a duna ardiente besada por el sol,
entonces no sé de mí, sólo sé que te quiero.

Deseo beberte completo y tomarte todo;
mis otoños me descubrieron deseándote,
en éste último deshoje, antojada del pecado,
de la condenación en pailas infernales
donde el amor al fin se da,
pareciendo miel en su panal.

Aquí estoy amor…
Quiero seas afín a mí, te quiero sin compartir,
¿no es acaso así éste sueño?,
¿una copa para dos?

Cascada  de vida que se antoja de la montaña
para caer presurosa, y entre gemidos consumir las rocas;
besarlas, acariciarlas, entregada sin freno,
es una gran serpiente mansa y fuerte
que domina, como el adiestrador a su fiera,
y me penetra, pareciendo colibrí en una flor.

No queda nada,
cierro los ojos ante el sonido de tu pecho;
¡el mío es una locura!, cascada de todos los colores
besos ardientes, mordiscos llenos de pasión,
rojos encendidos…

No sé de mí, la demencia es una exquisita locura,
la de amarte y ser tuya ahora, ¡siempre!,
olvidar el pasado triste y lúgubre que me robó la vida,
para soñar, antes que la última hoja de mi árbol desaparezca
y se esconda en el fondo del mar,
por una eternidad…

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 23/13 23:13 PM.

MI PERLA NEGRA [15]

MI PERLA NEGRA [15]

¿En dónde estará la perla negra?
¿En una ostra en el fondo del mar?
¿Sobre una roca fuerte, besada por las olas,
donde el azul le hace navegar?

¿En dónde está mi negro palomo?
¿Sobre el tejado de la vecina o en otro alar?
¿Por qué no quieres arrullarme?
¿Por qué no le susurras a la triste paloma,
a esta blanca niña que te sabe amar?

¿En dónde estará mi potro salvaje?
¿Mi potrillo de sangre azul y fuertes caderas?


Sobre su pecho de encendida flama
morir quiero hoy, ¡o tal vez mañana!...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 19/13

SOÑANDO [16]

 SOÑANDO [16]

¡Que trajín tan bello es el amor!
¡Qué dulce destilan las flores!
Las abejas de mi panal quieren volar,
mis ojos desean llorar...

¡Qué almíbar eres, amado mío!
Mi cielo es para ti, el tuyo quiero poseer,
delicias son tus manos sobre mis pechos,
déjalas como río violento caer.

¡Qué bello padecer por el amor!
Mágico soñar en una isla desierta
volando hasta tu lecho,
desnudar mis ojos en los tuyos
y cerrarlos para de ti beber.

¡Qué oración emborracharme de placer!
Pecado tan dulce es soñar
que tus piernas son mi enredadera,
y mi cofre es la flor que apeteces tomar.

¡Qué rico!... ¡qué delicia el placer!
Que pecado no sentirlo,
¡qué tristeza no soñar con él!...

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 20/13

SIN FRENO [17]

SIN FRENO [17]

No le pongas freno a tus pensamientos,
déjalos volar sin importar;
a ratos es lo único que tenemos
a veces es lo que se nos da.

Déjame correr como una potranca salvaje,
¡qué blanca es mi piel!,
anhelo se dore con la negrura de la tuya
sobre un inmenso pastizal a reverdecer.

¡No digas nada!,
déjame soñar que es mía toda la cuesta,
mío el cerro de tus pechos;
mías tus dos pequeñas flores,
míos tus labios,
en donde calmaré mi sed.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 20/13

ESPERARÉ [18]

ESPERARÉ [18]

Con la paciencia de las rocas 
el empuje de mi brioso corazón;
con mis ancas deseosas; 
y mis ojos ardientes.

Así  estaré cada día;
esperaré el oro derretido
tesoro de tu amor en el mío,
la plenitud de ser o no ser.

Cual río caudaloso buscaré tu rivera,
iré por la cuesta aprisa, sin miedos;
tomaré de tu talle una primavera,
y de tu vientre, ¡la fuerza del querer!

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla, marzo 21/13

ES UNA ROSA [19]

ES UNA ROSA  [19]


En un jardín,
donde abundaban violetas, te hallé,
tenías un olor especial entre todas;
alma pura y cristalina,
unos ojos, tus ojos,

eran la inmensidad de las praderas.

Decidí que eran tuyas, eras tú, era yo;
elevé la mirada para decir: Gracias,
gracias Señor por mi madre hermosa,
por tu vida y la mía;

y por los retoños que advierto
lejos, ¡muy lejos!,

más allá del sol…

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla, marzo 20/13

MIS JACINTOS AMADOS [20]

MIS JACINTOS AMADOS [20]

¿A dónde van mis Jacintos?
¿Qué cielo azul cubrirá sus alas?
¿En qué cascada cristalina se bañarán?

¡Vuela!, ¡vuela muy alto amor mío.
Navega sobre las olas, descansa en la dulce roca,
en la cúspide de la montaña donde el águila reposa. 

Allá, donde no existe vanidad, ni odios, ni envidia;
en esa luz que hacía voltear tu rostro en vida
y bendecir cada pluma caída,

cada hoja, cada brillo.

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla, marzo 20/13

FRENANDO [21]

FRENANDO [21]

No quiero poner freno a mis labios,
¡qué desbocada potranca soy!,
de nuevo veloz por la cuesta
pero cuando te veo, un resoplido doy.

¡Qué bello día, pleno en amaneceres y ocasos!
Escucho el mirlo cantar,
rebota la corriente altanera,
y una enorme ola me impulsa a trotar. 

¡Qué bello amante eres!
Sin importar que seas de ilusión,
dulce caballo de mirada ardiente,
eres una flama que se enciende 
y no apaga el ciclón. 

Quiero ver contigo una madrugada
observar una salida de sol,
mágicos sueños tiene la vida
no es la muerte mi razón.

Y un relinchido me llama,
levanto el rostro y ahí estás;
todo lo tienen tus ancas,
tus ojos son mi noche,
tu boca, mi alivio y mi paz. 

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla, marzo 21/13

A LO LEJOS [22]

A LO LEJOS [22]

Levanto la mirada para verte,
mis sentidos para olerte,
mi corazón para sentirte.

Eres rumor de corriente ajena,
sé que no eres mío, ni de ella,
eres del sol, de la primavera.

Eres amante mío,

de la noche…
De los tejados ajenos,
del maullar de las gatas
que de a poco de mí te alejan.

Eres del dorado infinito
de las flores de la primavera;
de las oraciones perdidas,
de la luz de otros ojos
y del ardor de otras piernas.

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla/marzo 22/13

ENTRE GIRASOLES [23]

ENTRE GIRASOLES [23]

Aquí estás mi negro azabache
tan lejano y tan cercano,
tan mío y de todas.

Levanto como ellos el rostro,
le pido al sol su tibieza
y al amanecer,

el brillo de un nuevo día.

Abrazo de tu cuello un relinchido,
el lustro de tus ancas me llama,
la luz de tus ojos me enajenan.

Paso mis labios por los tuyos;
ansiando la brisa te lleve
del alma mis suspiros. 

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla, marzo  21/13

TU OLOR [24]

TU  OLOR [24]

Hueles a limonar en flor,
te siento en todo
tiembla todo, arruga todo,
enterneces hasta mi calor.

El cantar de los grillos
las luciérnagas de tus ojos, los cedros,


los pinos y su olor majestuoso...

Tengo tu olor en mí,
cada noche es un martirio,
pero hoy no pido más  auxilio;
te vi pastar cerca de un lago
tan manso cual mis sueños,
tan dulce como mi desnudez.

¡Quiero volar, deseo correr!...
¿Quién detendrá mi marcha?
¿El lucero que pasa,
la voz que me impulsa;
éste corazón de cascada
que se fundirá con el mar?

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 22/13


ANOCHE [25]

ANOCHE [25]

Descubrí anoche que eras mío
cuando de las estrellas su brillo,
y la luna muda y bella
con el suspiro de la brisa
bailaba con las palmeras.

A lo lejos, sobre una roca,
extendidas mis alas
abierto mi corazón,
del acantilado adiviné sus filos,
la vida dentro y fuera del mar
con sus preciosos sonidos.

¡Anoche vi tantas estrellas!
Se juntaron en tus ojos
preñando de ardor los míos,
y en el rojo encendido de mi sangre
un volcán estalló…

Comprendí el don de la vida,
desafié tormentas y  rayos,
descifré su magia y exquisitez.

La gracia de sentir, de dar y recibir,
¡tan dulce cerrar los ojos!,
perdida, ausente, desvanecida,

siendo tus labios en los míos
la más deliciosa orgía. 

No era tal la oscuridad
sólo brillo, pequeñas luces y colores,
en una corriente de fuego


que sube y baja por las entrañas
al descubrir la felicidad.

Sí anoche, ¡qué divina e inigualable noche!,
me vestí amor mío con tu piel,
tan negra como tus ojos, ¡tan suave como la miel!,
y soñé que un lucero cumplía todos mis anhelos,
¡hasta que desperté!...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 20/13


NOSTALGIAS [26]

NOSTALGIAS [26]

Un sueño navega en un lago
un cisne, un lirio, una flor;
en mis ojos un cielo estrellado
que musita palabras de amor.

La nostalgia hizo nido en mi pecho
se ha quebrado una blanca flor;
¡es tan linda que me la robó el cielo!,
tan cantora como un ruiseñor.

Y aprisa, vuelan las garzas

en extendidos espacios,
en infinitos azules…

 Ayer la vi pasar,

eran muy blancas sus alas,
pero una certeza me halló de hinojos,
y comienzo de nuevo a llorar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 20/13


UN CAFÉ [27]

UN CAFÉ [27]

Invítame un café, que tengo hambre,
agonía de amor, de paz...
Apetito de luz en mis mañanas,
que al recordarte,

se vuelve oscuridad.

Invítame tal vez un tinto
que recuerde de sus arrugadas manos,
de sus verdes esmeraldas,
de la transparencia de un lago.

Invítame a cantar con los sinsontes
bellas melodías robadas por la tarde,
¡madre de bellas fantasías!,
de oraciones viejas, de cansinos pasos... 

Déjame encendida tu lámpara que voy de paso,
una lagrima tal vez,


un nudo impasible en mi garganta,
dolor agudo que me aqueja,
¡el corazón quebrado por una lanza!...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 20/13



CELOS [28]

CELOS [28]

Tengo celos de los ojos que te miran,
de las bocas que te hablan
de la brisa que respiras
de los labios que te besan.

Tengo celos que me vuelven loca
que me hacen perder el sentido,
que si no es conmigo con quien hablas
sólo el desvelo será mi amigo.

Celos terribles que enrojecen la piel,
de la luna y las estrellas;
de lo que tus ojos observan,
de la lluvia que cae sobre tu cuerpo
si el invierno te encuentra al descuido.

Tengo celos de tus noches donde no estás
de las que no me acaricias;
de las que no me sueñas
y no amaneces conmigo.

Unos celos que  me fustigan
me hacen llorar y mirar las estrellas,
me vuelven triste y ausente
cuando no te veo presente.

Y es que es así la vida...
Así es todo lo que me pasa
que cuando deseo algo,


ya no es mío,
y sólo me queda celarte.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 20/13


PRIMAVERAS [29]

PRIMAVERAS [29]

Inicia primavera y no regresas,
todos las fragancias me saben a ti,
todos los versos tienen tus letras
y muero de pena, al no verte aquí.

Nacen los surcos, las campanolas,
todas las rosas y enredaderas;
nacen los lirios en los pantanales
las flores de loto, y no llegas…

Es primavera, nuestro tiempo,
esperando estoy, llena de impaciencia,
troto y te busco en la llanura inmensa,
¿no has notado mi descontento?

¡Ven mi potro salvaje!, ¡mi chúcaro amado!
Enardecida espero la mies de tus ancas,
quiero un potrillo que se te parezca
para correr los tres por tan bella pampa.

Pero una brisa lejana me advierte
y el corazón parece que saliera,
todas las flores se vuelven cielo,
¡sonrío, canto, lloro!


y al fin me contento…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 20/13 


EL MAR [30]

EL MAR [30]

Azul mar encantador
de tus olas enamorada vivo,
del cantar de tus entrañas,
que sobre las rocas suspiran.

Mar azul, novio divino:
Báñame con el aroma salobre,
con la intensidad de tu nombre
siendo tú mi abrigo más noble.

Como una manta me cubres,
como nube ondulante,
cual un amante sincero
que me llena de dulzor y ansias.

Me pierdo en ti enamorada
hasta la cumbre de tus olas,
mi piel húmeda de ti 
de tus lágrimas saladas.

Me hinco ante tu hermosura,
me arrojo ante tu soberbia,
me pierdo ante el sol que te cubre
llenando tu vientre de oro


haciendo que en ti me pierda.

Y así, cual amor de luna
que te penetra en las noches;
mar azul imponente y arrogante,
¡quiero morir bajo tu sombra!...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 20/13


POETAS [31]

POETAS [31]

 

Por la verdad, un ramo de flores,
margarita soñadora
donde la cárcel de tu alma aflora
con una caricia de mis manos.

Danza poeta con las mariposas,
los sueños nacen en sitio lejano
allá se abrigan las amapolas en su reposo,
con un llanto blanco, cual nieve en el llano. 

Y aquí, un trago de vino añejo brinda por ti,
por cada una de tus letras, cada sueño,
por cada lágrima que brota de tus cristalinos ojos,
por cada boca que te hiere y humilla.

¡Viva la poesía!...
La que dice la verdad aunque nos duela,
que habla de amor cual su motivo,
labios, pechos, ardientes primaveras.

¡Salve poeta!,

un Dios humilde te proclama sabio.
Poeta que lame paredes,
sin estrato sale de los basurales,
de cualquier hogar con desteñido traje.

Brota un poeta con cada dolor, con cada alegría,
con las elegías que se componen a la muerte, y a la injusticia.
Algo dejó el Creador para nosotros,
que se lo llevará la tumba.

Aquí soy una mariposa danzarina,
brindo por la poeta de mis amores,
por la doncella triste de ojos llorosos
al declamar un verso, 
o al componer un madrigal sobre mi pecho.

Por ti, que puedes declamar a una dama,
que puedes decir que amas, que sueñas,
que tienes fantasías húmedas con letras
y que puedes doblar las rodillas
al detallar en el ocaso,

la esperanza de un iris 
después de caer la lluvia.



¡Salve poeta!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 21/13



VIOLETAS EN EL CIELO [32]

VIOLETAS EN EL CIELO [32]

Me han hablado de violetas
de aves que parecen flores voladoras,
cielos encendidos donde el amor es el motivo;
de mares donde enmudece la vida
y las ostras guardan perlas salobres.

¡Tanto me han hablado de la luz divina!,
que pronto olvidé agradecer;
por el color, la magia del sonido,
por tu voz arrulladora que huele a sal;
a  lágrimas marinas donde se esconde tu alma,
navegando en silencio para de amor enloquecer.

Me hablaron del cristal de tus aguas,
del manso manantial que cae, parece traje de novia,
hace trinar a los gorriones;

y brotar el musgo sobre las rocas.

Es demasiado tu amor, ¡es infinita tu gracia!…
Entre violetas encendidas me arrodillo
para bendecir tu nombre, mi gran Jefe,
único amor verdadero y prudente,
quien grita a través de los ojos de mis niños
y llora, con el majestuoso eco del mar. 

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 22/13


A UN POETA [33]

A UN POETA [33]



Para un poeta que tiene brillo propio
la luz de su mirada me hace temblar,
se encoge el ayer, suspirando el presente,
parece una copa de vino tinto sobre mis labios.

A ese poeta que endulza la vida de la mujer,
que nos regala un verso, una linda palabra,
apreciando de una rosa sus pétalos,
y de su alma dorada, un cántaro de miel.

A ese poeta en donde esté,

a quien ame, a quien añore.

Vestida de fiesta con mis harapos


en doncella sobre los trigales estaré,
para amarle con un beso
y bendecirle con una oración.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 21/13


MARIPOSA [34]

MARIPOSA [34]

Será cada mariposa

el camino a un sueño,
descubrirá tus fantasías;
dormirá callada y sumisa.



Volará sin adivinarlo,
cantará sin descubrirlo,
brillará sin pretenderlo.

Y finalmente, partirá feliz,
pues una cárcel fue su vida,
y su libertad: ¡Morir!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 22/13

AVES [35]

AVES [35]

Mis ángeles buscan un roble

un poco de trigo perdido en tu puerta.


El verdor está  lleno de calles de cemento
y a ratos los veo correr afanados,
tras de algo que los llene.


De tu desperdicio y ausencias vivirán

parecen un pendiente fino.


Poco a poco se adelgazan 

siendo corriente de una quebrada
para desaparecer despacio,
cual rocío sobre una hoja.


Escucharás una serenata
morir en tu ventana,
esperando a una novia
que tiene muerta el alma.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 22/13