domingo, 23 de marzo de 2014

HOY 230314

Hoy es un día raro, parece que no existo, ni siquiera me siento... sólo me elevo mucho sin estar borracha, y me multiplico, como trocitos de luz entre la espuma.

Una tristeza vaga y vaga y no se quiere ir, parece como un diamante necio que se empeña en los ojos, y se oculta en la roca de mi alma.

Hoy es un día que no sé si llorar es mejor que cantar, porque al cantar, un aguacero se cierne en mis ojos y apaga el calor de la piel, pero al llorar, viene después un descanso, como de fiera, en espera de que el cervatillo afloje la velocidad.

Parezco negra mariposa  empeñada en una falsa luz en mi alcoba, que al apagarse la deja abatida y sola, estrellándose contra su propia sombra.

Hoy parece que te perdí… me di cuenta que nunca te tuve, que atrapada estaba en una red de fantasías, y mi empeño y necedad, me llevó de nuevo a esconderme dentro de mis brazos, a verme de nuevo en el espejo, como el mismo payaso que intenta ser feliz, mientras otros ríen con sus locuras.

Mi pequeña barca, no sé a dónde me lleve… se acabaron las brisas, retornan los incendios obligados para plantar palmeras, regresan los ríos secos, y los niños olvidados, rogándole a la muerte que llegue por ellos, mientras el sol seca sus otrora correlonas pieles…sus amantes ojos, sus voces calladas rogando un pedazo de riachuelo…

¿Será que duele estar vivos?...presiento que también estoy como ellos…
Le suplico a la parca una mirada, pero entonces, como una fuerza extraña abro mi ventana, y ahí lo escucho: ¡espera!...¡espera un poco más!…

Las castañas están verdes, el trigo no ha secado, el árbol no ha mudado todas sus hojas, y si tienes paciencia, verás que inicia primavera en muchas partes, aunque tu corazón patrio, parezca una hoguera donde se queman los inocentes, y la sangre se vuelve negra, son praderas secas que desaparecen lentamente, son los sueños de paz que tal vez nunca vislumbres, pero debes esperar, siempre esperar con la paciencia de una roca, que confía en que el tiempo partirá en dos la historia que muchos contarán mañana, de rostros que se levantan sin temer a la muerte, pues la muerte, es un premio final, donde habita la única verdad, tan cierta, como todos los sueños…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 23/14


Casas de campesinos en Santander, a orilla del camino...
Y los dueños de la tierra tendrán que correr, al igual que las aves mudarán de árbol, mientras los dragones vienen por lo suyo, devorando sus propiedades con llamas, y callando a los necios, con fusiles.