lunes, 19 de octubre de 2015

¿SEGUIMOS DE BRUJAS? [37]

¿SEGUIMOS DE BRUJAS?  [37]


Palabras bonitas dice todo el mundo, pero la verdad siempre es oculta, ¿quién puede descubrir el corazón del hombre?, con ésta pregunta salgo y con una inquietud enorme: ¿para qué matamos con vudú a una muñeca si podemos hacerlo de frente?, ¡qué triste saber que me tenían así!, pero más triste, es saber que a veces los mismos seres que Dios puso en nuestro camino, son quienes más nos hieren y castigan.

¿Será que tengo que pedir permiso para respirar por mis heridas?

¡Dios mío! tú sabes de mí, entiendes de esos dolores de cabeza intensos, y comprendes que mis ojos no eran míos, ni siquiera podía dormir, fueron muchos años sometida a la maldad de quienes deseaban mi muerte, pero sólo tú me agarraste fuerte, el resto me abandonó y me dejó a la deriva, en una barca tan pequeña, que sólo tú en tu inmenso amor me pudiste ver y salvar.

Dicen que Flor de Loto ya no vive en un pantano oscuro, que explotó una botella de champaña en donde vivió por más de 20 años, pero tú sabías en dónde estaba, no era ese mi sitio, una alcantarilla hedionda como sus bocas y sus almas,  ahora sonrío a medias, hay oscuridades que sólo tú descubres, nada se oculta bajo tu luz, porque penetras hasta dentro de las rocas.

La vieja Pacha 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 6/15

A MI POTRO [38]

A MI POTRO [38]

Cuando te vi 
la vida brilló
en un manso lago.

Cuando te vi,
no fueron aromas,
el mundo para mí
fue todo perfume.

Cuando te vi,
era tu montaña,
y dejé que treparas
hasta que juntos
tocamos el cielo.

Luego te perdí
casi 10 lunas y soles,
y me di cuenta
que el amor multiplica
como las semillas flores
y los ojos estrellas.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, octubre 19/15



DE LUNA [39]

DE LUNA  [39]

A veces de luna me lleno,
en largas pesadillas me consumo.

Soy carne que derrite el fuego,
y por dentro,
de ti espero un poco de agua viva 
para calmar ésta sed.

Soy un loco ermitaño
que busca del mar sus arenas,
y de la montaña
su lava escondida.

Volcán que se apaga,
que gime y aúlla,
abriendo más grietas y heridas.

De luna me baño,
persigo tu huella
en un bosque
de blancas auroras.

¿Son copos de nieve tus besos?

Caen y caen
cubriendo las hojas.
Y a mí, amor de lisonjas:
¿Qué me toca?

A veces de luna me preño
me muerdo en tu sol,
me estremezco…

Me lleno de luz de estrellas 
y en tu búsqueda me pierdo.

Soy una demente que te ama.
En silencio sin que nadie se entere,
te compongo un verso tras otro.

Eres música a mi oído, 
eres sombra en mi estero
fulgurando tan solo.

En la quietud de un lago
te copias, me copio, me alucinas,
¡me enajenas!

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, octubre 19/15





ANOCHE 2 [40]

ANOCHE 2 [40]

De anoche
mis ojos que arden,
pegada de un clavo
me sentí herida.

De anoche,
espinas en mi carne,
un escozor
que desconocía.

De anoche
manos oscuras
que dañarme querían,
y al despertar de tal agonía,
un ángel en tu orilla
vio que moría,

y con sus garras
de filos que no dañan,
siendo providencia,
me permitieron
adivinar otro día.

Ver ésta imagen
borró una noche de pesadillas.

Alguien me agarró del cuello
y en un clavo en la pared
pendía mi cuerpo.

¡Cuántas rosas rojas!
¡Cuánto dolor!

Un oso ha salvado a un ave,
¿qué lo movería?
No fue el batir de sus alas
en un charco oscuro,

Fue su alma,
gimió casi en silencio,
suplicó por su vida
y el oso fue su ángel.

¡Quién lo creyera!
Todo esto vi,
no es mentira,
y al despertar,
¡luz!, y un nuevo día…


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 19/15







SI TE VEO [41]


SI TE VEO [41]

¡Si tú supieras
Que me descompongo
Cuando te veo!

Parezco espuma de mar
Bailando en sus olas.

Río violento
Buscando tú orilla.

Sí tú supieras
El amor que provocas:
¿Bailarías conmigo
Al ritmo del viento,
Y cantarías
Un son de gaviotas?

Si tú supieras
Que eres la espiga de trigo
Que se crece
En un resquicio de roca:

¿Dejarías un ramo de flores,
O plantarías un beso
En mi boca?

Si tú supieras
Que rimas conmigo,
Comprenderías
Que te hago el amor en poemas.

Que en esta corriente helada,
Ajusto mi cuerpo al tuyo,
¡Para borrar toda pena!


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 19/15.



ME ROBARON 20 AÑOS [42]


ME ROBARON 20 AÑOS [42]

¡Hola amigos!, pasaba por aquí un momento. Gracias por esos toques mágicos, disculpas que no responda a cada uno, pero es que el tiempo se va tan aprisa, que ayer me di cuenta que perdí 20 años de mi vida. ¿Cómo los perdí?, ni siquiera me di cuenta, ¡se escurrieron por mis dedos!, mi casete mental se ha borrado, y sentada por ahí, pensando, me di cuenta que cierto día no estaban mis padres, y que parecía un pájaro sin nido, ¡todos se habían ido!, de a poco me abandonaban sin saber la razón, no tenía un amigo con quien conversar de cosas de la vida, todos a veces miraban sin ver, y pasaban, sin saber qué infierno tan terrible estaba viviendo, pero me di cuenta también que "alguien", un mago poderoso, mi amor el Rey, había dispuesto desaparecer muchas cosas de mi vida que me hacían daño.


Creo que a muchos nos sucede, que de un momento a otro nos vemos al espejo y nos desconocemos, mis manos pecosas y arrugadas, parecía una anciana, tanta depresión que parecía que no soportaba la vida, y entonces, en mi pequeña ventana extendía los brazos: ¡Señor!, era un grito interior muy grande, ¿qué sucede con mi vida?, ¿en dónde estás ahora?, un fracaso tras otro, a veces el estómago vacío, un vacío que se llenaba de angustia y desespero, y en sueños escuchaba voces, eran suaves, como caricias, advirtiendo de peligros, de resplandores, de ruidos y miedos que me acosaban al cerrar los ojos, y un día cualquiera una voz me dijo: te ayudaré, es suficiente castigo saber que estabas muriendo amando la vida. 

Entonces inicié a caminar senderos donde habían muchos jardines, eran árboles muy gigantes, ni un hombre había tocado sus hojas, había cascadas, ríos, lagunas en donde me podía mirar como en un espejo, aves de tantos colores que iban y venían y dejaban sus bonitos cantares en cada gajo, ¿en dónde estoy?, y esa voz me decía: estás aquí, en mis brazos, has cerrado los ojos, soy tu sueño, ese paraíso que esperabas no está sino en mí, ese amor que buscabas vive dentro de ti, pero esa nube gris que te persigue quiere apocar el brillo que te he dado.

Entre cada cosa desperté, ¿era un sueño?, todo parecía tan real y pregunté de nuevo: oye Señor bonito, ¿en dónde están mis 20 años?, he padecido soledad y llanto, ¿en qué lugar estabas?, siempre te busqué, pero nunca te hallé.

En medio de mi voz sonó la suya, siempre estuve aquí, ahora toco tus manos y escribo con tus dedos, vivo en tu piel y soy quien da luz a tu mirada.

¡Qué rara sensación!, ¿cómo puedes vivir en mí?

Y Él respondió con mis propios pensamientos, vivo en ti porque cada hoja del camino es obra de mis manos, y tú eres una pequeña luz que cultivo, mi pequeña luciérnaga, ahora brillas con la luz de todos, y tu propio resplandor nadie puede verlo, porque estás arropada bajo un manto de nubes celeste.

Creí ser una santa, pero era una tonta pecadora, ¿cómo me puedes arropar tú a mí?, ¿tan poca cosa y tan pequeña?

Y Él con  esa voz que me confunde me dijo: cada grano de arena es arropado por la luz del sol, y lo que cubre el mar debe estar guardado para los ángeles que lo habitan, tú eres luz de mi propia lámpara, y mañana, todos verán que una luciérnaga no brilla porque lo desee, sino porque he impregnado su vida de luz, y así es el amor, en medio de ella será encontrado, y en medio de ella, marchará cualquier día, sin que te des cuenta. No te he robado 20 años, te los robó la maldad, y te los devolveré con eternidad.

Era raro, estar ahí, vi a mi perrito viejo de un momento a otro, ¿será que morirá?, ¿qué ha pasado con todo éste tiempo?, es como  si una rejilla hubiese robado mi existencia escurriéndose como un hilo, encerrada en una cárcel parecía un escarabajo, así dentro de un túnel, y ahora, no sé hacia donde correr, pues me quitaron lo poco que tenía, mis alas fueron cortadas antes de crecer.

La voz me dijo: no necesitas alas porque tu pensamiento es veloz, otros se perdieron de ti, pero yo te doy alas de cóndor y un pensamiento ágil, para que vueles extensas llanuras blancas, páginas de nieve serán tocadas por tus dedos y florecerán, como esperanzas, cuando el sol aparezca en tu primavera.

Estoy un poco turbada, pero comprendí, 20 años es nada para lo que el Señor me devolverá, ¿quién puede dañar una flor?, la estación por venir estará tan llena de flores, que los pájaros se asustarán.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 19/15

EL PERDÓN [43]

Mi amor más grande, mi madre

EL PERDÓN [43]

El perdón es la única droga que sana el alma y revitaliza el cuerpo, 
ya que odiar envenena, y va contra la ley Divina.

Amor es la medicina fabricada por mi Señor, 
estoy tomando mucho de ella para curar toda herida.

Los invito también, todos somos pecadores, 
pero estamos aquí porque debemos sanar antes de partir.

El perdón es siempre una mano extendida, 
parece una madre cuando su hijo ausente 
aparece después de muchas lunas.

Es un brillo en la mirada, 
ahí  las estrellas se pueden tocar en tus ojos, 
y traspasar a los de otros.

Si guardamos rencor, siempre estaremos alimentando a esa cobra venenosa que se quiere apoderar de nosotros, luego enfermaremos, seremos un rostro feo porque estaremos siempre hablando mal de otros, y nos carcomerá como un  cáncer, nos hará decir y hacer cosas que jamás, llenos de amor, ni siquiera hubiésemos pensado.

Es bendición de un día y una noche, es una flor resucitando y una hoja cayendo, con esa gracia infinita de ser parte del mismo árbol, alimentado con la misma sabia de un prisionero que se aferra a la vida, sin más viaje que ver a la distancia a otros presos que nos regalan sombra, alimento, y perfume.

Debemos iniciar por perdonarnos a nosotros mismos, por cada error que hayamos cometido, al hacerlo,  habrá espacio enorme donde caben todos los perdones.

¿Me has herido? No tengo memoria de eso, fue un día de mucho calor, hubo celos, tropezó conmigo un demonio, pero sacudí mis harapos, despejé muchas dudas y pensé entonces: no era para mí ese amor, porque el amor es algo más grande que colma un rosal y enciende un cirio.

Ahora estamos despejando dudas, no está el cardo en mi camino por su decisión, es que la brisa encontró propicio su espacio, para que a pesar de todo, pudiéramos ver el instante de la flor, el segundo del fruto, y la magia de una semilla.

Si perdono, puedo mirar a los ojos y abrazar a mi enemigo,  él sentirá otra energía, se avergonzará de sus actos, y se doblará  ante Dios, con el sol de testigo.

El perdón es una madre abrazando  y un sinsonte cantando.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 19/15

RACISMO [44]

RACISMO [44]

El racismo es una palabra blanca
Que ha tenido tanto poder
Que gracias a ella
Advertimos que somos diferentes
Por un color
Pero iguales con la muerte.

Quien inventó esta palabra
Era el más racista de los hombres
Ya que  todos somos iguales
Ante la mirada del Creador.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre19/15