jueves, 23 de noviembre de 2017

ME HABLA

ME HABLA

Esto me acaba de contar un Rey al oído:
Pronto sucederá algo, no será una rutina
como ver al sol al amanecer,
pero moverá a las masas hacia la naturaleza.

Será doblegado el orgullo
y las rodillas se doblarán
cual garzas esperando el peso del amor.

Es hora de contemplar el ocaso,
es hora de saber que mañana tal vez
no pueda hacer trampa en el parqués
 y sólo les quede un recuerdo.

¿Quién se irá el día de las rosas blancas?
¡Que no sea yo, sin antes decirles que los amo!

Raquel Rueda Bohórquez
23 11 17


CON EL AMOR


CON EL AMOR

Me topé de frente con el amor,
estaba manso en el color del mar,
pasaba volando entre plumas negras
y en el pico rojo llevaba una estrella.

Cada tanto me estrello con Él…
Es el manto dulce que besa la cuesta,
el verde follaje extendido
en donde pastan mansas ovejas.

Me estrello con el amor de continuo,
le hago trampa en el parqués y sonríe.
Diseña sonrisas en las bocas ásperas
y en ese brillo que adivino en sus ojos
veo los garzos dulces de mi madre.

Me dio la mano al tropezar,
alguien empujó mi barca de papel
pero Él me alzó en brazos,
y me sentí un cóndor, siendo gorrión.

El amor llena el universo,
es la boca grande de la luna
que a traviesa entre la loma
juega a ser niña coqueta,
adornando de luz a los enamorados.

Y es el sol entre los cerros
despertando sin haber dormido,
tocando lirios y besando garzas,
que pasan veloces con donaire y gracia.

Ha penetrado en mí y le adoro,
besa con sus pies el campanario
y en medio de las tejas rojas
arma una casita de barro.

Es inexplicable y mágico,
sin Él, ¿qué fuera de mí?
Sin tal consuelo no sé de mi vida,
sería un alma muerta
inventando un poema ,
a los fósiles que pueblan la tierra.

El amor es la hoja, es la flor,
es el fruto que entrega y devuelve semillas,
es la tierra que las acoge y germina
sin adivinar lo pálido que el hombre lleva por dentro
para volverlo arroz seco lanzado al viento,
al llegar las brisas de noviembre
que mueven las nubes con ímpetu,
para hacerlas llorar de contento.

Raquel Rueda Bohórquez
23 11 17


SI PASARA

SI PASARA

Si sucediera que el bosque es un llano
y las aves no existieran,
ni las cascadas asomaran
con su mágico manto
un día cualquiera…

Si entre la espiga y la flor
no cantara el ruiseñor,
ni el grillo formara algarabía
al ver asomar el sol de otro día.

Si un día somos parias en lo nuestro
y los dueños de la tierra fueran otros,
las montañas, fosos y cráteres
para llenar de desesperanza,
mostrando el hombre su fiereza
con cascos reforzados y balas de plata.

Si llegase a suceder que no puedo sembrar,
que debo comprar lo que siempre fue nuestro
y que los mismos continuaran gobernando:
¿De qué valdría el afán con la esperanza agónica?
¿De qué serviría la tierra, si no es apta para la semilla?

Si un día sucediera que debo comprar lo que el cielo regala
y el paisaje fuera un recuerdo entre las fosas,
con las rodillas dobladas entre queja y queja,
pudiendo entre todos cambiar el sino de la higuera.

Ese día está cerca, más de lo imaginado.
Pero si conversamos con Dios en silencio
y le hacemos trampa a los corruptos
para que los ideales se crezcan,
los ríos continúen su cauce
los pájaros aniden en el bosque
y lleguen de visita a las ciudades,

¡qué gran día sería para los que vienen,
devolver el daño que hemos causado
a la madre tierra que hemos abusado,
viendo de qué manera la montaña herida
se llena otra vez  de poemas y tonadas!

¡Que no sea un sueño nada más!
El tiempo pasa y somos cobardes,
nos dejamos convencer una y otra vez
y el suelo se va, el amor se desvanece,
el río muestra sus rocas al filo de la parca
y nos quedamos otra vez a la deriva,
soñando el paraíso que teníamos.

Raquel Rueda Bohórquez
23 11 17