sábado, 14 de octubre de 2017

DESPUÉS DE AYER (9)

DESPUÉS DE AYER (9)


Otro día lleno de luz y paisaje, otra mañana para recordar que somos aves pasajeras, que tenemos la oportunidad de cambiar, de mejorar como seres humanos. Se nos pide más poesía, que perdonemos todo, hasta lo que parezca imposible, pero somos seres humanos, no dados al perdón, es aquí donde se nos prueba, todavía siento rabia, no se ha ido; el recuerdo está nítido, las cicatrices me han dicho, que algo sucedió, que algo pasó por aquí…

A la hermana de Sandra Padilla, que el Señor le regale el don de la salud, que sus manos sanadoras recorran toda su carne y se obre el milagro.

A la gente que ríe de nosotros, que se quiten la máscara, porque somos briznas que se apagarán con un soplo.

A quienes fabrican la muerte, que no den un paso adelante para asesinar a sus hermanos, porque todo volverá contra quien atente y levante un dedo para destruir la obra divina.

¿Qué otra cosa diré?, sólo que después de ayer, me entrego por completo, me atengo a la voluntad divina, pero me levanto a ver al sol coqueto entre las hojas de mi árbol.

A mi hermano que pasa por aquí, que Él lo toque en este instante, y todo mal desaparezca...
Dios no es una mentira, nos acaricia el pulmón, nos respira desde lo profundo del corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
09 17

SUEÑO 131017

SUEÑO 131017

Hace calor intenso, converso con mi hija y terminamos llorando las dos, por aquello tan raro que le asiste al hombre que se llama “envidia”, de la gente que siempre busca la manera de colocar rocas en el camino, y del trabajo que la tiene cansada, de la mala leche como dicen por ahí, de algunos seres humanos que siempre se empeñan en dañar la imagen, el trabajo, la obra, la sonrisa de otros, sin motivo alguno.

Una compañera de trabajo se convierte en alguien perverso, se dispone siempre a dañar esa manera suya de ser, sencilla, activa, espontánea, y cada vez que tiene ocasión ríe de ella en medio de todos: ¿ese es su novio?, ¡tan elegante para una cara tan grasienta!, ¡oh Dios, menos mal no lo gritó delante de él!, y luego como una gata, lo lleva delante de todos y lo presenta como el novio de Caro, ¡qué les parece!, y se aleja con sus movimientos zalameros y una sonrisa malvada en el rostro, mientras va calando en el corazón de mi niña, dañando poco a poco su ánimo y deseos de continuar.

Nos abrazamos y nos fuimos a navegar, ella se alejó de mí, cada tanto despertaba por la sed que siempre tengo, y creo que puede ser algo a lo que no le he prestado la debida atención, y regreso por el camino viejo, en tal sendero no existe más nadie que las dos jugando en la cama, pero es una pequeña niña, con esa misma bata de muñequitos y tremendo peguete que no me dejaba limpiar, pero sí metía su diminuta mano y comía su propio excremento, con tantas ganas, que pensé que tenía mucha hambre, pero que la vida le devolvería cada lágrima, con la suerte que la esperaba en el camino. ¡Claro que sí!, escuché la voz rotunda, esa que sólo el alma puede divulgar y esa voz con manos, acarició mi rostro.

Dormí en otro sueño mayor, con esa energía que dibuja sonrisas en caras sin figura y cuerpo sin huesos. El sonido de la puerta me trajo de nuevo a la realidad, pero ahora que pienso, la chica nueva ocupa el apartamento, no pudo ser otra persona, pues el destino trabaja a su antojo sin darnos cuenta, y otros afanes despiertan en el árbol, sus hojas caen, ya estamos a octubre 14, el verso del sol se empeña y Dios llena mis ojos de paisajes.

Él es el único paisaje que me hace sonreír con todo lo que contiene, con la música del grillo, con el silencio de las hormigas, con el movimiento frenético del colibrí que atesora para mis ojos, algo más que una mágica oración de agradecimiento, por los dedos que se duermen al escribir, por la tarea de reconocer, que el ser humano lleva perversión dentro de sí, que daña a otros, pero que el aprendizaje apenas comienza, los perros se juntan a mis pies y se abrazan con los gatos, hoy tuve la fortuna de ver a Gaby jugando con la lora, ¿esto qué es?, nos enseñan la tarea mágica del amor y todo se resuelve en medio de otra mañana, con nuevas y frescas inquietudes entre las hojas.

Camilo cumple años, ¡cómo pasa el tiempo!, ¡qué rápido envejecemos!, este es el real sueño: La vida, ¿por qué la desperdiciamos dañando a otros? El infierno espera a quien le toque, sin importar los rosarios que lleve sobre los hombros.

Raquel Rueda Bohórquez
14 10 17