A VECES
¡A veces somos tan raros!...
¡Otras tan ingenuos!
Sabemos qué punto o
palabra es suficiente
Para decir: ¡basta!
Pero necios puntos
suspensivos somos
Como un continuará,
-avanzando hacia dónde-
A veces queremos entregar
a otros tanto,
Que ese tanto nos estrella
contra el mundo
Y nos preguntamos: -qué
hice acaso-,
No podemos penetrar el
pensamiento ajeno
Y otros no logran
comprender el nuestro.
A veces como ahora
Con una nueva punzada en
el pecho
Se anuncia un: ¡puede
ser!, ¡cuídate!,
Como una advertencia que omitimos
Porque a veces nos
cansamos de todo
Y ese todo nos parece una
cuadrícula de repetido son,
Que no altera realmente el
resultado
Ni abrevia el contenido.
-Alguien comprende lo que
digo-
Quisiera dejar palabras
bonitas
Adornar cada letra, pero
se antoja la vieja,
Me vuelvo caprichosa y olvido
los adornos
Para dejar tan solo hojas
secas que caen y caen,
Para llenar libros que
nadie leerá.
A veces mi amor,
¡Me haces tanta falta!
Aunque éste sentimiento
raro
De sólo palabras mías
Cruzando senderos,
Son un tropiezo para el
alma
Y para mis ojos tan solo
Alegrías al verte
Sin encontrar respuesta
cierta.
-Quién plantó tu imagen en
mí-
Un despertar contigo,
-qué persigo-
Hay ausencias aquí
Mis seducciones no sirven
El traje de seda negro con
rosas rojas
No advierte una mirada,
Y el espejo es un
manantial congelado
Que deleitado está
En las ondas de un cuerpo
Donde permanece soledad
atrapada,
Sin hallar tus manos.
¡Ven ahora!...
!Descubre la pasión de un
cirio encendido
Que ahonde tu flama dentro
de mí,
Que se derrita tu calor en
mi río profundo
Que llegue a la fuente
Donde se juntarán todas
las aguas
Que llegarán al mar!
¡Qué gemidos!
No me asustan,
¡Qué caricias!
Nada temo.
Y te espero en un poema
nuevo
Caminando de mi mano
Acariciando heridas viejas
Tropezando tus dedos en mi
nido,
Atrapando la luna errante
mía y tuya
Donde a veces persigo tu
amor como una lisonja,
Pero se aleja tu luz, prontamente
Al despertar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 2/14