jueves, 2 de enero de 2014

EL MAR

Foto: EL MAR/Carmen Silvana Rodríguez León

¿Cómo les gusta el mar...?

A mí me gusta cuando está apacible, 
Cuando no rebotan las olas con rabia sobre la playa, 
Dulcemente pasa el día, y llega la noche, 
Con un bordado de estrellas, 
Mientras en el fondo del mar, se planea una orgía.

Me gusta porque es un viejo sabio
Que cuando se enoja lo dice
Y cuando está calmado su color cambia,
Como si se hubiese llenado 
De joyas de plata y rubí.

El mar, es el motivo del día…
Allá me antojo del viajero, del náufrago
En el mástil que aparece de pronto
Para favorecernos un rato más
Y de la barca pequeña, que cruza sin parar.

¿Has detallado un amanecer con el mar?
Hay un brillo mágico en todo
Cuando ves las olas llegar…

Y entre las arenas encendidas de besos
La piel enrojece y el mundo se llena de sales
Para bendecir el agua, que brota de los manantiales
Al llegar como torrentes fríos
Para ser uno solo entre todos,
Un caldo adobado de vida y de amor.

Que no haya prisa en tu andar…
¿Has visto que llega a la misma orilla el mar?
Pero cuando la furia de brisas le azota
Grandes olas se roban las gaviotas
Para hacerlas de nuevo danzar.

Y en la tarde… 
¡Oh Dios!... Cuando el sol marcha...
En una rara calma que parece dormir
Cesan los ronquidos fuertes
Baja la marea… y un son de besos ardientes
Deja entre las rocas y la playa
El dulce azul que en mis ensueños queda
Para nunca marchar…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 2/14
Imagen: Raquel Rueda B.

EL MAR/Carmen Silvana Rodríguez León

¿Cómo les gusta el mar...?
A mí me gusta cuando está apacible, 
Cuando no rebotan las olas con rabia sobre la playa, 
Dulcemente pasa el día, y llega la noche,
Con un bordado de estrellas,
Mientras en el fondo del mar, se planea una orgía.

Me gusta porque es un viejo sabio
Que cuando se enoja lo dice
Y cuando está calmado su color cambia,
Como si se hubiese llenado
De joyas de plata y rubí.

El mar, es el motivo del día…
Allá me antojo del viajero, del náufrago
En el mástil que aparece de pronto
Para favorecernos un rato más
Y de la barca pequeña, que cruza sin parar.

¿Has detallado un amanecer con el mar?
Hay un brillo mágico en todo
Cuando ves las olas llegar…

Y entre las arenas encendidas de besos
La piel enrojece y el mundo se llena de sales
Para bendecir el agua, que brota de los manantiales
Al llegar como torrentes fríos
Para ser uno solo entre todos,
Un caldo adobado de vida y de amor.

Que no haya prisa en tu andar…
¿Has visto que llega a la misma orilla el mar?
Pero cuando la furia de brisas le azota
Grandes olas se roban las gaviotas
Para hacerlas de nuevo danzar.

Y en la tarde…
¡Oh Dios!... Cuando el sol marcha...
En una rara calma que parece dormir
Cesan los ronquidos fuertes
Baja la marea… y un son de besos ardientes
Deja entre las rocas y la playa
El dulce azul que en mis ensueños queda
Para nunca marchar…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 2/14

EN TU MIRAR

EN TU MIRAR

Cuando el último brote de mi enredadera
Caiga sobre las aguas mansas,
Dejaré de suspirar por un mañana,
Si acaso la vida alcanza...

Cuando a mi pesar, lo blanco sea oscuro...
¿De qué hablaría cuando planeando esté?
De las azules aguas de arriba, y del manso mar...

Pero si estoy... Por otro rato, otros segundos...
Conforme estaría con hablar del negro de tus ojos
Y perderme de nuevo, en el oscuro fondo de sus aguas
Sin importar más.

Raquel  Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 2/14



PENSANDO

PENSANDO


Sólo pensaba:
¿De qué sirve tanta agonía y carreras del día a día?...
 Todo como querer atrapar la brisa, para morir...

Por eso también digo:
Hoy tengo el corazón tan pequeño,
Que de tanta carrera,
Sólo me ha quedado mucho cansancio,
Y un hueco 2x1 en espera...

Felices o tristes, ricos o pobres...
Es inevitable la muerte...

Paro de correr, paro de sufrir...
Para vivir éste segundo como si fuera el último,
Vivir creyendo que no moriremos jamás,
La soberbia, el orgullo... ¿a dónde van?...
Al mismo rincón oscuro, si acaso...

Atrapo el momento de las sonrisas
Porque de llorar tengo el rostro cansado
Que me lleven en brazos,
Hasta la orilla de tu cuerpo amado.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 2/14




ALAS AZULES


Imagen: Internet

ALAS AZULES

Era un ave azul 
Que sobre un muerto árbol declamaba
Y desde lo más alto de la vida, 
Cuando se inician los golpes y caídas
Un hijo su cariño esperaba...

Era un ave, como un topacio azul que parecía flotar
Y él, era un niño, de pico amarillo y alas frescas
Que emprendió vuelo un día, mientras ella lloraba...

Si... Era un ave de plumas azules como el cielo
Y volando, volando se encontraron
En un paisaje donde el sol era el rey
Y el dorado, el traje de gala.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 2/14

MI SINSONTE

MI SINSONTE

Mi gris sinsonte de triste mirar
¿Ves a lo lejos las olas del mar?

Trina sin miedo, no te acobardes
Que cuando cantas, son bellas mis tardes.

Ayer una jaula robó tu alegría
Y entre laureles se hurtó una vida...

¿Atrapas de la montaña un copo de nieve?
Una pluma azul con aires de niña
¿Unos ojos verdes, que tanto me duelen?

Más si sólo queda cantar por la vida...
Entona un himno del amor si puedes.

Abre tu pico, que no hay despedidas
Sólo quedan gajos de flores pequeñas
Colgadas del árbol de mi frágil vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 2/14