viernes, 15 de marzo de 2013

CIERTO DÍA [55]


CIERTO DÍA [55]

En mi jardín de índigos vestido
te advertí siendo pasajero,

hermoso navegante...

Sobre un rosal bendito de manos doradas
te vi susurrar miles de besos en otros picos,
y volar hacia otros Lares. 

Te descubrí también bajo la lluvia
eras un trozo de cielo en nuestras manos,
y sus ojos verdes esmeralda te veían
cual doncella de amores prendada,
alabando a Dios en cada madrugada. 

Y en ese ayer que creí olvidado
ha retornado a mi hoy la candidez de tu rostro;
renovaron tus plumas en otro tiempo,
tu cantar lejano me llenó de melancolía
al saber que junto a mi madre sonreímos,
y su trinar fue un ánfora de lluvia,


cierto día…

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 15/13


MI BARCA [56]

MI  BARCA [56]

Mi barquita de papel empieza a navegar
hoy me llamó esa luz al fondo,
parece que resucitara de las entrañas del mar
pero sólo nace si te veo
y mi pecho empieza a palpitar.

Quise llegar allí  sin miedos ni temor.
El arco señalaba un gran triunfo,
y al cruzar para descubrir tu rostro
de nuevo el imponente sol sobre mi palidez
delató que eras mi gran amor.


No tuve prisas, se acabaron las angustias,
quedó con la brisa salobre mi dolor
y el mar se agitó temprano nuevamente,
al descubrir que el amanecer y el ocaso eran uno
y que el ayer y el hoy,
eran otro sueño liviano.

Una brisa llegaba del norte,
mi barca pequeña se volvió gigante,
el corazón una ola silenciosa y apacible.

Luego, al sentir mi viaje terminado,
pude descubrir que eras
lo que tanto había buscado.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 16/13

PALABRITAS [57]

PALABRITAS [57]

1
La única religión que debemos acoger todos, es la del amor,
es aquí donde florecen cada segundo las esperanzas,
el frío es inexistente, y se calma el dolor.


2
Muchos como yo, tan llenos de resentimientos,
muchos como ellos, tan odiados y a ratos perseguidos,
muchos como tú, tan poco amados y valorados,
muchos como Él, tan injuriado,

tan herido, tan crucificado…

3

Doblar las rodillas ahora, 
pues en un instante no sé si  aquí estaré 
para pedir un perdón, perdonar, y decir: "te quiero",
nadie un diezmo reclamará por ello,
sanarás de a poco, para dejar libre tu alma 
y volar como las aves del cielo.


4
Mi Pintor empeñado en recrear nuestros ojos,
en mostrar cada segundo un invento suyo,
en hablarnos con el silencio del sol y de la luna
entonando melodías que tienen olor a rosas,
y cánticos de días nuevos,

bajo la sombra de un roble.

5

Hay una razón por la que cada día veo a las estrellas
habita bajo mi sombra y sobre ella.


Es la inquietud de un rayo de luz,
el asombro ante las nubes viajeras.


Una gracia infinita de su amor abriga mis alas
y el movimiento de un corazón que palpita
cual campanario viejo.


6
Acontecimientos vienen a partir de ahora
limitar las palabras,  y tomar de la vida lo que mejor nos ofrezca
entre todas,  una sonrisa diaria.

7
Madre: ¿quién me puede robar la felicidad de recordarte cada segundo?...
Sin ti, nada es igual, pero me atengo a cada día,
pues me acerco más a tu morada.

8
Como un racimo de frutos, así es el regalo de éste Dios invisible de cada día.

9
Una palabra bondadosa, y el premio de una sonrisa diaria, es la cosecha que sale de nuestro corazón, para donar a quienes estén tristes y cansados.

10
Tomemos de la vida lo mejor, la crítica es dañina, me cae gorda y me produce gastritis y diarrea crónica.

11
La mujer que imagina que su marido es fiel y sólo tiene ojos para ella, que vaya guardando la corona de oro, porque le espera una de cachos.  

12
El amor es tan simple y hermoso, que no lo descubres, sino cuando abras los ojos, hacia la claridad que tienen nuestros niños que habitan las montañas, para entregar ese algo que a nosotros tanto nos falta.

13
Decir lo que pensamos, a ratos nos puede generar problemas, pero si no lo decimos, nadie se enterará de  lo que guardamos, es lo único que tal vez quede por ahí, pues el resto desaparece.

14
Los que están en la cúspide, creen que están ahí porque han sido los mejores, y Dios los premió, pero cuando la torta se voltea, entonces preguntan: ¿qué hice mal para que Dios me castigue?

15
La vida es un regalo que al abrirlo se convierte en sorpresa, buena o mala, pero al fin y al cabo regalo es regalo.

16
Vino Jesucristo al mundo y lo asesinaron, vendrán muchos y pasarán, como las nubes que anuncian tormentas en verano.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/13

SOBRE DIOS [58]

SOBRE DIOS [58]

Somos seres imperfectos, a Dios le queda la tarea de la perfección, porque a ratos pienso que el depredador no debió existir, entonces imagino que sólo aquéllos que se alimentan de frutos y pastos, debieran poblar el planeta, pero ese trabajo es de mi Jefe.


Tengo que seguir lavando tiestos y seguir haciendo de víctima, hasta que comprenda que soy su obra, y tengo derecho a ser feliz, sin manifestar mi descontento; pues finalmente la muerte puede ser la recompensa que nos espera a todos, no ha de ser trágica, pues también es obra suya y todo lo suyo es bueno.

Quien haya visto a Dios personalmente, cuénteme la historia; porque lo veo en cada una de sus obras, y esa es su manifestación, el resto son habladurías para quitarnos el sueño.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/13

SU OBRA [59]

SU OBRA [59]

En silencio detallé su obra
tan clara como los ojos de mi madre.
¡Tan linda!, que al contemplarla me lleno de emoción
tan pura, parece la lluvia que baja de las montañas, 
y hace el amor con el mar.


Tan primaveras perfumadas,
¡tan amante entre mis brazos!


Feliz y radiante al contemplar sus óleos,
plena de besos que me trae el morichal
a donde me recuesto para verlo en el cielo 
y escucharlo entre las ramas cantar.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/13



GIRASOL [60]

GIRASOL [60]

Como el girasol que desde temprano levanta su rostro
agradecido ante esa luz divina que lo llena de fuerza,
que dobla el cuello antes del ocaso,
signo de sumisión, ante el poder del Rey.


Palmera que acepta los halagos de la brisa,
el mar que se antoja de los tibios arenales,
el maravilloso astro, que me regala sus dones sin nada a cambio;
así doblo mis rodillas ante ti mi Señor, mi único Jefe
el gran dador de vida y  muerte.

Confiaré en tu bondad,
pues me has regalado la existencia.
He vivido en la tierra dos veces y lo sabes,
he muerto cuando muere alguien,
resucito ante un amanecer
y el canto de un mirlo.

En tu alar divino dejo mi vida y mi alma,
entrego lo que soy ahora, no tengo miedo,
el miedo marchó con mi madre, con mi niño,
para aceptarte sólo a ti en mi corazón,
y doblar el cuello ante tu voluntad.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/13

VIVIR [61]

VIVIR [61]

Vivir es un juego que  no hemos comprendido,
tanto nos afanamos,

que no estamos seguros en ningún sitio.


Corremos y nos cansamos,
para finalmente aceptar hacia dónde vamos.

Tanto odiamos,

que terminamos amando lo odiado.


Tanto volamos,
que reconocemos que las alas están en la mente
y nuestras plumas  navegan muy lejos del mar
más allá de las estrellas…


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/13

A MI JEFE [62]

A MI JEFE [62]

Desde que llegaste a mi vida, 
todo se ha vuelto más azul, más rojo, más verde.


Una gota de rocío tiene la gracia que antes no veía
el movimiento de una palmera con las brisas del mar...
Tus ojos hermosos, esta vida mía y de otros.

Desde que arribaste a mi corazón, no temo a nada,
eres esa roca fuerte que me anima cada segundo
y sin quebrantar mis huesos puedo cantar alabanzas,
y mostrarte en una pluma al viento,
en una hoja que brota,

o en una que cae suavemente.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/13

TE ENCUENTRO [63]

TE ENCUENTRO [63]

Sobre las blancas montañas,
arriba y bajo las azules aguas de cualquier lago, 
en tus ojos claros que alguna vez vi de cerca, 
en tu obra de amor, ahí estás.

Al sacar todo lo malo que tenemos dentro 

para pulirnos cada día como seres humanos,

en la voz de mis niños cantores,

en el arrullo de las palomas.

Estás  en el croar de las ranas

y el canto de la cigarra.

Amor, eres esa fantasía que nos anima,

esa alegría y hasta el llanto
que nos hace doblar las rodillas 
para alabarte y bendecir a otros.

Ahí te veo, si una mariposa sale de su cárcel

 al fenecer en un parpadeo,
pues tus manos  invisibles
le han tocado.

Tu voz es el sonido del silencio,

en el cantar del mar 
tan claro y transparente,
que te escuchamos suspirar.

Tus ojos nadie los puede ver

los muestras cambiantes
divinos con cada amanecer,
renovados cada atardecer.

En las noches te transformas en luna y  estrellas
para que sigamos tu huella
desde que sale el sol
hasta el ocaso. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo/13





PALABRITAS 150313 [64]

PALABRITAS 150313 [64]

1
No espero nada
el amor llega por caminos impensados
y se queda con lo menos amado. 

2

Mi día es brillante,
la noche en tu celda 
fue la garantía de que la abrirías;
y hoy, al ver tan divinas flores
más te quiero todavía.

3

¿En qué piensas?...
Ayer lo dije: "te quiero"...
También me dije: "me quiero".


No esperaré a mañana

para decirlo a ese alguien 
que cada segundo me quita el sueño
y llena de tibieza mi corazón.


4
"Hola mi cielo"... “Anoche vi  tus estrellas”.

5
Primero salió humo blanco
al rato, humo negro,
¡sorpresa!
arroz quemado... 

Interpretación: "el papa será el moreno"
pero hoy dijeron: “que es blanco”.


6
Siempre te esperaré
aunque cruce ríos y mares,
en las noches con mi pensamiento,
en el día cuando esté más ocupada,
en mis sueños,

para repetirte que eres lo amado.

7

Entre todos los amores de la vida
me quedo con el tuyo,

pues aunque no puedo verte
te siento al suspirar, al reír, al llorar...


8
En el retrato de unos ojos verdes estás,
en el brillo de un joven sonriente,
en el llanto de un hijo

que no pudo abrazarte al final.


9
Te quedas por siempre en las miradas 
que son esa parte infinita de ti,  en todos.




10
Cierra los ojos y podrás volar como las gaviotas,
abre la boca y te ganarás enemigos,
pero aunque te reprochen y odien
igual te despreciarás

si no expresas tus sentimientos.

11

Alguien comprenderá que no todo es para mal
tal vez habremos aligerado su carga.


12
La vida es una película de colores,
donde el actor principal es Dios. 


13
Dejaré una pluma en tu alero,
para que no olvides
lo mucho que te quiero.


14
El amor no tiene credo ni religión,
las aves del cielo nos enseñan cada segundo.
Sin pronunciar palabras,
ellas conocen de Él,
desde antes de nacer,
y lo proclaman con sus trinos cada día.

15
Quiero ver mi espejo interior,
te sorprenderás al descubrir
que es igual que el tuyo,
sólo que a ratos olvidas
que también soy un ser vivo como tú.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo15/13

EN TU ALERO [65]

EN TU ALERO [65]

Como las golondrinas
llegaré a tu alero amor mío
hoy, mañana,

o cuando sea mi turno.


Me posaré en tu ventana
para verte un segundo,
complacida al descubrir

la fuerza de mi amor por ti.

Perseguiré la sombra de luz,

que me llevó a tus brazos
y me hizo llorar la pena

de verte marchar hacia otro nido.

Y luego, si te veo regresar;  
tal vez no me encuentres,
una sombra seré en otro olivo, en otro roble;
y serás eso tan dulce que nunca fue
pero que se quedó conmigo.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo de 2013