LA VOZ DEL VIENTO [15]
¡Qué calidez tu voz!
¡Qué fantasía tus labios!
Dulce remanso tus brazos,
ardiente flama tu pecho.
Muero por saborear tu piel,
encadenada estoy a la lluvia,
a los diamantes que bajan del cielo
al sonido mágico del cantor.
Admira el ponto azul, ¡es tan bello!
¡Mira correr la cristalina corriente!
Baja de la montaña con su larga cola,
es una linda serpiente,
una
niña de claros ojos
tan verdes y hermosos,
tan verdes y hermosos,
que
puedo verme en ellos.
Sobre las gigantes ramas un cóndor,
sus ojos dorados observan el horizonte.
¿Abrirá sus enormes alas?
Sobre las gigantes ramas un cóndor,
sus ojos dorados observan el horizonte.
¿Abrirá sus enormes alas?
¿Qué
dices mi cielo?
¿Vendrás para verle de nuevo mañana?
En las rocas anidan dos tórtolas grises,
se confunden entre el musgo parecido a ellas,
las barbas de nuevo tocan el piso,
¿cuál será la razón de que hoy,
¿Vendrás para verle de nuevo mañana?
En las rocas anidan dos tórtolas grises,
se confunden entre el musgo parecido a ellas,
las barbas de nuevo tocan el piso,
¿cuál será la razón de que hoy,
todo
es más bello?
¿Has escuchado?, los guaduales se hablan,
se entregan suaves notas de amores,
¿Has escuchado?, los guaduales se hablan,
se entregan suaves notas de amores,
se
acarician con sus ramas,
se extienden cual gráciles gaviotas
se extienden cual gráciles gaviotas
y
regresan de nuevo,
antojadas de olas que danzan con ellas,
al paso de la tormenta.
En medio de mis fantasías te veo, una vez más.
Eres un oscuro diamante sin tallar;
un bello lirio en el desierto,
otra flor que ha brotado en el rescoldo de una roca,
tan sutil y hermosa, que parece hablar;
me dice en un susurro de su aliento
que su perfume será mi amor,
antojadas de olas que danzan con ellas,
al paso de la tormenta.
En medio de mis fantasías te veo, una vez más.
Eres un oscuro diamante sin tallar;
un bello lirio en el desierto,
otra flor que ha brotado en el rescoldo de una roca,
tan sutil y hermosa, que parece hablar;
me dice en un susurro de su aliento
que su perfume será mi amor,
y su corazón, un dorado consuelo.
¿Es el brillo de un lago lo que veo?
¡Qué triste!, termino de abrir los ojos,
¿Es el brillo de un lago lo que veo?
¡Qué triste!, termino de abrir los ojos,
¡voló
el águila y no la vi!
El
lago azul tan plácido eran sus ojos,
mi sonrisa eras tú, pero no estás aquí,
has marchado.
mi sonrisa eras tú, pero no estás aquí,
has marchado.
Eres
el huracán sobre otra corriente,
otra barca gigante me ha quitado lo más amado,
mis luceros estelares los observo ahora
otra barca gigante me ha quitado lo más amado,
mis luceros estelares los observo ahora
navegar
felices en la quietud de un lago…
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 23/13
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 23/13