CABALLO
ANDALUZ [8]
He
amado la brillantez de tu boca,
esa
labia que a recordar tu lengua,
el
color de tu acanelada piel
es un caramelo a mi edad,
donde
sólo añoro un beso de tus labios.
Mi
dulce flor en éste invierno gris,
mi amado potro de ojos negros:
¿Quién
fuera el artesano de esos pechos divinos,
de
tus flores oscurecidas con el paso del tiempo,
y
ser una roca en medio de tu cuerpo ágil y fuerte
para
que puedas recostar de tu hoy, tan elegante cuerpo?
Eres
el andaluz donde el verde de mis ojos espera,
aquí
hay abundancias de praderas,
desperdicio
y soledad.
Allá,
no sé si tus ancas sean ligeras
si tu relinchido quiebre otras praderas;
pero
estaré siempre
en
lo más alto de la cuesta,
mientras
llegas…
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
marzo 27/13