Viernes,
5 de junio de 2015
TE
VI [41]
Ni
creas que te miento,
te
vi cuando alzabas tu mano,
herías
sin motivo y castigabas.
Quieres
ocultar tu mal
compras
tu verdad con dinero
y
cambias tu prisión por libertad.
Te
vi cuando ahogabas su vida,
tus
brazos fueron espadas
que
se doblaron en medio de todos.
¿Qué
hicieron?
¿Por
qué razón han dañado a mi flor?
Estaba
ahí sembrada con amor
y
tú, amigo de nadie,
fuiste
la sombra que segó el trigo
y
esparció en el fuego mi obra.
¿Ahora
qué harás?
Hay
un castigo que te impondrás:
Tu
conciencia será un ente que te persiga
hasta
que pidas perdón, y te perdones,
usaste tu mano para acabar mi obra.
Pasaban
como sombras
su
angustia la sentí y sus llamados,
muy
asustado estaba mi potrillo,
se
creyó en soledad
pero
en mis brazos le cargaba.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 5/15