SANTA RAQUEL [34]
Ya
todo volvió a la normalidad, el malabarista dejó de darse patadas en la cabeza,
mamita está en la montaña con su bebé pequeño, abrigado a sus tetas llenas de
leche, y me despido por hoy, /les cuento que no sabía que era día festivo, es
que cuando ocupados, el tiempo vuela, las ganas se olvidan, y el corazón se
entretiene con las flores del camino.
Regresó una sonrisa a casa, todo vuelve a la normalidad, patacón pisao, atún,
refresco. Si el estómago está lleno, todo vuelve a la normalidad, a veces
pienso:¡qué ingratos somos!, ¿qué sentirán los niños del cielo, si ni siquiera
carroña les dejamos?, y de los otros niños, los que se abusan cada día, ¿será
que para navidad los recordamos?, ellos no comen juguetes, un regalo por un día
del año, necesitan alimento, abrigo, pan, pero para el resto de sus vidas, o al
menos, mientras puedan tomar aliento sus cuerpos, y salir a emprender vuelo,
como los pájaros del monte...
No soy de las que regala tanto, pues no hay mucho, pero no me gusta vender
muebles usados, si tengo para comprar unos nuevos, alguien recibirá con amor
los usados, siempre que estén en buenas condiciones, no soy una
"santa", tal vez primero llegue al infierno y después en un descuido
del diablo me escapo para el cielo, ¿será que existe?, tal vez el infierno es
lo malo que vivimos aquí, y el cielo, es el bosque, las montañas, el agua
cristalina...
Nos vemos en la noche, si acaso el dueño de la parcela lo permite, disculpen
por llenar sus muros, es un vicio que tengo de escribir todo lo que pienso.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 23 diciembre/13
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