miércoles, 9 de octubre de 2013

MIS SUEÑOS [91]

MIS SUEÑOS [91]

Bien, como ya se arregló aquí todo, entonces les deseo muchas cosas lindas, que se cumplan cada uno de nuestros sueños, que llegue abundancia en salud, paz, amor.

Les contaré que desde hace muchos años he tenido sueños perturbadores, toros que se lanzan sobre mí,  finalmente nunca logran hacerme daño, serpientes de una y de otra manera me atacan, pero tampoco han logrado herirme, una casa muy antigua con otra familia pero con la misma madre, otros hermanos amorosos a quienes amo,  otras hermanas, los de ahora no aparecen en ese sueño, pero a mi madre no me la cambiaron, entonces creo que nunca morimos, que pasamos de un estado a otro, luchando contra los peligros, avanzando hacia no sé dónde, y cada uno de mis sueños, han tenido algo que ver en mi vida.

En realidad dos toros me han perseguido, el uno me tomó en medio de sus cachos y me lanzó hacia unos espinos que me protegieron de caer a un precipicio en Zapatoca, y sólo salí de ahí con algunos rasguños, el otro fue hace como 5 años en un pueblo de Boyacá, vi algo en sus ojos y le dije a mi hermana que corriéramos, el toro supuestamente manso, se soltó de la mano del campesino y nos persiguió más de una cuadra, hasta que milagrosamente apareció una puerta abierta y nos escondimos ahí, llegó a resollar fuerte, como lo había visto en muchos de mis sueños, y la pesadilla terminó siendo una realidad.

Un enemigo, hombre o mujer han aparecido y alguna vez una de las serpientes tenía dos cabezas y los rostros eran conocidos, le conté el sueño a mi madre, pero ahora no diré quiénes eran. Hace unos días, una serpiente terrible que mordía la tierra de un negocio, gorda y agresiva, y algo sucede, en ésta semana soñé con tres serpientes terribles, ya les conté que una macheta estuvo en mis manos en el momento justo, que deseaban herirme, y les volé la cabeza;  la mitad de la una palpitaba con esa bolsa de veneno que parecía salir, a otra la partí por la mitad de su cabeza, y a la última moché su cabeza de tajo.

En el paseo de ayer, en semejantes trochas de la era de los dinosaurios, cuando mi ángel caballo de color blanco se hundía entre las rocas, espeso barro, parecía que volaría lejos... y en un pantano, casi la mitad del cuerpo, ahí se detuvo y sentí miedo...

Si el caballo no quiere seguir, toca mirar... y sí... una mapaná, y al segundo otra, parecía que estábamos cerca de donde estaba la madre, y el joven se asustó, pues dijo que eran más peligrosas las serpientes pequeñas que las adultas, ya que su veneno era más potente, ellos saben, son nativos de ahí, dicen que hay que abrirlas y tomar la hiel, es el antídoto cuando una víbora de éstas los pica, sino chao, y nada sucedió, ellas murieron, a machetazos, ahora estoy aquí un rato más, cada pesadilla termina siendo una realidad de la que salgo bien librada por obra y gracia de mis ángeles del cielo

Entonces ahora, escuchando a Cortázar, decidí que voy a mi oficio, Sarita me preocupa hoy, está enfermita y triste, cada día una sorpresa, será como el palpitar de una estrella, que nos ve desde el cielo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre/13


MI MONITO [92]


Anderson y Jessica/12

MI MONITO [92]

¿Cómo evitar una lágrima si un ángel nos ve?
¿De qué manera puedo mentirle a la lluvia?...

¿Cómo lanzar versos al viento
sabiendo que dolerán,
y decir que un cóndor en vuelo,
no seas tú?

¿Cómo no doblar las rodillas, ante  incierta espera?
Pero si nada doliera, ¡si nada faltara!...
Es como si un lirio en el valle alguien lo sufriera
sabiendo que retoñará otro a la  mañana.

¿Cómo vivir sabiendo que no estás?
Más a todos llega un consuelo;
una pluma de garza que toca  el azar
y ante nuestros ojos se posa en el mar.

¿Qué no estás?...
Te haces presente al segundo,
al soplo del rocío sobre las flores,
al beso del sol sobre las montañas...

Vienes y vas,
eres cada día un despertar,
reconociendo en los suspiros y  aromas
a ese Dios, dueño de todo,
que nos prestó tu vida
para hacernos reír,
cantar, danzar...

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, octubre 8/13

COSÍTAS MÍAS 2 [93]

COSITAS MÍAS 2 [93]

El Rincón del Vago no se ha ido, aquí estamos después de un leve descanso, pensando que el exceso de vanidad opaca nuestros valores.

Es verdad, vamos por el mundo con la cabeza puesta en tonterías y olvidamos fácilmente que somos aves de paso, hojas de cualquier otoño que se irán con una leve brisa, en ese segundo en que el aroma inconfundible y poderoso se acerque a nuestra ventana, para advertir que llegó la hora, esa hora mágica de volar como las águilas.

Ayer nos miramos con recelo y desconfianza, todo lo malo que nos sucede lo achacamos a otros, sus errores se pagarán en el camino al igual que los nuestros, o tal vez nada suceda, serán felices muchos, lo seremos, mientras otros llorarán y pensarán: ¿por qué a mí? ¿qué daño hice a los demás?... Son cosas que nadie comprenderá, tal vez vivimos otra vida y algo quedó pendiente en esa balanza, aquí o allá…

Creo que no moriremos jamás, estamos por ahí como un ave, con el estuche prestado de un colibrí, con las alas de una mariposa, todos somos almas sin tamaño, y que vamos y venimos con el tiempo, siendo abono, parte de la misma madre naturaleza, de un todo o una nada que no comprendemos ahora.

Un día lleno de amor, hoy nos vamos a dar el gusto de perdonar, todavía guardo algo en mi corazón, pero se irá, con éste suspiro, nada quedará después del vendaval, serán escombros que se renovarán al regreso del sol en medo de nubes grises que como una cortina se esfumarán, para mostrar esa esencia dorada que nos bendecirá luego.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13



TAIRONA [94]


Tairona, Santa Martha, Colombia.

TAIRONA [94]

Tairona, Santa Martha, Colombia.

Ni siquiera la cámara puede captar los azules tan hermosos de sus aguas, el transparente, al más cobalto joya de todos los azules.

Así son las playas del Tairona. Bajando la gran montaña, al fondo, están mis sueños, en una isla solitaria, y ahí la descubrí, hasta ese lugar iré con mi amor, el que viene entre las brisas de diciembre por mí,  y no haré ninguna mueca, porque el destino siempre nos tiene algo guardado y no todo es malo, haremos quite a los aromas oscuros, para que lleguen tormentas de abrazos y besos.

No habrá queja ni llanto, sólo sonrisas y lágrimas, tan claras como las aguas benditas que permanecen aquí, esperando que el amor llueva y las arenas se peguen a las desnudas pieles, siendo verdaderas joyas luciéndose ante la magia de un paisaje que ya perdió su virginidad, pero continúa atrayendo a seres que desean un poco de paz y libertad.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 8/13



EL PALETERO [95]


Parque Tairona. Paletero

EL PALETERO [95]

Parque Tairona. Paletero

Gritaba todo el día el paletero: ¡¡paletas, paletas!!
¡¡Traía 100 y me quedan 99!!...

Era de noche y el paletero con su carga.
Nadie compraba, sólo unos cuantos,
y al subir la montaña con sus paletas,
me pareció que no renegaba;

sólo una sonrisa llevaba llena de bendiciones
para servir de guía a quien estuviera solo
en esos caminos que él bien conocía.

¡Gracias a Dios subí la cuesta!,
/hoy no vendí muchas paletas...
espero a mañana /lo dijo con una sonrisa mueca.
Vendrán tantos turistas, que se vaciará mi cava,
y podré traer un surtido nuevo para volver a casa.

Sentí un poco de pena por el paletero,
pero después, comprendí que él estaba feliz,
no le pedía mucha fortuna al camino,
más si, la estación para dar contento a otros
y continuar cuesta arriba y cuesta abajo,
con su pesada carga...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 8/13





JOYAS DE LA NATURALEZA [96]


JOYAS DE LA NATURALEZA [96]

Si comprendiéramos, que el oro y las piedras brillantes le pertenecen a la tierra y no a nosotros, nos daríamos cuenta también que hay verdaderas joyas vivas en el planeta.

Nuestra madre no merece todo el daño que le hacen quienes vivimos de la vanidad, cuando ya no estemos, nadie llevará un solo gramo de oro a nuestra parcela 2x1, pues ni aquí ni allá, es necesario.

"No acumulen riquezas ni baratijas en sus hogares, sólo servirán de estorbo y más trabajo para las mujeres, quienes serán las esclavas que tendrán que ocuparse de su falso brillo". Pedro Agustín Rueda

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla octubre 9/13






COSITAS MÍAS [97]

COSITAS MÍAS [97]

Buenos días a todos, un poco de música nada más y veremos cómo continúa el día, lo cierto es que abrí los ojos a un sueño nuevo, y en medio de las tareas repetidas de las cuales me dicen: ¡no se queje tanto!, pues sí, me quejo, ¡detesto cocinar!, ¡me aburre recoger el desorden ajeno!, ¡arreglar y arreglar siempre lo mismo!, ¡la falta de compromiso y ayuda de los demás!, todo esto y más me tiene aburrida, al menos ese derecho a quejarme alivia un poco la carga, ¡qué no se quejen las rocas!, pero aun así respiran por sus heridas, los santos se extinguieron hacer rato.

Quiero una casa pequeña pero sin cocina y un restaurante en la esquina. Dejaré que mi Jefe amado guíe mi camino sin enredarme en pensar en nada.

Pero también quiero un amante, tampoco me duele decirlo, me han adornado la cabeza durante toda mi vida y no me da ni pena confesar en público, ¡ni más faltaba!, a ésta edad puedo decir todo lo que se me antoje, y por eso, no dejo de ser la dama de siempre.

Quiero que mi amigo esposo, encuentre la felicidad con una mujer a quien pueda amar, que no se enrede con cualquier gumarra, pues debe evitar enfermedades,  ¡no pasa nada que lo diga!, él también merece ser feliz y no tenemos por qué vivir encadenados ni condenados a estar juntos, tampoco me duele repetirlo, para él muchas bendiciones y que el agrio del rostro se le quite en el camino.

Un hermoso día para todos con las bendiciones, salud, paz y amor que han de llegar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre/13




JOAQUÍN, EL CARPINTERO [98]

JOAQUÍN, EL CARPINTERO [98]

Hoy me antojé de Joaquín, así se llamaba un carpintero que me regaló muchas sonrisas, volaba por toda la casa, tenía un pequeño árbol en donde dejaba su comida, volaba a mi hombro y cuando estaba enojado me picaba las manos como si fuera un tronco viejo, pero después volaba, abría sus alas rojas, negras, blancas y con esas pequitas lindas, me hacía soñar en sus bosques.

Pero un día alguien decidió robármelo, y como no era mío sino del aroma del bosque; Joaquín se les escapó y ante mis ojos y una sonrisa, lo vi partir.

Después regresó, muchas veces, le hablaba y cantaba con ese son característico de ellos.

Por ahí de vez en cuando lo escucho, no sé si es él, o son sus hijos, pero cierto día, le hablé y se acercó un poco para luego hacerme fieros y volar, lejos de la cárcel que le ofrecía mi corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13




UN ÁNGEL LLAMADO CANDELA [99]


Candela, el angelito.

UN ÁNGEL LLAMADO CANDELA [99]

A una pequeña que conocí en Internet, queda su esencia aromada en mi blog, su cabeza rapada, y esa sonrisa que puede abarcar el mundo hasta tocar mi corazón y partirlo en dos.

El angelito abrió sus alas y se fue a jugar a las estrellas. Termina el dolor y el calvario de un ser pequeño e indefenso, a veces nos hacemos tantas preguntas sin respuestas, tal vez ella cumplió antes que nosotros lo que tenía que hacer aquí en la tierra, y con su dolor muchos pecadores nos hemos salvado.

Para la familia de Candela, un gran abrazo, aunque me involucré en un instante al ver sus ojitos, pero sin reclamos, Dios la quiso para el cielo y allá sólo habrá alegrías en medio de muchas flores, desde donde se comunicará en el silencio, con todos los seres que tuvieron la fortuna de tenerla cerca, como un préstamo, pues nada nos pertenece realmente, todo es del aroma del viento y a él regresa en su tiempo, y hoy fue su tiempo.

Una estrella más nos verá hoy, cuando en el anochecer queramos descubrirla.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre/13

Es una pena que hayan desaparecido todas mis imágenes, no comprendo, ésta parte es un poco gris para mi débil entendimiento.


A UNA MARIPOSA/Candela [100]


A UNA MARIPOSA/Candela [100]

Nada te afane, si no me escuchas reír,
ni te perturbes, si no me ves llorar,
ni te quejes, cuando todo haya pasado…

Nunca olvides que fui un préstamo para ti
sólo un regalo en estuche pequeño…
Una flor, una violeta del campo,
y al campo retorno
para no ser tu invierno.

No sufras tanto que no pueda volar…
Me detengo un instante y acaricio tu rostro.

¿No sientes acaso,
en el silencio de tu alcoba,
mis manos?

Un leve suspiro anida en tu pecho;
una mariposa cruza  a tu lado
y por alguna razón se detiene...

Estoy en donde no existe el dolor…
Has de ser feliz, porque ya no sufro.

Un verso he tejido en tu corazón
y como una oruga he abierto mis alas,
para que brillen,
ante los rayos del sol.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13





CUANDO UNA MARIPOSA [101]

CUANDO UNA MARIPOSA [101]

No hay engaño, si el estuche se abre, y una mariposa vuela...
He visto el tornasol de sus alas... /tan azules se plantaron frente a mí.
Pareciera un trozo de cielo vagando por ahí
y en medio de todo, un sueño le pedí.

Regálame un suspiro de mar, y entre lágrimas me inundé de sal.
Obséquiame el verde esmeralda...y el bosque cambió sus hojas.
Dame un poco de alegría... y estaba feliz viéndome de nuevo al espejo,
cuando entre la penumbra, la danza terminaba, y sus alas se quebraron.


Entre el hálito perfumado se perdió… /ahí despuntaba el día
y se hacía eterna la primavera…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13









UN INSTANTE/Candela [102]


UN INSTANTE/Candela [102]

Candela, un ángel que abrió sus alas hoy, para ir al cielo.

No hubo desidia, ni flojera…
Del color de la arena más blanca
con un coro virgen de olas,
por ahí descalza
avanzó sin temor,
la pequeña…

¿Quién detiene a la niña?
Ni el llanto siquiera,
cuando se abre la cárcel
el dolor no castiga.

En el instante del hálito
busca un sendero
y al fin,
entre brotes de lirios,
lo encuentra.

¡Tan descalza y tan blanca!...
¡Tan linda!... /tan bonitos sus ojos cerrados
con tan enormes pestañas…
Su boquita parece de un ángel,
/¿no es acaso, un querubín prestado del aire?

Se vistió con traje níveo  de seda,
adornó su madre una diadema de perlas,
y en su alma un suspiro
para ver a su reina.

¿No era acaso ayer
que el río lloraba angustias?
Sus rocas se volvieron arena, ¡ya no duelen!

Sólo vienen sus lágrimas,
son pequeñas gotas viajeras
que se posan en un ramo de rosas,
¡para abrir sus botones al cielo!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13





UN DÍA MÁS [103]


UN DÍA MÁS [103]

Desperté sin deseos de hablar…
Dije que esperaría lo que el día me trajera.

Una blanca paloma abrió su celda
para encontrarse un poco más allá del sol;
y en medio de todo, continúo un día más,
agradeciendo al sembrador de sueños
quien desde mi balcón anuncia perlas nuevas
que mañana partirán.

El árbol de mi otoño se ha quedado solo
ya no hay quien riegue una flor,
pero en éste mutismo de un nuevo día
siempre he de voltear el rostro y bendecir
por el milagro de existir.

Ayer renegaba por todo, me parecía arduo el trabajo
sin paga ni recompensa, como un esclavo del ayer;
pero descubrí que muchos no tienen que hacer,
ni siquiera levantan una pluma, ni tocan un violín,
sino que corrompen sus carnes con venenos
y entre malditos humos, corroen sus pieles.

Se pudre la carne y no espera a morir
sino que en vida, le roban a Dios su obra
para convertirla en desechos vivos
que ni los buitres podrán aprovechar.

Es duro ver tanta cosa…
He visto a una niña luchar por vivir
mientras jóvenes con toda su salud
se pierden en sus vicios
sin un motivo ni una razón,
para ser muertos vivos entre las sombras
que nos hacen palidecer.

Termina el día y comienza la noche…
Aguardo un rato más por el amor,
llegará en cualquier instante estoy segura
si evito pensar en él.

Nada me acobarda, espero la felicidad…
Una hoja acaba de caer, tan dorada y limpia,
y en el rojo color de la tarde se oculta el sol
para que la reina de la noche,
aparezca entre las sombras y nos imponga poemas,
donde el amor sea el motivo
con un corazón que palpite por destino.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13