jueves, 22 de noviembre de 2012

TE QUIERO


TE QUIERO

Te quiero amanecido entre mis brazos
Perdido en el manantial de mi cintura
Abrazada a tu sueño junto al mío,
Como una enredadera vencida en el tronco  de un roble.


Te quiero, como el atardecer que espera ansioso una luna
Y viaja a escondidas a buscar otros cielos
Para encender de amor las praderas, entibiando frías montañas
Donde ante su candor florece la vida.

Te quiero… si… te quiero…
Ven y navega en mi barca
Absorbe tu pasión como una fogata en mi piel
Descubre la luna enamorada
Que viaja solitaria ,
Y como una novia abandonada
Viste de violetas la noche
Adornando  de luz divina las estrellas.

Te quiero… tantas veces te lo digo…
Cuando la música de Cortázar
De éste amor que se vence sobre un piano
Y sus dedos acarician los candores de una dama
Cerrando los ojos ante una nueva melodía.

Te quiero… miles de noches, de lunas, de amaneceres
Cuando abren las rosas y el viento las besa
Cuando el colibrí sediento las toma y seduce
Dejando a su paso un beso sobre sus vientres.

¡Te quiero…! ¡Te quiero…! ¡Te quiero….!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 22/12

TE ESPERO 2


Fotografìa familiar: Liz Nayibe Àlvarez Rueda Barcelona-España

TE ESPERO  2

Donde la voz de tus pensamientos retorne a mi barca
Y el dolor de tu ausencia no me deje seguir
Abrazada a la fragancia de la tarde
Cuando tus pasos presienta en mi jardín.


Te espero… lo sabes…
Pueda ser que tu regreso nunca sea
Encontraré cualquier sitio en el camino
Sobre mi puerta vieja que conoce mis sueños,
Y la ventana que se roba mis suspiros.

No habrá amanecer que no te recuerde
Ni atardecer que no me vista de dorados
Ni anochecer que me encuentre dormida
Pues aún cuando vencida duerma
Esperaré que cierres mis ojos
Y dejes una flor encendida.

Te espero… siempre lo haré…
Confiaré en la luz de una luciérnaga
Cuando me arropes porque aterida me encuentras
Y sabrás que en otro sol estaré desnuda
Ya sin el disfraz de la mentira,
Con una aurora de alas coloridas
Comprenderás lo cruel de mi larga espera;
Y lo difícil de una despedida.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 22/12

SOÑANDO QUE VIVO





SOÑANDO QUE VIVO

No me importó la soledad, ni la tristeza…
cerré los ojos un instante… imaginé que amanecía
que sobre tus brazos la vida seria eterna

navegando en nubes pasajeras,
En versos que me recordaban lo frágil de la vida
como el idilio fugaz de una mariposa
y presentí que debía beber de tus labios hoy;
que cada segundo que marchaba, era uno menos para amar
una oportunidad para aprender que la vida no es más
que un son de reloj, que en un instante se apaga…

Las rosas aparecieron en mi sueño
con pequeñas gotas de roció como perlas de colores
copiando toda la belleza y el esplendor de la fantasía,
creyendo que la vida es para siempre,
desnuda, con el beso de la brisa y las olas, entonando una nueva canción;
perdida en la locura de la mente, que viaja a donde quiere, reinventándose…
como un pentagrama en blanco,
Que pronto llenaremos de notas fascinantes
alimentando el ego de existir y vivir, como si no muriéramos mañana
o tal vez en un segundo…

Descubrí la gigante luna tan bella, como ese regalo infatigable
soñé con un dorado sol besando las playas vacías de mi existencia
donde se renovó el amor, las flores retornaron a mi mesa;
las miradas encendidas y las humedades regresaron al estero,
tus detalles adornados de rojas flores, tus caricias
como la miel que tibiamente se desliza entre la lengua…

Al despertar, descubrí que soñar nos devolvía los anhelos
que la siempreviva adornaría, sin importar que pareciera una flor muerta
que al abrir los labios sentiría los tuyos en los míos,
y con el encanto de saberme viva una vez más…
cerré los ojos… y seguí soñando…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 19/12

SI ME PREGUNTAS




Imagen: Salomè. Fotografìa Liz Nayibe Àlvarez Rueda/Colombia



SI ME PREGUNTAS

Si preguntas cuánto te extraño
Tal vez mis flores te den una respuesta
Siempre alerta mi corazón 
Aclarando dudas y buscando nuevos “te quiero”.


Si quieres saber en qué ando
Puede ser en la inquietud de una respuesta
Donde tus pensamientos estén junto a los míos
En la rueda de la vida, como una fortuna prestada
Que marchará veloz en cualquier momento.

Si me dices que algo sientes por mí
Tal vez te responda que no soy ajena a tu sentir
Y pueda tomar de tu jardín alguna primavera
En tanto cambio el agua de mi cristal, y las renuevo.

Si quieres que te diga que hay una esperanza
Lo confirmaré cuando abra la puerta mañana
Estés ahí… y pueda correr hasta tu cuello y abrazarte
Replicando a una voz sobre tus labios, que también te amo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 22/12

ASOMAN LOS CAFÈ


Fotografìa Liz Nayibe Àlvarez- Paderborn-Alemania/12

ASOMAN LOS CAFÈ

Un nuevo día muestra las sombras
Y en fila como navegantes sin destino marchan
Aunque a ratos descansados los veo por las riveras
Marchan en veloz carrera como vástagos heridos

Los robles con olor a pino y corazón de cedro.

Sus ramas de ese entrañable color de la vida
El apetecido dorado que nos hace suspirar
Indican nuevos otoños que tal vez esperen
Donde una primavera cambiará su rostro,
Encendiendo el valle de verdes matizados
Cuando la luna celosa los vista con trajes de seda.

Aquí voy… me quito las sandalias y continúo
Es duro el andar pero me alivianan tus ojos,
Es pesada la carga, pero imagino tus brazos y el dolor se esfuma
Y una corriente embruja mi rostro y lo enciende.

¡Qué divino color el café…!
Amo su fragancia, las entrañas de mi madre tierra
Suspiro con la brisa que me trae el olor a guaduales
Cuando lloran al caer la tarde.

Y al fin cansada y sudorosa temo descansar
Cuando una colcha de resecas ramas forman un nido
Y una calandria canta en una apartada rama
Enamorada de la voz de un mirlo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 22/12

CUANDO UN NUEVO SOL



CUANDO UN NUEVO SOL

Cuando aparezca un nuevo sol
Estaré despojada de mentira
Su luz inundará todo mi espacio
Y volaré como un ave sin heridas.


Una estrella matutina me recibirá
Y en sus brazos descansada y feliz
Un ramo de orquídeas me esperará
Y un roble alzado en belleza entonará cánticos
Que brotarán de sus enormes ramas.

Una cascada nace desde la montaña
Y caminaré con todos los que ayer sufrieron
Olvidado el dolor y la nostalgia.

Muchos ojos de luz y mágicas cometas
En un cielo tan divino y tan soñado
Será ese ángel de doradas alas
Cuando el sol bañe los trigales.

Estarás ahí… mi reina
Encontraré los brazos de mi padre y sus negros ojos
Y sus alas tan inmensas donde encontraré refugio
Desnuda y descalza como llegué
Me habrás hallado.

¡Ah vida…! llanto que quebranta huesos
Dolor que acuna en nuestras viejas heridas
Vencido serás en otros Lares
Donde los labios se nutrirán de besos
Y las lenguas húmedas de dulces palabras.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 22/12

SILENCIO...


SILENCIO… L4R

Calla… nos cerca el invierno
Arrópame que tengo frío...
Humedeció mi ventana
Callaron los mirlos… 

Volaron los alcatraces
Las hojas cayeron y los troncos
Parece que descansan.

Una fría nieve cubre el verde de mis cerros
Las pequeñas casas parecen de luz
Y un caminante vestido de rojo
Viene de cualquier parte,
Surca el mar, cruza todos los puentes
Sin importar si sus pies están llagados

Silencio…
Aún bajo la nívea espuma se escucha el rumor de la corriente
El caminante con su enorme carga nos persigue
Trae todas las sonrisas que ayer marcharon
Viene lleno de esperanza con su mirada perdida…

Temo me encuentre despierta y cierro los ojos…
Dejo la luz de mi lámpara encendida y lo espero
Mi corazón palpita como gacela perseguida
Mis labios se humedecen y mi piel tiembla,
Más una tibieza retorna cuando su luz llega.

Blancas estrellas parecen titilar en su mochila
Perfuman los luceros y el miedo desaparece...
Escucho sus pasos al marchar y de improviso corro
Pero ya no está… una rosa escarlata espera…
Tal vez el morral quedó abierto
Y ella se destinó para mis manos.

Un nuevo caudal recorre mis venas
Su olor parece a madre que ha retornado
Su calidez es como de un pichón bajo las alas de un jilguero
Y a pesar de mis oscuros miedos,
La guardo en mi corazón y dejo mis huellas
Que de a poco se borran con un poco más de nieve.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 19/12