miércoles, 30 de diciembre de 2015

GENTE MENUDA (4)

GENTE MENUDA (4)

Para encontrar oro puro, primero tenemos que sacar el cascajo, luego la arena más gruesa, poco a poco, y finalmente, en esa oscuridad que habita el fondo de una vasija y mucha paciencia, se encuentra arena negra muy fina, que a punta de fuego se derrite, dejando salir su alma dorada y pura, así como el sol en medio del océano cada mañana.

Entre más "menudo", más oro puro, cada ser en el universo es como un grano de arena, no podemos discriminar, sí separar, pero las cosas, no a las personas.

Así  a veces nos apartan, cada quien usa lo que más le agrada o está con quien mejor se siente, pero es que tratamos a los seres humanos como si fueran cosas, los comparamos con zapatos viejos que no tallan ni lastiman, aunque en verdad sean dulces zapatos de tela, entonces esos son los que debemos desechar, con esos no debemos estar para sentirnos bien, sin aceptar a otros que nos han servido, pero ahora ya no importan, simplemente dejamos de lado a esos tontos hediondos, según nuestro parecer de idiotas engreídos, para estar con los zapatos más brillantes, pero que finalmente nos dejarán los pies llagados, ¡así somos!

Es tal el egoísmo disfrazado de sabiduría, tenemos que ser inteligentes para aceptar que a veces nos convierten no en zapatos viejos, sino en pecuecas, porque sí. 

El envejecer es un desperdicio, seguimos siendo necios y arrogantes, los golpes no sirven de nada, ni las experiencias; no bajamos la cabeza, seguimos siendo seres ofensivos que despreciamos a nuestros hermanos y soltamos esas apestosas palabras que tanto hieren, lastiman y arrinconan.

Hacemos roscas para reír de otros, creemos que porque hay más dinero, y otro por alguna razón quedó a la deriva, somos más grandes y hemos sido más “vivos” para los negocios, ¡ojo con esas vivezas!, ¡vaya y venga, y yo tan santa!, y con éste vicio nos volvemos ancianos, creyéndonos sabios e inteligentes, pero a nuestro paso hemos pisoteado como burros a quienes debíamos amar y proteger.  Más inteligencia tiene quien calla y espera, la vida nos da lecciones fuertes, pero somos tan orejones que ni a las patadas queremos aprender.

Creo que debo confesarme para iniciar el año limpia, así es la religión, un amañar a la gente a pecar, empatar, comulgar y vuelva y juegue, esto sí que es doble moral.

Creo que tengo energías acumuladas, pues hace muchos años que no purgo mis pecados. Me condenarán a miles de oraciones, pero jamás a que discrimine a nadie por su tocado, ¡ni más faltaba creerme más apestosa que otros!

En este mundo unos pasamos por una cosa o por otra, pero por santos nada más la vieja Hipocrasia, que denigra de todos, pero a ninguno le sostiene nada.
                                                              
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 30/15





EN LAS 3 AVE MARÍAS (5)

EN LAS 3 AVE MARÍAS (5)

A veces, o casi siempre, nos quejamos, pero hay un ejemplo colgado de una esperanza, con ese trasegar continuo, más envidiamos esa libertad, ese vivir con desapego a todo lo material, menos a seguir luchando y sobreviviendo, en medio de un mundo cada vez más de cemento.

¿Por qué razón?, ahorita estuve charlando con el tipo que estuvo con su negocio en el parque 3 Ave Marías por más de 22 años. Ya no está en su caseta, sino que arrastra una bicicleta con tarros de café, su negocio ambulante para un hombre que toca la ancianidad.

Permitimos una iglesia, luego se tragan casi un cuarto de parque con algo de otra empresa, está la policía, está la estación de taxis, pero al más necesitado de todos, se lo llevaron lejos, le dieron un millón para surtir, /es un mercado de clase media, y nadie, según él, compraba. Le tocó cerrar y la mercancía vencida.

Ahora, viejo y cansado, tiene que arrastrar otra carga para sobrevivir, esto es lo que se vive, ¡una desigualdad social tan grande!
                                         
¿Qué pasaba si dejaban ese rinconcito para trabajar?, ya tenía 22 años de estar ahí, nadie había decidido echarlo, pues más que un estorbo, era un servicio para quien pasaba por ahí a tomar un tinto o a comprar semillas para alimentar a las palomas.

¿Esta es la clase de paz que estamos fabricando?, todo es apariencia, que se vea bonito, pero el señor del parque no lucía con los columpios ni las plantas nuevas que trajeron para adornar, esa es la única realidad en éste mundo de hipocresías, mentira y apariencias.

¿Tan pronto olvidamos que estamos aquí para morir, y eso no tiene rebaja ni estilo?, la muerte nos combina a todos por igual, ¿entonces? así como admitieron a otros, él también tenía derecho a un espacio para sobrevivir, es obligación ayudar, pero que esa ayuda sea tendiente a una mejoría de su situación, no a empeorarla.

Regresa en su bicicleta, es una carga demasiado pesada, vive muy lejos, pero ahí tiene su clientela de muchos años, luego se va cuando llega la tarde, exponiéndose a los vehículos y a los peligros. 

¡No es justo!, su navidad es muy triste, así la de tantos cartoneros que vemos por ahí a diario, y esa imagen de unas personas cruzando por una cuerda, hasta llegar a su veredita con una carga tan pesada, que a veces ni se siente, pues están acostumbrados a ésta lucha.

No olvidar las 3 Ave Marías,
Golpes de pecho,
Y la confesión.

¡Borrón y cuenta nueva!

¡Bendito sea Dios!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre/15







TE INVENTÉ (6)

TE INVENTÉ (6)

Te diré un secreto: anoche soñé contigo, estábamos en un sitio parecido a una montaña, no recuerdo tan bien, pero había un tipo tocando esa música hermosa que me gusta, con sonidos a bosque, a paz. 

En un momento, tenía a un bebé parecido a una ardilla, en mis manos, de negro y blanco, parecía un hermoso peluche, luego la coloqué en las tuyas para que la acariciaras. Ahí sentí que no tocabas al cachorro sino a mí, y en ese pequeño toque en mi sueño, sentí que el amor es muy grande y que puede traspasar todas las rocas y espinas del universo.

Has reparado mis alas, has tocado algo más que mi alma, cada día escucho en el ruido de las hojas secas, que la vida es una danza con muchas alegrías y hartas tristezas. Sin importar, es bella, y ese conjunto de ruidos contigo en ellos, la hace aún más hermosa. Debe ser, porque vivir es el sueño más perfecto de todos.

Otro día en este mismo sueño, mi Rey fabricó un castillo para mí, me ha regalado flores, sus aromas vienen con el pensamiento que los atrapa y los envuelve en un abrazo. Sus letras parecen lágrimas, siempre te dicen algo, alivian esas penas viejas tan amargas.

Mi Rey no tiene corona de espinas, es un Rey que vive en la tierra, en éste palacio de mi corazón que se llena de sonidos si apareces, y silencia un poco, para que nadie descubra un secreto de amor que cada día se crece.

Es un hormigueo en mi carne de insectos pequeños que tienen su fábrica en mí y su estación primera es mi corazón, en donde nacen todas las fantasías que traen esas pequeñas sobre su cabeza, parecen trocitos de hojas que volverán hongos y licor, para emborracharme con cada ilusión que halle, en los senderos rocosos de la existencia.

Quiero amarte, y que sea testigo el sol, hasta que dure éste consuelo para dos. Eso nació en ésta misma arboleda, aquí se crecen las amapolas junto a esas imágenes necias que tienen carita feliz ante tu mirada.

Mi amor, el poeta, puede tocar hasta mi alma sin que nadie se entere. Él me visita en sueños, llega en la noche, tranquilo, me ama todos los segundos, y no tengo que rogar una caricia, porque su presencia es parecida a un beso de sol sobre un pájaro herido.

No puede mentir el viento si un ave extiende sus alas, no puede mentir el cielo si un lago es bañado con la luz del sol, no puedo callar ahora que todo viene de Dios, que somos su espiga en ésta inmensidad, con adornos a música y rayos de luz de divina claridad.

Amor, ¿qué significado tiene en verdad?, parece la espiga dorada en donde se posa un peregrino de alas grises y entona una oración con sus alas extendidas, luego picotea de la semilla que se le ofrece y vuela hacia su pequeño altar bajo las ramas, con el pico lleno y el alma inflamada.

Es así de simple, el amor es la flor más olvidada por todos, pero sentida por alguien al descuido, en ese aroma único que atrae a un solitario, que sin buscar le halla en su camino, ¿acaso importa que sea soñado?

Puedo idear un amante, inventarte a mi acomodo, crecerte en mi corazón y transportarme contigo en un perfume, sobre espigadas ramas que se bordan cerca de una cascada.

¡Qué hermoso eres!, te inventé para mí sola, aquí no vendrá una coqueta con su zalamería a robarme tu amor, no será ladrona como siempre, sino que te desaparezco si quiero, si deseo no ensoñarme más contigo.

¿Viste qué fácil y económico es fabricar tu amor, en éste enredo que tengo en el pensamiento?

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 30/15



YO POTRANCA (7)

YO POTRANCA (7)

Pienso que puedo volar sin tener alas, me doy cuenta que soñar es regalado, extiendo esas alas del pensamiento, para tocar tu corazón y en ti hallarme...

Hay una estancia en donde cabemos todos y se llama espacio, es intocable, pero ahí está, nos cobija, nos abarca, nos extiende, es como una polvareda besada por el viento, se agita, se revuelca, se apacigua y desaparece…

Es ahora en que pienso que el amor más sublime es el de una madre, somos piel de su piel y sangre de su sangre, su grandeza es la infinitud de su amor, que nos cobija hasta después de ese frío que se roba su pupila, para llevarla cerca de Dios.

Me atengo a pensar que mi padre colocó parte de mis ojos y éste corazón rebelde, que se inclina a pesar de todo, hacia ese lugar donde se fabrica el amor y se expande, como una onda que fabrica una gota de rocío sobre un lago en quietud.

Corro ahora detrás de mis sueños, no son tan grandes que no pueda alcanzarlos, ni tan pequeños que no pueda abrazarlos, todo es cuestión de esperar, pues la paciencia de una roca es su fortaleza, y la de un caballo es su nobleza.

Es un gajo dorado mi existencia, una hoja verde o seca. Si la brisa se antoja, me derribará, pero antes, danzaré hacia tu falda abandonada a tu gracia.

Sigo soñando y me quedo en tu pecho, me gusta tu olor a macho, paso mi lengua por tu cuello, luego sacudo mis patas y me pierdo con esa arrogancia de potranca a seducirte arriba de la cuesta.

¡Has llegado!, cada una de tus caricias invita a mis ancas a una oración, ¡Ahhh! ¡Cómo relinchas mi caballo!, no quiero perder esa apuesta que hice por ti, para quedarme el tiempo que me regale la vida a tu lado.

Soñar, reír, cantar, ¿qué tanto puede costar?, ¿qué tanto mal nos hace llorar?, se limpian los ojos, y al mirar los tuyos, todo es un enorme pastizal…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 30/15



SOBRE LA MESA (8)

SOBRE LA MESA (8)

Aquí está mi verdad,
¿A quién mentimos?

Sobre la mesa un aroma,
La vida de un roble
Testigo de mi amor por ti,
Acunando flores en mi falda
Y besos tibios en mi frente.

A ti entrego mis cartas,
Sabes que no miento,
Y tú conoces mis adentros
De carne roja y tupidas venas.

En un cristal de arenas blancas
La vida se fundió en llamaradas,
Y en medio de su dolor fecundó un espejo
Que guarda mis mejores pensamientos
Para ser tan noble,
Que en sus entrañas
Mi pequeño corazón fundara.

Sobre la mesa dejo un ramo de flores
Tan hermosas como tu mirada,
Para que un colibrí las bese
Y vivan como yo, de ti prendada.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 30/15