martes, 30 de agosto de 2016

¿EN DÓNDE? (3)


¿EN DÓNDE? (3)

Eres tú el motivo,
La miel blanca
Que llena de maullidos el alma
Contando plumas y versos
En la cálida brisa de esta mañana.

¿En dónde te he de hallar?

Ayer me pegué de tus flores;
Parecían negras violetas
A las que mis ojos ansiaban
Con el pecho tembloroso
Y el alma motivada.

Alondra pasajera
Que arribaste a mi ventana:
 Un día cualquiera
Con los ojos abiertos
Me dejaste sin un abrazo,

Ni la voz coqueta
De las flores que perfumaban
Con su dulce música,
Al beso del viento en mi rostro.

¿Qué haces hoy?
Aquí estoy maullando día a día,
Parezco una gata perdida
En el arrabal de la existencia.

Más se previene una tormenta:
Lloverán escapularios a María
Y oraciones dulces
Con sabor a nata y caldo virgen.

¿En dónde estás amor?

Ayer pasé por tu casa
Y no te vi en el rincón,
Pero maullaba una gata
Esperando tus cariños
De leche blanca y fresca
Servida en un tazón.

Ahora duerme y ronronea
Versos que se vuelven canción.

A la luna le versea,
Al tambor le busca un son,
Y a la guitarra le saca coplas
Que tengan tu color.

Raquel Rueda Bohórquez
30 8 16




ESPÉRAME/a Juan Gabriel (4)

ESPÉRAME/a Juan Gabriel (4)

"Espérame en el lugar de los colores,
Donde habrá un retorno de golondrinas,
Y las rosas y cardos, no tienen espinas".

Allá, donde la luz del sol se queda
Y viste la carne con plumas de gamas
Cual guacamayas sobre las ramas.

Allá donde el cielo es parte de nosotros
Y la blancura de la nieve
Adorna con gracia y hermosura el rostro.

Espérame cerca de la estrella azul de mi madre
Y la inquieta de mi padre;
Esa que parece un abrir y cerrar de luces,
Y en su vaivén, el rubor de la luna trasluce.

Espérame donde se inventó la música en los pájaros,
Y el Director de Orquesta
Planeó una fiesta de grillos en el bosque
Para que las ranitas cromadas de intensidad,
Cantaran sus amores.

En el nicho donde anida el colibrí,
Cerca del manantial que nace
Y la quebrada que se crece en la montaña.

Eres la cigarra azul que llora en mi árbol,
Porque fuiste parte de todo lo hermoso que viví,
Y en tu silencio, al fin,
Una lágrima regó el huerto del amor
Donde se agigantan los anhelos
Y las guitarras se hacen festivas en tu honor.

Sé que no te irás a ningún lado,
Que eres parte del paisaje más dulce
Donde se cantan serenata las flores,
Y las luciérnagas no paran de brillar.

Espérame un tanto “Querido Divo”
Que tú estarás aquí, al escuchar tus melodías
Y verte salir de charro blanco prohibido,
En traje de luces bordadas en estrellas
Brillando en la mirada y rodando en silencio,
En la soledad de mi alcoba.

Ahí, donde la garza levantó vuelo
Y se juntó con la bruma pasajera
Para ser en el cielo una comparsa de nubes,
Y en el bosque, una orquesta que cae,
Para que cantes como el mejor ruiseñor:

“Con los remos de tu corazón abiertos
Y tu mirada puesta en Dios”.


Raquel Rueda Bohórquez 30 8 16