lunes, 23 de septiembre de 2013

TODO ES LEVE [36]

Con Alirio, Norberto, Myriam, mi madre abrazada a mí, primer viaje a Barranquilla,
recuerdo ese vestido de baño de mi hermana, mis tetas pequeñas, mi vida tan feliz, y ella,
pegada de mi corazón como un cardón a sus flores.

TODO ES LEVE [36]

Todo es leve en la vida, pero los sueños permanecen,
el sol de hoy me hizo despertar un poco tarde,
no pude ver la luna que mirabas, me venció el sueño,
pero tengo tu imagen grabada en mi corazón,
deseo ser quien muerda tu boca y bese tu cuerpo.

Con alegría, a pesar de pequeñas espinas, inicio el día,
mañana no dolerá nada, ni siquiera esperar,
pues todos vendrán a ti, y como ave que surca el cielo
estaremos los dos, felices de existir,
y alegres de continuar el vuelo.

Despertar es una bendición,
¿Será que soñamos que existimos?
¿O existimos porque nos atrevemos a soñar?

Doblo el cuello ante mi amor,
ese amor lleno de estrellas y consuelo,
doblo las rodillas por ti, niño triste,
madre que sufre a tu lado...

Me vi al espejo y un lago claro divisé,
unos ojos tan azules, que parecías un cielo para mí,
tan hermoso y lleno de promesas
que una sonrisa al fin dibuja el rostro,
en tanto el corazón es una danza de lluvia
que me hace estremecer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/13





SOÑANDO 4 [37]



SOÑANDO 4 [37]

¡Qué verde está el bosque!,
Parecen esmeraldas vivas
y me guardo en ti para amarte,
me conservo limpia para tu amor,
sin importar más, tomaré la barca.

¿Puede el tren de la vida regresar?
Hay un destino marcado y es tu boca,
hay un sendero llano y es tu pecho,
hay una esperanza en tu corazón.

Mi roble amado, a quien tantos versos construí
hoy está lleno de brotes nuevos,
tus divinas flores son un acolchado
a donde llegan a picotear los mirlos,
y con bondad inmensa me regalan su cantar.

No parezco una hoja reseca y muerta
desde que arribaste para dejar tu amor,
ya no soy la burla de otros,
pues alguien fuerte y poderoso
me ha regalado un ramo de rosas rojas,
para al fin, llenar un cántaro vacío.

Encuentro apacible mi lago, tus ojos…
Eres la cascada que rebota,
enardece mis sentidos
pues cae un cúmulo de diamantes
a entregar su amor a las flores,
y saltar veloz a mis brazos.

Un regalo de lluvia fresca,
un árbol encendido en hojas para su otoño,
un bosque que espera primaveras.

Le pedí al Dios que transita con el viento
y me ha enviado tus ojos azules…

Le rogué a la luz de las estrellas pasajeras
y como un ave, retorno contigo a mi lugar,
donde seré tan amada y perseguida
cual del bosque los rayos del sol
y de tu boca la mía.

Me gusta ver,
Dios viento sacude las hojas
y mi otoño es un dorado;
las flores parecen felices niñas
si enamorado las tocas,
y yo, parezco una gacela libre
ansiando un beso de tu boca.

Iré contigo,
junto a mis pichones surcaré el cielo,
sólo espero ser feliz, me cansé de tu ausencia,
me aburrí de la falta de clemencia
y de tanto desamor en mi huerto.

Me dijo la voz del viento que esperara,
que nada es por siempre,
y en un instante de palidez en mi rostro
sin buscar nada, ni a nadie,
apareciste como un regalo del cielo
y tu brillo se ha quedado conmigo
para ser mi último amor, mi consuelo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/13

ASÍ QUIERO UN AMOR [38]

Alirio con mi madre amada 

ASÍ QUIERO UN AMOR [38]

Una llama encendida,
no importa la estación
ni la lluvia, ni el sol…
Basta con una mirada suya
para desnudar mi amor.

Y lo quiero manso como buey,
lo adoro tibio como un pichón,
lo deseo así como te veo,
bello lucero lejano, pero tan cerca,
¡como un deseo!

Así quiero un amor…
Tú esa sombra de rojos,
ese aliento a pinos tiernos
ramaje donde las olas me invitan
a canturrear un verso
que viene con el viento.

Y te quiero porque llegó mi hora,
éstos segundos de sueños repetidos,
estos calores como flama encendida
haciendo brotar colibríes de tu pecho.

¡Qué sol tan púrpura!, ¡qué rojos luceros!
Así es el amor cuando viene
y se confunde con tus lámparas encendidas
de tono azul cielo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/13 





FLOR DE LOTO 8 [39]

FLOR DE LOTO 8 [39]

Viendo hacia el bosque te descubro;
recibiendo besos de colibríes, me engaño,
si a un abanico de rayos me atengo
y a la sorpresa de un estuche de ojos negros.

Mira mi amor, siempre esperándote
a pesar de la enorme e insondable soledad,
a pesar de los ultrajes convertidos en tristeza,
y un imposible pareciera vagar cual sombra
ante un sueño regalado.

Abrí mis pétalos a un nuevo día,
ya no me parece inmundo el lago,
aquí mis hojas algún día estuvieron,
y la brillantez del sol me dio la mano.

Airosa levanto el rostro,
no hay nada consumado,
sé que suspiran las rosas a tu paso
y un niño de hermosa estampa
camina a tu lado.

Un poema me trajo el amor
era un día 9 de septiembre,
entre mi destierro y llanto un mensaje,
un poema a mi madre me inspiraba,
un talle de luceros en el cielo.

Me desprendí de una rama que me odiaba
para buscar tu afecto,
siendo fénix que resucita
después del fuego.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/13




OTOÑOS 9 [40]

OTOÑOS 9 [40]

Amo el color de los otoños,
adoro los desnudos árboles
que entregan todo,
que abonan la tierra con su vida
y con un aguacero se renuevan.

Quiero esos otoños finales,
que nos encuentre la vida suspirando
y anhelantes de todo, nos descubramos,
y deseosas de un beso, los esperamos…

Que no se quiebre una de tus ramas,
el sonido de mi tiempo clama,
el color luminoso que viene de arriba llama
y sueño un instante de rocío,
el calor y el sudor de cuerpos empapados
con todo éste amor por entregar.

Te quiero como te descubro
amor mío, que has llenado de luz mi vida.

¡Cuánta soledad era mi abrigo!,
más, cerca de un tronco un suspiro,
más cerca de tu pecho un latido,
y soñar que soy correspondida.

Me quedo con las flores consentidas,
me arropo con tus ramas extendidas,
para decirte,
que como el mar una sábana te cubre
soy olas, una niña para ti,
para juguetear en tus playas color arena
y después, de pasión morir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/13