¡¡LLEGÓ MI AMOR!!/A mi compadre [28] (1)
Como siempre,
descansada sobre mi ventana
descansada sobre mi ventana
el ayer se
esfumaba…
Las tristezas se
cristalizaron…
Observaba esa
lejana luna
parecía un globo celestial,
parecía un globo celestial,
mi mente en blanco.
Pronto, como se desviste el sol en las mañanas
sobre el verdor de
las praderas… ¡¡ahí estabas!!
¡Esa mirada
tuya!... ¡esa boca anhelante de mis besos!
Eras fruta apetecida,
madura, en su punto.
Olvidé las secas
enramadas…
El iris de colores
en el inmenso cielo,
ignoré los alcatraces, las gaviotas blancas…
Me deslicé sin pensar
en nada ni en nadie,
me aferré como
hiedra por tus brazos,
me vestí de tu
traje de seda canela;
y en un espasmo
incontenible,
con la fuerza de mi
amor aprisionado
aferrado entre púas
grises,
me quité la venda…
Entregué todo el
furor indomable de mi sexo
desvestí todas las amapolas del camino,
las dejé en tus
brazos…
¡Me perdí contigo con la fuerza de los huracanes!
Todo lo que soy se
quedó contigo…
Y como el mar y la arena… ¡¡nos fundimos!!
en el poder bravío de las llamas.
Y entre las cenizas
convertimos nuestro amor
en un diamante puro
que se talló sobre la roca fuerte,
a fuerza de esperar
por ti.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla, En
31/12