martes, 13 de mayo de 2014

MI PEQUEÑO GORRIÓN/ A mi abuela Eduarda

MI PEQUEÑO GORRIÓN

12 de mayo de 2014 a la(s) 15:49
"LO QUE MÁS AMO DE LA GENTE ES QUE SE PAREZCAN A UN GORRIÓN,
SU LUZ ESTÁ EN LA MIRADA, Y SU GRANDEZA EN EL CORAZÓN”
A mi abuela Eduarda


¿Has visto a la pequeña paloma?
parece una abuelita descalza,
tan gris y tímida, tan pequeña…

Anidó cerca del cielo
donde cultivó dolores y pesares,
y cualquier día quedó sola
venciendo harapos y hambres
a punta de pico y pala.

Conocí que hablaba con las estrellas
el día del cultivo siempre arrodillada
sabía de los años, cuando el sol,
y de las malas horas cuando su corazón
con  agónica espera le anunciaba
que una lápida se adornaría de perlas.

Hoy morirá alguien decía…
cantó una paloma en el platanal,
no cualquier paloma, la blanca de rabo largo
y cuando ella gime con tal tristeza,
es porque anuncia melancolías.

No regresó el amor aquél día
lo han vuelto picadillo le dijeron,
lo vendieron por un color
y él que sólo hablaba con las hormigas
no sabía si era rojo o azul,
y por tal motivo, antes de partir anunció:

Mija… soñé con goleros hambrientos
vieron a mis ojos y los devoraron
y desperté con miedo… ¿será que algo sucederá?
estaba aún con vida, y ellos bajaron
tenían botas negras  y corazones de fuego.

Eduarda tomó a sus niños en brazos
ellos también se fueron, inició agónica la tarde
y la palidez en su rancho volvió nívea la espesura
bajó la cuesta uno a uno ,
y los sembró en el bosque
como pálidas estrellas.

¡Claro que sí!, mi abuela era una sabia mujer
que a punta de lágrimas bordó luceros.
Abrió sus ojos para que vieran la luz
que a ella le robaba el mal tiempo,
y aquélla pobreza pegada de sus harapos.

¡Era tan pequeña!, pero su grandeza nadie la conoce
vivió escondiendo sus miserias, con una sonrisa tímida
y sus manos llenas de rojos encendidos
para recibir la vida y poner nombre a sus gallinas
que a tientas le acompañaron,
y a ciegas le amaron.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 12/14

Mis abuelas materna Eduarda Bohórquez, de blanco, María Antonia Rueda, de negro. Nietos y yo pegada de su falda.
Mis abuelas materna Eduarda Bohórquez, de blanco, María Antonia Rueda, de negro. 
Nietos y yo pegada de su falda.

EL GORRIÓN

EL GORRIÓN

El gorrión estaba muy asustado, se alejaron los cariños sobre la mesa, la música huyó como espantada, el amor que se bordaba entre sueños y esperanzas quería abandonarlo, quiso enredarse con un mirlo, pero él estaba ocupado, en su nido había pichones que lo amaban, y su gracia era para ellos.

¿Cómo se llamará un gorrión hembra?, suena feo gorriona, ha de ser que para gorrión no existe diferencia alguna, y su gracia no está en lo que parezca ante los demás, sino en lo que realmente es, una pequeña hoja que canta poco, que sueña mucho, y que vuela en círculo en un espacio escogido por su corazón o por su propio destino de gorrión.

¿Será que si me invento otro amor, las cosas serán mejor para mí?- pensó el gorrión-, pero un ave chismosa que siempre merodeaba le anunció: ¿Quién te crees?, el amor es algo de Dios, no puedes ni siquiera pensar que es un asunto tuyo, si él llegó a tu corazón es porque lo necesitabas, y si él marchó por su cuenta, era porque no te pertenecía, es más, ni siquiera los sueños te pertenecen, así que sólo vive, canta, llora, ríe, pero vive, y no te entretengas en hacer preguntas.

El ave que parecía chismosa realmente no lo era, sino que su curiosidad era realmente sabiduría, que deseaba entregar a todas las aves solitarias del jardín.

Gorrión, ¿soy como ese triste gorrión?, mejor me invento otra canción, donde pinte cometas de colores, o me envuelva en la sábana pálida del humo de un cigarro, y me escondo entre la luz de una lámpara, creo que es mejor que seguir siendo una soñadora.

-¡Déjate de tonterías!, responde el ave chismosa... ¿si te gusta soñar, si te agrada hablar sola, quién te lo impide?, ¿eso te hace feliz?, pues bien, en la pequeñez de una hoja seca puedes resolver el acertijo que tanto te enreda. Yo vi a la misma hoja caer, parecía triste el árbol cuando una a una lo abandonaban, después lo vi lleno de flores violeta, o amarillas o rojas, no importa el color, eran flores y todas perfumaban a su manera, con su aliento, con su propio perfume único y maravilloso, y después de las hojas, vi muchos frutos, y ellos fueron semillas, y las semillas alimentaron como los frutos, y otras simplemente se fueron con la brisa, pocas pudieron volver a nacer, pero nos repetimos como las hojas secas, después de llover, de eso no hay duda, sólo las que no son, no pueden ser.

Ahora, ¿te das cuenta?, el árbol está muy verde, las mismas hojas muertas de ayer resucitaron, y volverán a caer, en una cadena interminable, ¡no te enredes!, deja que rían, que canten que lloren, debes aprender a callar, pero por favor pequeño gorrión, si tu alimento son los sueños, ¡nunca dejes de soñar!, si es cantar, canta como sólo tú sabes hacerlo y olvídate de los que sólo te señalan, ¿lo prometes?...

Si... lo prometo... digo el gorrión mientras abrió sus pequeñas alas ante lluvia de un nuevo día.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/14 

Imagen: Internet

RONDA MARIPOSA

RONDA MARIPOSA

13 de mayo de 2014 a la(s) 9:39
Mariposa de colores que ante la lluvia retornas, 
dile que por sus amores,
triste la mirada torna.

Ronda mariposa,
por mi pequeño jardín.
Qué seas flor con alas,
cuando mustio el corazón
y las cabelleras  pálidas...

Advierte de la miel en cada rama
dejando suave  canción
para que duerman las damas.

Ronda mariposa ante mi boca.
No hay llanto, se ha esfumado...
¿No que ves sólo son perlas de mar
por mis ojos fabricadas?

Baila para que Él te vea.
¿Tienes vestido rojo para hoy?

Me gusta el azul brillante,
pero si te pones elegante,
vístete amor como desees,
más el negro te luce
con pequeñas pecas doradas.

Ronda mariposa por mi corazón
un sonido no es mi pecho,
es que suena el diapasón
cuando danzan las flores
al abrazo  del viento.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/14



INVENTO UN POEMA

INVENTO UN POEMA

13 de mayo de 2014 a la(s) 9:58
Un jardín era mi boca
pero el tiempo pasa,
el cabello se vuelve blanco
la sonrisa se aleja.

Te invento un poema
cuando la música suena,
baja una cristalina cascada
y entre las rocas los  mirlos,
y sobre las ramas un ángel vuela.

Una orquesta es mi corazón
cuando advierto que llegas,
mi rostro encendido carbón,
mis labios, anhelantes esperan.

Y como el agua que cae
con su claro rocío,
así te quiero amor mío
aunque ahora te alejas.

Cual  las hojas danzo
al leer  tus poemas,
como ellas me desvaneceré
cuando me quieras.

Invento un poema
que llegue a tu corazón,
más nada te conmueve
y me quedo con Dios.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/14

Lejos ha de estar aquél que se ha quedado en mí, como entre   las flores, el beso del colibrí.
Gorrión, imagen Alex Rueda
Lejos ha de estar aquél que se ha quedado en mí, 
como entre las flores, el beso del colibrí.

¿A QUIÉN UN POEMA?

¿A QUIÉN UN POEMA?

13 de mayo de 2014 a la(s) 10:19
Un poema, ¿a  quién escribiré?
entretenida estoy entre las amapolas,
y el verde del bosque,
escucho sones que parecen de amor,
 y suaves aleteos dejan suspiros entre las flores,
¿pero a  quién escribiré un verso, si no estás?...

Se han vuelto bailarines los pastizales
parecen potrillos amarrados de sus patas,
pero quieren volar al son de la dulzaina
quieren correr sobre sí mismos.

¡Qué paz anuncian los verdes!,
grandes árboles parecen suspirar
y se guardan secretos entre ellos,
de cómo anidan las garzas
y cómo suspiran los gorriones.

Saben cuándo un lirio está enamorado
y instante en que el sol
 como un gigante ardiente
 envía sus rayos con pasión.

¡Qué divina paz esconden las praderas!,
¿Vendrías conmigo alguna vez?
Caminaríamos por ahí, sin hablar,
escuchando la música de las hojas
al viento pasar…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/14


Segura estoy de que Dios se viste de azul, porque cuando miro al mar, trajes de seda, y volteo al cielo, para  sólo encontrar índigos amándose con los blancos intensos.
Imagen: Liz Nayibe.
Segura estoy de que Dios se viste de azul, 
porque cuando miro al mar, 
trajes de seda, 
y volteo al cielo, 
para sólo encontrar índigos 
amándose con los blancos intensos.

ME CREO FLOR DE LOTO

ME CREO FLOR DE LOTO

13 de mayo de 2014 a la(s) 12:04
Me creo un loto, 
porque mi lago no es tan claro,
y también porque a pesar de todo,
puedo perfumar en medio de la inmundicia,
y reír, aunque el dolor quebrante mi corazón.

 Estoy por  creerlo, lo siento,
y al sentirlo, enorme paz,
como el exhalar del alma
para perfumar.

No es tan malo que mi lago esté oscuro,
porque cuando me visite un rayo de luna,
me habré dormido,
y al despertar,
¡bendito sol!

Llegan besos de alondra,
¿eres tú mi ruiseñor?
No te alejas tanto que te olvide
no te acerques demasiado que me hieras.

Es bueno creerme un loto,
alguna vez sentí que la brisa me hablaba:
“Mi flor de loto, mi niña… no corras,
tu lago es una promesa de mi amor,
aspira los perfumes que  están a tu lado,
ya pronto vendrá una lluvia del cielo
que volverá claras tus aguas y te acercarás
a la nívea cascada que te espera para danzar,
entre todas las hojas secas del universo”.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/14


Somos una hoja, una flor, un grano de arena que se eleva,
para caer en la espesura de los sueños.