jueves, 6 de diciembre de 2012

¿QUIÉN SOY?

¿QUIÉN SOY?  L4R


¿Quién soy?...
En medio de todo tal vez no sea nada
una brizna en el viento
donde ayer doradas alas.



Marioneta de colores
antes que oruga, antes que flor.
Danzante primavera que marcha
si se oculta el sol.

¿Quién soy?
La cortesana de los sueños,
navegante sin barca ni destino.
Ancla que hiere mi corazón,
calmante de mis heridas es el tiempo
ahí las luces de colores del adviento
cantarán sueños de niños
que esperarán desvelados
ese regalo que nunca llega.

Seré tal vez una rosa sin abrir…
El tronco de un roble donde anidan los jacintos.
El ataúd de alguien que murió después,
un ramo de rosas rojas,
un “te quiero”.

Pueda ser que nada en medio de todo,
O todo… en medio de la nada…
Seré estrella luminosa que verás mañana
o puede ser que otros vean,
cuando se abra un libro y se lea una página.

Un olvidado poeta que araña paredes viejas,
sus calzones no aguantan los hedores,
sus pies descalzos no soportan ni sus pieles.

Seré una niña gritando sin ser escuchada
a quien un ladrón de corazones desviste y araña
tomando de su interior la pureza y el encanto,
o una flor olvidada en el camino que alguien descubre
la desnuda, convirtiéndola en su amante.

Tal vez no sea ni brizna,ni oruga, ni mariposa...
Pero un sueño tiene alas…
Una fantasía es un libro que se abre,
una oración es el sentimiento más puro,
ahí aceptamos finalmente
que sin Dios,
no somos nada.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 6/12

UNA LÁGRIMA



UNA LÁGRIMA 



Una lágrima de niño invita a los pechos
A entregar un caudal de leche blanca y tibia
Donde los labios parecen buscar un sueño
y el alma descansar en una caricia.

Puede una lágrima sobre un pétalo de rosa
copiar el cielo y teñir las praderas de esmeraldas
con un brillo contenido en vida
y un caudal de novias 
que bajan desde las montañas.

Una madre llora escondida donde nadie la descubra,
sus lágrimas son de amor… dolor…
Cántaros donde florecen madreselvas,
oraciones al cielo que Dios toma cada mañana
para devolverlas en plácidas lagunas
donde se planean orgías 
entre verdes ramas.

Sobre tu pecho alguna vez
con ese amor de amantes.
Ojos cerrados, desnudez… manos…
Lenguas buscando un nido de calandria,
corazón de madrigal sin terminar,
oasis escondido en las entrañas
las olas que llegan, van,
resucitan… descansan…


Tal vez  anidan las tristezas
donde brotan las alegrías pasajeras de la vida.
Una lágrima puede hacer descansar el corazón,
limpiar los ojos y darles un poco más de brillo.
O puede una lágrima tras otra
ser la causante de las canciones
que hacen suspirar al mar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 6/12