miércoles, 10 de junio de 2015

¿LLUEVE Y TE VAS? [36]



Miércoles, 10 de junio de 2015

¿LLUEVE Y TE VAS? [36]

¿Llueve ahora y te vas?
Mi pensamiento está lleno de ti,
surges de entre la nieve
tu sombra me arropa
siendo tu piel mi cobija
y tu boca mi consuelo.

Iré a dormir en ti pensando
amor de fantasía, de musa,
¿por qué tan pronto me olvidas?
te mostraron carne fresca
¿y ahora tu frente arrugas?

Estuve aquí por siglos esperándote,
más cuando a mí llegaste
fuiste brasa que ardía en mi carne vieja
que con tu amor se volvía incendio,
y rejuvenecían mis cenizas
que sufrían de olvido.

¿Me dejas ahora?
Que no me tome la noche sin amarte
y no te vayas sin un verso declamarte.

Qué bueno, ¡aquí estás!,
eres mi fresca lluvia,
el verano de nuevo me quema
y quiero fundirme en ti ahora.
¿Será que así,
de nuevo te alejas
y me dejas aleteando en un lago
como una herida paloma?

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 10/15

¿Y DOÑA PACHITA? [37]




¿Y DOÑA PACHITA? [37]

Gian es mi gata, mi compañía de siempre, aunque tengo 10 perros, una lora, una iguana bebé, 2 ardillas bebé, y cada día aumentan mis hijos, esto debido a que se encuentran heridos o en la calle, pero es una tarea agotadora, pues entre mi quehacer, que es grande, de mantener en orden todo y lidiar con mis angelitos, se me va el día, y al llegar la noche, espero que lleguen mis hijos a dormir, pues también están cansados del trajín diario.

¿Qué he de contar y para quién?, es mi propia necedad, no me da sueño, pero arden los ojos, ¿a quién he de quejarme?, ¡a nadie!, ¡no joda más vieja cansona!, usted no es importante para nadie, así que arrugue la jeta escribiendo tonterías y lleve al blog, para que deje recuerdos para la posteridad.

Y entre otras cosas, ¿qué habrá sido de doña Pachita y el culi caliente que alborota y luego se espanta?, así era esa viejita, se enamoraba de cuánto palo pasab, para luego estar berreando como ternero cuando por otra la cambiaban.

¿O seré yo Doña Pachita?, ¡jajajaja!, recuerdo que soy una idiota que confío en todo el mundo y luego pretendo quejarme, ¡bien hecho boluda!, espero que madures algún día, porque así como vas, o vamos, estamos muy regular.

Testigos de mi gran locura, Sheila y mi yo lleno de cuernos.

¡Beeee!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 10-06-15

¿EN QUÉ? [38]

Mi familia es un hermoso motivo.

¿EN QUÉ? [38]

Solemos pensar en nada,
en que un pájaro anida en mi corazón
y otro se aleja de mi jardín
sin pronunciar un te quiero,
como los que suelo repetir.

Pasan los días,
cada segundo es una copia de otro
pero se acumulan arrugas
se pintan mis cabellos de blanco,
en tanto pasa la corriente de  la vida
sin que reciba de ti nada.

¿Importa ahora?
Una sombra persigue la mía,
¿esa niña bonita era yo?, ¡no parece!
es una mueca disfrazada de alegría,
convoca a un lirio en sus mañanas
y luego enmudece si de nuevo te alejas.

Resucitan en el valle los amores
el tiempo pasa,
una roca ha caído en mi corazón
y atravesó mi garganta;
creo que corre por una vieja ladera
y en la comisura de mi boca se queda.

¿En qué pienso cuando no te pienso?
Está en blanco mi pensamiento,
y suelo ver a lo lejos
para creer que estás conmigo
que no te vas nunca,
y en mis ojos cansados
reposas, como una perdiz
entre las  secas hojas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 10/15


CRUCERO POR EL CARIBE CURAZAO

Y EL VIENTO [51]

Miércoles, 10 de junio de 2015

Y EL VIENTO [51]

Se dejó de él,
permitía  las espumas del mar
se daba el lujo de un ave en un gajo
cantar y perfumar,
reír y llorar.

Así fue,
parecía una pluma
al antojo del rey pero soñando.
Deseaba viajar por el mundo,
divulgaba a gritos que nos amaba,
como  león defendía a sus amigos
sin miedo a nada,
con esa espada de la verdad
y los ojos empañados.

Corriendo siempre por un ideal
encontró más alto su camino.
De tanto correr llegó a la cima
desgajando rosas,
en medio de la lluvia.

Y se arropó de honores,
fue poeta y nadie lo sabía,
sus escritos son flores que se abren,
aromas que se dispersan,
sueños que nos atrapan llorando de nuevo
cascadas, cándidas cometas
pájaros azules,
sinsontes felices
orando en un gajo,
sin conocer de grises ni rojos,
resbalando cuestas
con ese inconfundible sabor a mar,
con ese abrigado sonido de campanas
que ahora escucho.

¿Estás ahora en mis suspiros?
¡Sí!, mojado con mis lágrimas
tratando de volar sin querer,
persiguiendo a una libélula
que lleva otro sueño
y trae consuelo a mi hogar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 10/15