viernes, 18 de mayo de 2012

¡SILENCIO!

SILENCIO

¡Silencio!... que callaron las notas
El canto de sus voces límpidas 
Los rezos desde sus mutismos
Enmudeció la noche y el trino del sinsonte

Que marchó con sus bellos ojos
Vislumbrando tal vez un sol en otro espacio,
Una estrella en otro tiempo.

Alguien escribe notas sobre sedas blancas
Donde un vacío extraño parece penetrar el alma
Y una vaga tristeza aparece, cuando del infinito el cielo
Las nubes silenciosas pasan…

Hemos de callar ahora… más parecemos búhos en la noche
Vigilantes observamos nuestra presa… 

impasibles esperamos el momento
Y nuestras garras con fiereza nos destroza 

Y nuestra boca hiere… y mata.

Silencio… aquél que prisionero parecía (todo lo fingió)
Parece que cómplice fue de muchas muertes
Que las heridas que enturbió la selva con sus sangres
Hoy divulgan que no era tan ajeno a su dolor,
Y sus lágrimas fingidas y sus dagas mortales
Parece… sólo parece… que fueron la señal…

¿Cómo callamos tanto odio?... el mundo se llenó de espinas
El rosal florece a pesar de todo… 

Su perfume exquisito inunda la estancia
Las lágrimas brotan como manantiales…
Los libros viejos se reabren a la vida descubriendo las verdades
Y el verdugo se pasea silencioso esgrimiendo de nuevo sus espadas…

Calla…. No hables… no pronuncies una palabra
Dicen que nada será oculto ante la luz del sol
Parece que su luz divina penetró la oscuridad
Y de nuevo… las gaviotas blancas abrieron sus enormes alas…
Más hoy… todo enmudece ante la cruda verdad de nuestros infames actos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 18/12

PREGUNTAS 3



PREGUNTAS 3

¿Qué podría “yo “hacer para conseguir que otros comprendan que los placeres son el problema de la humanidad?


-Creo que sin llegar a ser una gran pensadora todos buscamos dinero para conseguir cosas, y a partir de las cosas creemos que con ellas conseguiremos la felicidad, pero una vez las tenemos, ese vacío nunca se llena, y es tan simple todo, si aprendemos a vivir nuestra propia existencia, si nos desligamos de tantas cosas que el mundo ofrece y que lo único que hace es robarnos la libertad, tal vez así, libres de tantas ataduras mundanas, logremos disfrutar de la vida, sencillamente, sin tantos adornos que sólo nos empobrecen como seres humanos, vivir luchando para conseguir un bienestar, pero no vivir para conseguir cosas, para lograr a veces tanto y mucho más de lo que realmente necesitamos para vivir, nos cansamos luchando por conseguir un bienestar económico y muchas veces en ésta lucha se nos va la vida y cuando nos damos cuenta que no hemos siquiera disfrutado de una salida de sol en compañía de nuestros seres amados, descubrimos qué pobres somos, y nuestras riquezas qué efímeras son, y todo ese sudor y trabajo se ha perdido, dejando a nuestros herederos sólo problemas y peleas pues generalmente las familias se destrozan unos a otros por querer como buitres conseguir lo mejor para sí, todo girando de nuevo hacia lo material y mundano.


-Creo que si el hombre a partir de que empieza a vislumbrar las cosas fuera orientado hacia el conocimiento de la muerte, esa certeza que nos toca a todos, tal vez su manera de ver su propia vida y la de los demás sería diferente, estoy segura de que así sería, dejaríamos de lado tanto odio y tanta pelea pues casi todos los problemas vienen a partir del dinero y de lo que podemos hacer con él, tantas guerras, inventos que se han utilizado para el mal, ¿cuántos sabios hoy ya no están?... ¿cuántos poetas han sido obligados a morir porque sus ideales a nadie le importan ni sus pensamientos estúpidos a nadie interesan?, ¿cuántos reniegan de un Dios que no podemos tocar pero que existe a través de nuestra propia fe?, si comprendiéramos que sólo nacimos para morir, disfrutaríamos cada segundo de nuestra existencia y compartiríamos con justicia de todos los bienes, que muchas veces hemos conseguido con lágrimas ajenas, y comprenderíamos mejor nuestro paso por éste mundo, un poco más tranquilos y felices sin tanta agonía y afán.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 29/12

CUANDO REGRESES 3 L3R

CUANDO REGRESES  3 L3R


Cuando observo las olas besar la arena

Olvidada me presiento en tus brazos ajenos
Y una lágrima solitaria ahondando mi pena,
Y de nuevo inicio a recordar tu piel morena.

Cuando las palmeras el canto de la brisa anuncian
Y esas estrellas enlunadas aparecen;
La tortura de soñar contigo y no poder verte
Y de nuevo el llanto regando mis enaguas viejas…

Cuando las rocas que parecieran rugir
Más siempre calladas permanecen;
Sólo cantan con el beso de las olas
Sólo suspiran cuando están a solas
Sólo están, permanecen tristes y mudas.

Cuando la luna plateada, plenilunio esperado
Tibias manos rozando otras pieles;
Pensamientos viajeros como golondrinas
Que se pierden sobre las azuladas nieves…

Cuando hayas decidido detallar mis ojos…
Una rosa muerta hallarás sobre mi solitaria mesa.

Ya no habrá espacio para nuestros sueños
Ya no habrá quebranto ni quimera;
Sólo un blanco rosario entrelazado en mis manos
Y unos párpados cerrados y una boca fría.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 18/12