miércoles, 13 de febrero de 2013

COLIBRÍ BLANCO [51]


Imagen:  Internet. Colibrì blanco.


COLIBRÍ BLANCO [51]

Un copo de nieve el colibrí,
ya no eran verdes sus alas.

Esmeralda o rubí tornasolado,
matizadas y hermosas
si el sol en un abanico,
imploraba un beso de sus hadas.

Un níveo traje descubrió mi día,
¡imposible de creer!,
¿será su alimento no es difícil de buscar
y se llena de mieles en cualquier estar,
o ya no necesita el adorno de sus plumas
para encantar a las reinas de las primaveras?

Tan raudo cómo llegó desaparece;
pequeño ángel que voló temprano,
me entregas las perlas de tus nacaradas plumas,
y con el inconfundible brillo de tus ojos,
me dejas un dulce calor
parecido a una encendida llama.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, febrero 13/13

TECHITO ROJO [52]

TECHITO ROJO [52]

A  la casa de techo rojo todos llegaban,
larga cola para visitar a la anciana;
la carcajada de los chicos del colegio,
y allí en medio de todo, la  cortesana.

Monedas de pequeña monta recibía.
¿Importaba el orín en su cama?,
uno a uno atendía con  humilde servilismo
¿acaso no era ella también una dama?


La vieja no sabía si reír o llorar,
un perfume olvidado usaba,
un gancho viejo, una colcha remendada;
sus harapos colgados de un trozo de madera
su vida, ¿a quién importaba?

Una vez saciado el apetito
los chicos agarran de nuevo el maletín,
primero tú Fermín, segundo tú Pablo,
dale lo que quieras o no le des nada,
para eso tenemos buenas piernas
nunca nos alcanzará la vieja cortesana.

El techo rojo ya no existe,
otras juveniles fueron admitidas,
ya no se cobra una moneda,
el servicio de una meretriz tiene precio.

Más vale puta sin hambre,
que ser mujer honrada
moribunda y olvidada.
/decía la vieja a los chicos.

De a poco la recuerdan los hombres de hoy,
que cuando niños, escondidos en el solar esperaban
a esa vieja de piel arrugada, que les daba un contento,
y ellos, una pequeña moneda entregaban,
sin percatarse que la vieja, sólo tenía hambre,
que pudieron saciar con un pedazo de pan sobre su boca,
pero ninguno se dio por enterado.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, febrero 13/13

MAMI [53]




Imagen: Internet.

MAMI [53]


No importa que te hayas ido, 
y que retorne el colibrí 
a las pocas flores que han quedado.



Importa amor mío,
que dentro de mí habitas,

y nunca morirá
la cascada interior que has dejado.


¿Acaso te volveré a ver?
En otro jardín parece que has quedado,
siendo frágil mariposa danzas
siendo una gaviota en otro tejado

te elevas. 


Y en otros lares,
cuando el tiempo implacable

acercándose despacio
y sin prisas nos tome;


ahí estaré contigo
un poco más allá del sol,
tomadas de la mano.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 13/13

AMOR [54]





AMOR [54]


¿Qué sientes después de todo?
¿Mis palabras no te llevan  cierta tibieza?
¿Allá, donde las alondras del camino te han dejado miserias,
no te has dado cuenta de algo más?


Mariposas pequeñas  aletean en mi vientre;
siento extraña sensación que tiene sabor a humedad,
labios que muerden una fruta prohibida
pues todas las deseadas ya no están. 


Tal vez no haya nada más que palabras huecas;
pero mi sentir es dulce, soy una niña descalza,
aquí sobre mi piel han pasado todos los inviernos,
miles de veranos, sin sentir la caricia de unas manos,
y la rosa se enciende ante tu mirada,
es púrpura mi corazón,

y mis venas parecen estallar en tu presencia.


¿Ves qué bello amaneció el día?,
Parece que el hastío no atraviesa mi existencia
ni las horas son tan largas si estoy contigo,
y al cerrar los ojos, tomo tu piel dentro de la mía,
me convierto en una entre tus labios
escondida mi alma en la tuya.



¿Acaso no sientes lo que yo?
Me gustaría una historia verdadera,
un nido de cristal y espuma desaparece,
pues henchida de ardor,

busco la pálida pared
y no te veo.


¿Tan aprisa vas?,
las amas a todas y con todas te entretienes
mientras busco en un espacio olvidado por Cupido,
ese amor que se nutra conmigo de una caricia
y un ardiente beso cerrando mis ojos.


Veo que te marchas
tan veloz cómo has llegado.

Una mariposa de colores ha salido de mi vientre
y ha penetrado tu ventana,
pero sigo viendo hacia tu lago, 
a la isla de mis sueños,


empapada en primaveras
y abrazada de tu cuello.


Mi norte tal vez lo descubra mañana,
pero mi hoy  marcha veloz, es un rayo luminoso
quiero la mirada tuya en la mía,
que descubras mi sonrojo y mi pena,
al decirte que eres una bella fantasía.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 13/13

COMO UNA HOJA [55]





COMO UNA HOJA [55]


Aparece el camino extenso
las hojas secas se han desnudado,
se quitó la venda el roble

para mostrar sus ramas
y los gorriones volaron aprisa
para hallar un otoño en otros lares.


Mágico es vivir amando,
bello es tener una ilusión,
magnifico creer que el cielo tiene alas
que las nubes arrastran el destino a donde van,
y caen, como tristes lágrimas,

haciendo la vida brotar.


Una pequeña hoja soy.
Vago por el mundo del silencio
y me entrego a un pastizal,
donde brotarán miles de fantasías
y la vida retornará vestida de guirnaldas
de pequeñas alas, que recorren sus caminos
sin imaginar que son pequeñas sombras
pasando por aquí.



¡No hay más!…

Busco mi nido oculto entre las rocas,
allí la vida es algo más que tristezas.
Un lago azul vislumbro al caer la tarde
hasta donde iré a tomar un poco de frescor
abrazada de mágicas sedas verdes,
y el brillo del imponente sol.


Es vano escribir y no hablar de Él
un Rey que en mi existencia habita,
el príncipe de ojos de luz que anuncia
que hoy sólo es una nube,
y que mañana, en otro invierno habitará.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 13/13