
Imagen: Internet. Colibrì blanco.
COLIBRÍ
BLANCO [51]
Un
copo de nieve el colibrí,
ya
no eran verdes sus alas.
Esmeralda
o rubí tornasolado,
matizadas
y hermosas
si
el sol en un abanico,
imploraba
un beso de sus hadas.
Un
níveo traje descubrió mi día,
¡imposible
de creer!,
¿será
su alimento no es difícil de buscar
y
se llena de mieles en cualquier estar,
o
ya no necesita el adorno de sus plumas
para
encantar a las reinas de las primaveras?
Tan
raudo cómo llegó desaparece;
pequeño
ángel que voló temprano,
me
entregas las perlas de tus nacaradas plumas,
y
con el inconfundible brillo de tus ojos,
me
dejas un dulce calor
parecido
a una encendida llama.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 13/13