miércoles, 26 de diciembre de 2012

MADRE (17)



MADRE (17)

¿Pedazo de cielo en donde estás?
Temo abrir la boca para hablar de ti
Pero ese nudo me inunda una vez más
Si escucho los sonidos de tu voz
Y me llega el aroma de tu paso al abrir una flor.

Aquí todo igual, nada cambia…
No se mudan los cerros 
Y el sol me visita en las mañanas
Siguen las puertas cerradas
Y continúo aquí añorándote.

Quiero me encuentres desnuda…
Arropada del silencio de mis noches
Donde tu luz me inunde y me consuele.
De tu mano feliz parezco una garza blanca.

¿En dónde estás niña de mirada triste?
¿Arropada del manto de María?
¿Abrazada de la luz del desierto
Donde el amor hace brotar semillas
Y la paz encontrada te consuela?

Tu voz trae el aroma de una rosa
Tu arrullo de paloma blanca
Tus palabras viendo un iris
Donde la oración era tu motivo
Y el amor tu sino.

Primera navidad sin ti…
Sin mi mochuelo de alas doradas.
Qué pálidos días se presienten
Donde el dolor de la partida
Advierte lo cruel de la vida
Y lo mágico de la muerte.

Anidan palomas en mi ventana
Y al escuchar el rumor del mar
Un alcatraz se desnuda
Y el alma vuela con pasos de gigante
En busca de mi rosa de invierno
Mi perla salobre de mar
Ni niña descalza…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12


EN EL OCASO (18)




EN EL OCASO (18)

Nubes grises rondan
El sol se ensaña con el mar
Y le hace el amor a los luceros.



Descubro un beso alado
Lo trae la brisa salobre hasta mis ojos
Y se deja caer enredado en tu boca.

Allí estás, te veo pasar bajo la sombra
Eres un lucero de luz que espera
Y te diré: Mañana será ese día
 Se despejará el horizonte para que te vea.

Deletreo tu nombre junto a las hojas caídas
Y un nuevo otoño me vence,
Llega un vencejo anunciando primaveras
 El imponente sol se tiñe de púrpuras
Arropando de luz las violetas.

Mágico lucero,
Te llevas mi vida de a poco
Para regresar al rato con otro paisaje
Y robar lo que amo ante el ocaso,
Si el amanecer despierta
Si la noche llega...


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12

COMO A LA LUNA (19)



COMO A LA LUNA (19)


Como a la luna, mi amado
Penetrando en ese corazón mágico
La música de mi amante 
Donde sus manos rozan la piel desnuda
Y sus labios dejan una sombra en mi regazo.

Y eres el sol que me inunda…
Mis pasiones son la energía de vivir
De cerrar los ojos viendo hacia la cumbre
Caminante sin camino, cortesana a tu lado
Pordiosera de tu amor lejano y olvidado.

Luz mágica de mis silencios
Nube blanca pasajera, desnuda al sol
Trae la corriente de su furor en mí
Apacienta el león que teme salir
Y deja una herida de sus besos en la piel.

Así el aura de tu sombra en mi ventana
Mí amado, mi cielo enjoyado
Descubre donde anidas en mis noches
Y dónde despiertas en mis amaneceres
Ya que el frío de tu ausencia me quiebra
Dejando yerto el corazón.

Me doblo en mi pecho soy un bebé…
Me abrazo a mi propia piel creyendo eres tú.
Una lágrima tal vez me descubra de nuevo
Besando mis manos cual si fueran tus labios
Dejando que la luna vagabunda me arrope
Para así divagar con los luceros…

Igual que a ella te busco cada día…
Me arropo con su traje de luz
Y duermo esperando otra noche
Para verle pasar pálida y serena.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 27/12

BOBADAS DE SHEILA (20)


BOBADAS DE SHEILA (20)


Que se me quite lo blanco
Que se borre lo tibio
Que me cerquen tus ojos 
Para que encuentre alivio.

Que suspiren las cascadas y trinen las aves
Que el gorrión anide cerca a mi ventana
Que me unte de amor y siga con ganas.

Que se aparten los envidiosos y no me salgan más canas
Porque ya no tengo pelos negros y sí me importa,
 Aunque digan que son vanas.

Que me siga gustando tu boca al igual que tu pecho
Que me abonen más cuernos para buscar otro dueño.

Que siga la cascada con su falda de novia
Transparente y cristalina como nuestras palabras.
Que se me quite lo falso, para decirte "te amo"
Y pueda salir contigo tomada de la mano...

Que pueda sembrar un árbol... 
Que sean dos... ¡Que sean tres!
Que sean miles de posibilidades de sueños verdes
Que aparezca un colibrí besando mis flores blancas
Para seguir viendo hacia las bellas montañas.

Que no me canse de contar mis sueños
Aunque ellos parezcan vanos,
Tal vez tenga una rosa en mis manos
Sin importar si es invierno o verano.

Que anuncie que siempre habrá un mañana
Aunque me encuentren dormida,
No olviden que me gustaron siempre las orquídeas
Y ante todo, lo febril de la vida
Soñando con tus labios en una despedida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, dic. 27/12