martes, 1 de marzo de 2016

¡HOLA! (121)

¡HOLA! (121)

Siempre cuento todo lo que sucede, ¿para qué guardar nada?, después nadie se enterará qué teníamos guardado, en este asunto me hallo hoy con mi blog raro, no puedo compartir con los que siempre me leen, es un proceso entrar, estoy pasando poemas que están por ahí rezagados, no quiero morir y que se pierda mi obra, para mí es importante, amo mi trabajo y soy fanática a escribir; además, que todo es por amor, los quiero, ruego por la salud de una amiga, sólo mi Dios puede con eso, entonces no hay afán, Él decide qué hace con sus ángeles y lo mejor es siempre su decisión.

Pórtense bien, no gasten tanto dinero en vanidades, porque nos iremos descalzos y desnudos, con las manos apretadas, y los ojos abiertos, si acaso, me gustaría que me dejaran así para ver sus caras y reír de mis enemigos, jajajaja! soy perversa pero buena.

Raquel Rueda Bohórquez
01 03/16


QUIERO (122)

QUIERO (122)

Ayer quería ser un globo
Explotando en tu corazón.

Ahora no sé lo que quiero,
Porque si no estás,
¿A quién invento un poema?

Más luego,
Viendo que la luz sigue en mi puerta,
Que al salir escucho el ruido
De un pájaro al volar,
Pienso que tal vez hay muchos
Que necesitan una letra,
Y me vuelvo espumas en el mar.

Ya no estoy,
Me golpeé contra una roca;
Ahora soy miles de partículas,
Soy nieve sobre una rosa,
Brillo en una luciérnaga.

Soy, ¿qué soy?

Ese algo a tu espalda
Como una espina de cardo
Adosada de tu vieja pared.

Somos tú y yo,
Espumas de viento…
¿Existen?

Podemos soñar lo que deseemos
Y entre letras nos amaremos.

Mi esfera está a reventar;
Será un niño de negros ojos
Y dulce mirar.

¡Aquí está!
Se llamará Poema,
Un bebé que traerá un poco de paz.

¿Deseas algo más?...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 19 diciembre/14




NAVIDAD (123)

NAVIDAD (123)

Rayos de luz en tu ventana,
Aromas en el viento traes;
Pepitas de arrayán muriendo en tu boca
Versos y besos componiendo un son.

¡Qué suenen las maracas!
/Alivio repetido de amores.

¡Qué canten los niños y griten!
¿Acaso hay sueño más grande que vivir?

Y en el cielo las estrellas...
El mundo ahora es una campana que suena;
Las hojas secas de mi árbol
Adornan mi estancia,
Y tú amor mío,
Llenas de luz mi alar.

¡Qué brillen los recuerdos!
Madre, papá, familia…
¿En dónde quedaron esos amores?

Se van como las golondrinas azules
Llorando por el extenso valle del cielo.

¡Pero qué sonrían los niños!
¡Qué canten sus melodías nuevas!
En tanto, mi boca enmudece;
Es que prefiero una oración
Por aquéllas flores que volaron
Y perfuman con su recuerdo.

Entre las brisas del ahora,
Nostálgicas horas se van,
A pintar luces navideñas en los ojos,
Perlas claras en la boca.
¡Y luciérnagas de colores en el mar!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 20 diciembre/14


HAMBRES (124)

HAMBRES (124)

Me faltaba el sol
Y recurrí a tus ojos.

Me faltaba el aliento
Y me doblé en oración.

Me faltaba el amor
Y visité un lago.

Me faltaba sal en la vida
Y al fin lloré.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 29 diciembre/14





BÚSQUEDA (125)

BÚSQUEDA (125)

No puedo hallar luz en una llama
Si tengo apagado el corazón.

No puedo buscar a Dios,
Si aún no me encuentro
A mí mismo.

No puedo hallar paz
En medio del caos;

Por eso busco
El escondite de mi madre
Y el sonido de las hojas secas
A mi paso.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 29 diciembre/14



TESOROS (126)

TESOROS (126)

Hay una fortuna
Que no tiene precio:
La honestidad.

Hay un líder
Que sabe crear oportunidades
Y se permite un descanso.

Hay una balanza
A la que debemos temer:
El tiempo…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 29/14





NUNCA (127)

NUNCA (127)

Cierra los ojos y escucha:
Nunca me fui.

Si me piensas,
Estoy en ti.

Si oyes el trino de un pájaro en tu árbol
Es porque he pasado a verte.

Es la manera que tengo
Para decir: ¡te quiero!

Pero si no me escuchas;
Ha de ser que la lluvia de tus ojos
No me ha permitido volar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 21/15



MI RUBOR (128)

MI RUBOR (128)

¡Mi amor, mi amor!:

Mi vida es un calor bonito
Que sube y baja;

Parece una corriente tibia
De ti en mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 9 abril/15



SENTIR (129)

SENTIR (129)

Sentir un beso de rocío,
Mojar mi vida en un río;
Cantar enmudecida,
Bendecir un aura
Donde exista un poema
Y habite una rama.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 10/15


AMOR (130)

AMOR (130)

Amor es Dios y mi madre,
En un espacio infinito
Donde cabemos todos
Sin diferencias.

Amor es un radiante astro
Ardiendo en mi corazón.

Amor, amor, amor;
Un beso para dos,
Tú y yo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 10 abril/15



GRITOS (131)

GRITOS (131)

¡No sé qué decir!

A veces con estar en silencio
Es suficiente.

Hay un grito que se ahoga,
Pero también hay un día más
Para gritar un te quiero,
A quien tanto nos odió,
Y dar otro abrazo
A quien mucho nos amó.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 10/15

EN TU CAMINO (132)

EN TU CAMINO (132)

Siempre hay un paisaje, un árbol,
Un cielo adornado de tules
Blancos y azules...


Dime que tu camino es mío.
Hay un enlace de sol y nube,
Un enredo de árbol y hoja;
Una corriente que baja y sube.

Y en este divisar me inquieto;
Otro pájaro hasta ti acude.

¡Qué se espante!...
Sólo es mío tu cariño
Y el tuyo es todo lo mío.

Pero si en tu camino me hallo,
No importa que sea de cielo azul;
Que los topacios sean tus ojos
Y tu suerte encuentre la mía.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 1/16


ESE DÍA (133)


ESE DÍA (133)

 Y ese día vi sus ojos negros;
Me enamoré de su estampa
Que inició a cantar en mi enramada.

Fuiste mirlo de pico dorado,
Fuiste canario prisionero de mi amor;
Cielo azul cambiante y ataviado
En un ocaso anunciado...

Fuiste rama verde en un árbol;
Mariposa blanca en mi esquina;
Música de antaño en una orilla;
Chocolate espeso en tu mesa.

Ese día eras toda inquietud,
No hubo sonido en tu boca.
Se paseó tu mirada verde joya
Por cada rincón de tu alcoba...

Ese día te fuiste sin más,
Paloma herida y cansada,
Y me dejaste un nido vacío
Donde te espero siempre,
Con un ramo de rosas
Y el corazón dolido.


Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, marzo 1/16

¿DE DÓNDE SOY? (134)



La imagen de mi hermano German. Está sentado en una banca vieja de madera en medio de un hermoso bosque, así lo sorprendí viendo hacia la nada, pensando como un niño Down, con esa pureza regalada que nada pide, sólo un café y un abrazo cada día, y él devuelve sonrisas, ¿importa algo más?...


¿DE DÓNDE SOY? (134)

Vivo en el país de las tristezas;
De los bosques que lloran,
Porque están llenos de sierras y vampiros…

En el país de los dos mares,
De los miles de colores en sus ríos,
Pero donde se ha teñido de púrpura la montaña,
Y se ahogaron en las ciénagas hermosos jóvenes,
Que apenas empezaban a trinar
Cual gorriones en las ramas.

¡Sí!, vivo en el país de las tristezas;
Pero seguimos buscando alegrías de negra
Montadas en sus caballitos dulces.

Aquí se cultivan flores para robarles su alma
Y envenenar a nuestros hijos;
Se vende su blanca miel que es la sangre de sus venas.

Nacen flores para matar la vida,
Y crecen una y otra vez,
Para sufrir en éste paraíso,
Donde las hienas cultivan sus iras en la tierra.

¿Quieres saber en qué país vivo?

Desde niña viví de cerca la muerte,
También sé de amigos que nunca fueron;
Que me tendieron la mano,
Pero que al llegar a la cumbre me soltaron,
Y siguieron sin voltear a ver esas lágrimas
Que se descolgaban,
Y hacían temblar mi pecho de pesar.

¿De dónde soy? 
¡Qué buena pregunta amigo!…
No sé de donde soy, de aquí, de allá…
De las olas o del viento,
De donde se asesinan con honda a las águilas
Y se derriban sus peñas.

Soy de donde se roban las tierras a los campesinos;
Más hoy se busca devolverlas,
Pero antes, otros serán herederos
Con sus mentiras y abogados de mierda.

Soy del sitio donde nace el sol en medio de dos mares.
Aquí se roba a nuestra madre sus joyas y se mata por ellas.

Verdes esmeralda parecidas a los ojos de mi princesa
Brillan con una herida sobre los robles,
Y se apagan con la espada que hiere su rostro.

¡Cuánto quisiera decirte,
Que vivo en el país más bello del mundo!
Aquí hay abundancia de cascadas, ríos y lagos,
Y los ángeles del bosque son libres.

¡Cuánto por anunciar a todos sobre la felicidad!
Que nada pasa, todo es alegría,
Que la brisa trabaja a su antojo
Si vienen los diciembres,
Y se levantan de las damas sus faldas…

Llegará un día donde no me preguntes de donde soy,
Pues nada importa…

Soy del planeta tierra;
Una madre herida llora bosques y montañas,
Y muere lentamente,
Sin saber si soy de aquí, o soy de allá.

Lo cierto, es que soy una hoja mecida por el viento,
¡Que no sabe a dónde va!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla noviembre 23/13




DESDE EL AMANECER (135)



DESDE EL AMANECER (135)

Tu gracia me conmueve;
Eres tú el camino,
La hoja que cae y se renueva;
El sol que se aleja cada tarde
Pero al siguiente día,
Es luz penetrando el resquicio más oscuro,
Y el sendero más rocoso.

¡Hoy es mi día!...

Aquí estoy de nuevo ante tu mirada;
Eres ahora, un ave en mi árbol;
Eres el amor que viene y va
Y creces mi fortuna
En medio de las aguas de un manantial.

Encendiste mi lámpara;
Tu aceite cae de mis ojos;
La tristeza tiene miedo de ti,
Porque eres la felicidad en pleno.

Das a una flor olvidada su aroma
Para que sea atraído el colibrí
Y estampe un beso;
Mueva sus alas con frenesí
Dejando suspiros de amor para mí.

Desde el amanecer,
Un pequeño hilo se crece;
Soy una araña en cobija de seda,
Enredo en la fuerza de tu amor
Un poco de tibieza.

Se libera un alma
Que retozará luego
En forma de libélula
O mariposa azul
En cambiantes disfraces de colores
Tejidos en tul y seda fina,
Bordado con esperanzas
De tu infinito amor.

Desde el amanecer te veo;
Desde el amanecer levanto el rostro;
Tu calor es bendición, y luego,
Abonas terreno para que se crezca el llano
Y continúen cantando las aves.

Luego, para que las abejas contemplen a su reina;
Adoren el jardín y nutran su vida
Con savia dulce, extraída de tu oro bendito.

Hay un algo nuevo para mí;
Un día más, que no tiene precio.

Soy una caña doblada al beso de tu brisa,
Agradecida por la ventura que me das
De existir otro día, ¡éste!…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 1/16


HERIDAS (136)

Una imagen, puede ser un bosque sin hojas esperando a la primavera; una montaña mordida por el hombre que señala raíces, pero mi madre morena es sabia, todo lo renueva, lo cambia; y el verde esmeralda, llena el bosque de ojos, de lágrimas del cielo y de aves entonando oraciones a cada día de vida que se nos regala.

HERIDAS (136)

No cabe una herida más en su carne;
Una espada hiere cada segundo
Pero ella, mi madre color trigo
Se renueva, y el bosque muda sus hojas
Para que el amor sea.

Estoy pensando en ti,
Viendo cómo caen las ramas desnudas
Y así me presento ahora;
Porque se me ha donado otra mañana
Y compongo éste madrigal
Con hojas verdes y rosas encendidas.

Se han borrado las heridas
Aunque sus raíces estén al aire.

Será fresco despertar en tu mirada;
Será divino confesar
Que estoy de ti enamorada.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 1/16