martes, 23 de octubre de 2012

A UNA NIÑA OLVIDADA


A UNA NIÑA OLVIDADA…

¿Quién contará sobre mi niña?
Ella fue la razón de mí existir;
Tomaba en sus manos pequeñas violetas
Del cielo las estrellas para bordar sueños
Mientras danzaba con las mariposas 
Volaba con las garzas, 
Se elevaba con una canción en sus pequeños labios
Y esperando su regreso me quedé.

¿Quien dirá que ayer fue tan bella 
Que entre mi regazo tomaba de mis pechos
Soñando, que sería el aliento en mi vejez…?

¿Alguien la nombrará y recordará su nombre?
¿Reconocerán de sus labios, palabras a medio aprender?
¿Dirán que entre los guaduales, 
Como un pequeño capullo sin abrir se encontró?

Será olvidada como muchas otras…
Su depredador se oculta en un rostro demoníaco
Aquél que robó su niñez con manos sucias, temblorosas,
Que cegó su existencia matándome de a poco…

¿Quién hablará de mi niña de ojos verdes?
¿Recordará que un monstruo deshojó sus pequeñas manos?
¿Que por ahí deambula una bestia nueva cada día?
¡Tiene rostro de varón y corazón de cafre despiadado!
Gime como un demente...  ¡y desea matar!…

¡Nadie recordará su nombre lo sé!…
Será olvidada mi niña… 
No quedará ni su huella sobre la tumba.

Alguien borrará su nombre para siempre
Y seguiré muriendo de a poco,
Con un cántico de bebé aún sobre mis pezones;
Un sonajero rosa, 
Su pequeño traje colgado en mi alacena,
Su foto sonriente, 
Recordando de su boca las primeras frases
Y mis lágrimas de emoción 
Al escucharle pronunciar su primera palabra:¡Mamá!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 22/12


 

GOLONDRINA





GOLONDRINA

Anida golondrina en mi ventana
De tu brillo llenaré mis días
De tus ansias mi corazón
De tu trino mi esperanza
De tus sueños  mi amor.

Enjuga en tu alma los pesares
Abre tus alas al primer rayo de luz
Y en un vuelo como rauda cometa
Tráeme un beso robado de los valles
Y el abrigo de tu sombra bajo el sol.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 23/12


TE BUSCO





TE BUSCO

Aquí estoy, un día más vestida  de blanco
El mar envía tu voz y prefiero correr
Me asustan los chillidos y los gritos
Me desesperan los rostros adustos y las miradas altaneras
Desvío la mirada y te busco
Y hablan de tu amor las palmeras.

Una vez más levanto airosa las patas
las crines revueltas tienen sed de ti
Escucho en el olvidado cerro tu voz
Las cascadas como siempre
Como novias viajeras solitarias
Tras el único amante verdadero
Que se nutre de sol junto al mar.

Me llamas y respondo a tu voz
Huele a lirios el campo y sé que eres tú
La húmeda tierra me habla de silencios y de blancas
La música se empeña en cada rincón donde pareciera no haber vida
Mientras caen vestidas de oro las hojas
Y marchan descansadas con la brisa
O vuelan para no verlas más.

Aquí estoy a tu alcance
No puedo huir de tu mano
No puedo buscar a Dios donde no existe
Los muros me apartan de la realidad
La vanidad del mundo me cerca
Y descubro que en la voz de un niño
En la flauta que suena con los besos de mi muchacho
En mi propio yo que a ratos se pierde 
Ahí estás… y entonces me apresuro
Corro… vuelo… danzo… canto…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 23/12