miércoles, 14 de diciembre de 2011

ÉSTOS DÍAS SIN TI (45)

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ESTOS DÍAS SIN TI (45)

Han sido como apagar algo que estaba encendido
Dulce fuego, ardiente y efímero,
Parece una mirada hacia el arco iris de la tarde
Después de la lluvia.

Han sido como deshojar violetas
Contar caracolas a la orilla del mar
virando hacia el azul interminable
Que siempre está ahí para mí, pero es intocable...

Como vislumbrar una cristalina cascada...
Un violeta  atardecer soñado tomada de tu mano
Donde las flores del campo sean nuestra compañía
En medio de un sutil perfume que no me pertenece.

¿Cómo han sido mis días sin ti?
Creo que no han sido fáciles, pero fueron posibles...
Todo es un sueño pasajero en la vida
Y estamos acostumbrados a ese desaparecer
Con un agridulce sabor a desesperanza.

Quedaron algunas gotas de cristal que nadie vio...
Fueron atrapadas en un estéril espacio ajeno a mí
Y se marcharon con las mariposas de la noche
Buscando el amanecer.

Puede ser también que haya sido como el viaje temprano de gaviotas
Casi al anochecer asustadizas se fueron,
 pero con la certeza de su viaje
Donde un amante siempre espera con sus alas abiertas a la entrega.

Mi cariño quedó atrapado en el pensamiento 
En un lago donde nadan todos los cisnes en pareja
Pero el mío se alejó hacia un estanque claro,
Ahí lo esperaban quienes tallaron su historia
Y anclaron su barca con fuerza para que no se desviara.

Aquí estoy, no ha pasado nada...
Las margaritas buscan el calor del sol
El mismo que observamos a diario
Iluminando espacios sin mezquindad.

Te extasías en la luna... 
Y cuando llego a ver tus luceros
Comienzas un nuevo día con otra sonrisa 
y una gran copa de vino tinto 
Que saborean otros labios.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 14/11

VUELOS (46)


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VUELOS (46)

Y me elevo….
Te pido me lleves a conocer tu paraíso,
Pero al cerrar los ojos
Puedo extender mis alas y volar al encuentro de la majestad de tus manos.

Te busco, pareciera que fueras de  brisa y esencias.
Te observo en el  bisonte del camino,
En el alce que recuerda que hoy es navidad.

Escucho el andar de la cascada transformada en apacible lago
En el caminante que abre sus alas con majestuosidad,
Me doy cuenta que estaba ciega
Que mi pensamiento te descubre
En esa pequeña luz que me sacude,
En esas grandes nubes que suben y  bajan del cielo
Como si tuvieran vida propia…

Pareciera que no te escucho ni te vislumbro,
Pero el verdor de las montañas besadas por tus astros
Susurran tu nombre con cánticos de tambor
Y ese indescifrable olor de todas las esencias  que plantaste
Llena mi vida y me doblo en mi propia esquina
Para adorarte.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 14/11