lunes, 6 de mayo de 2013

DORADOS/ Benjamín Araujo (149)

DORADOS/Benjamín Araujo (149)


Sobre el pastizal 
los gorriones agradecen el don de existir,
invocan al sol cada mañana
y dejan a una perla abrir.

Antes del sol de cada dìa
aciertan con un bocado,
y pequeñas bocas rojas chillan
ante semejante regalo.

Bello y dorado color
como éste inmenso amor,
así la lluvia sobre los resecos labios,
y la danza de la mariposa ante su calor.

Y así... divino pigmento,
de nuevo me haces suspirar;
se levanta un poco el ánimo
al ver las garzas llegar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 5/13

¿QUIÉN SOY? (150)

¿QUIÉN SOY? (150)

Me pinto un poco los labios
para que oculten mi palidez,
y entre mis harapos viejos, el color.

Las sombras difusas del viento
me traen olor a lluvia fresca,
perfume a tierra mojada
a hojas secas...

¿Qué soy? ¿plumas de colores?
¿O soy la parda y gris ventana,
la malvada que a veces gime a la luna,
o la paloma que espera una daga?

¿Quién soy?...
Me miro de nuevo al espejo...
¿Tal vez la perversa, herida tantas veces,
clavada en sus propias miserias
con los labios sellados para no gritar?

En el atajo de unos versos
puedo ser águila o gavilán,
pero sólo soy un alma
que quiere por ahí pernoctar,




en el mismo espejo de la sombra
que se anuda en mi garganta,
para que no vuelva a sentir


y deje de llorar.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, mayo 6/13 

DANZO (151)

DANZO (151)

De nuevo invoco a una danza
donde juveniles trajes al viento
declamando un verso, gritando amores,
desnuden como siempre 
mi alma entre tus brazos.

El roble de ayer
se convirtió en un tronco viejo,
boga por ahí, sobre naves de silencios,
o tal vez, donde la ola más grande lo eleve
para que siga la corriente.

Danzo de nuevo entre tu piel,
mis ojos inundan el valle, 
mi boca busca tu cuello,
mi torso se desnuda
y como una flor:
miel... ¡sólo miel!...

La música de hoy es silencio,
el ventilador recuerda un beso de colibrí,
y entre mis pétalos, al cerrar los ojos
siempre te veo a ti.

¿Para qué te pienso?
Sólo me dejo llevar de la música que suena
y danzo... danzo...

porque la vida es ya, y aquí.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, mayo 6/13



MI MUCHACHO (152)


MI MUCHACHO (152)


Mi muchacho es un chico cualquiera,

tiene tantos sueños como ilusiones.



Se pasea con un flautín, una guitarra,
un piano dañado, los zapatos de Anderson
que los ama, como a la niña de sus ojos.

El chico alguna vez probó el humo de un cigarro,
encendió la llama escondida de Bob, de Alex, de Luis,
pero eso quedó en el ayer, "suelo probar a ratos",
en esa lámpara de Aladino mis sueños se concretan
con fragancias del campo que entran por mis labios,
y musitan versos en el corazón.

Hoy lo encuentro repitiendo cada segundo: “Mami te amo”
Y una paloma pequeña pareciera anidar en mi pecho
Al escuchar sus lindas palabras, 
con eso me basta.

Mi muchacho quiere nadar, volar, cantar…
Desea estudiar y ser cada día mejor.
Le digo: mijo, déjese llevar por el viento,
No puedo más, pero el azar es la sorpresa
que nos permitirá afirmar mañana, 
que alguien estuvo siempre ahí, 
 que de su mano llegó esa ayuda, sin pedir.

Mi muchacho, ¡mi hermoso potrillo!:
Cada día me embeleso en sus canciones,
me hace feliz su compañía y no pido más.

Esos sueños se parecen a los míos, 
tantas veces repetidos,
que los vi volar al despertar, 
pero se concretaban al dormir.

Me entrega cada joya de sus labios, cada melodía.
Mi hogar parece un árbol lleno de flores canoras
con mis tres aves multicolores...

Y cuando los chicos marchan, 
mi muchacho me observa 
con ese brillo en sus ojos, 
y de nuevo regresa a mis brazos
para repetir: “mami, te amo”.

Es aquí donde siento
que la felicidad 
son los pequeños detalles de cada día
al danzar del viento.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 6/13

MI TORTA/A Cristy Gibson (153)

MI TORTA/Cristy Gibson (153)

El cielo se antojó de una torta quemada.

Maraño en su interior tantas ricuras 

y dejo que su harina llene mi panza,

sin escarbar, ni arañar en la basura.


La vida me regala un sol enamorado
que en el atardecer parece luna
si el ocaso distorsiona su figura,
para dejarlo ir a otros bosques
a llevar nuevas tonadas
envueltas en su hermosura.

¡Mi torta de cielo tan amada!:
aquí  estoy, abierto el pecho
dispuesta el alma...

Envía tus rayos de luz a mi ventana,
la claridad de un beso,
un mordisco sobre mi pecho anhelante
para que siga riendo a carcajadas.

Se ha quemado la torta de mi hoy
pero mañana, ¿habrá un mañana
que sea como el oro derretido,
bañando mi desnudez en la tuya
entre pétalos rojos esparcidos en la cama?

Raquel Rueda Bohórquez
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NO TODO ES BELLO (154)

NO TODO ES BELLO (154)

A veces,confiados en las personas, desnudamos nuestro corazón, para comprender más adelante que sólo son falsas monedas, que en medio de signos de interrogación alardean de ser las mejores, pero te quedas con el amargo de una amistad, si la providencia devela sus mentiras.

¡No todo es bello!, sonreímos, nos quitamos la máscara algunas veces, ¡pero duele tanto hacerlo!, luego nos quedamos con sus carcajadas para siempre, y un dolor en el alma que ni el tiempo sana.

¿Cómo descubrir a las falsas amistades?, esto es muy difícil, a veces entregas hasta tu alma por una persona así, pero en ciertas palabras encuentras pequeños mensajes que sólo muy tarde descubres.

La persona que te adula mucho es peligrosa,  siempre detrás de sus palabras hay falsedad, esto ha sido demostrado, aquélla que te dice que eres lo máximo, lo mejor, que te envía mensajes secretos para saber qué piensas, pero que de un momento a otro, sin previo aviso, te da la más feroz cachetada y te deja mudo.

Casi no confío en las personas, me he vuelto encerrada, son pocas  las sinceras, y por eso siempre digo que mi única amiga verdadera era mi madre, ya ella no está, entonces me atengo a los pocos que siempre han permanecido, que de una manera me ayudan y apoyan en el camino de las letras, donde no pretendo ser la gran escritora, sólo un ama de casa con muchas inquietudes y preguntas sin respuesta.

He visto a través de mis años, que las pocas veces que pretendí confiar en alguien, siempre hubo un tropiezo, pero cuando  en ese tropiezo hay una mala mujer, el veneno se esparce y la “santidad” llega, convirtiéndome en el camino de otros que realmente no me conocen, en un pequeño demonio.

A esas falsas amistades, ¿cómo descubrirlas?, mi Jefe, y aquello increíble que llamamos providencia, han metido la mano una y mil veces por mí, y puedo jurar doblada las rodillas, que no hay nada más cierto que su verdad, y nos permite descubrir, temprano o tarde, a esa clase de personas que pasan por ser maravillosas, en medio de gritos de fascinación y mentira.

Espero no tropezar nunca más con gente así, pero estoy segura de que todo es por mi crecimiento, para que deje de ser pendeja, pues a ratos me paso, y dejo mi corazón en el sitio equivocado.

Una falsa amistad es como una gota de hiel permanente. ¡Menos mal existe el don del perdón!, y lo escribo para que no lo olviden: los perdono, aunque se crean con la conciencia limpia, les perdono sus carcajadas y espero lean todo, porque son 18.380 mensajes, les dará tiempo, mientras sigo escribiendo mis poemas.

Creo que les quedará mucho por reír, tanto, que tal vez en mis noches de luna llena de bruja, enmudezca un poco en mi pequeño cuarto, y pueda desnudar entonces mi alma, a ese ser de luz que reclama una mirada,  en vez de estar dejando huellas donde las pisoteen personas como ustedes.

Me doy cuenta ahora, de que sí, soy un poco gris, no me había fijado en eso, mi mente se ha oscurecido una vez más, y una tormenta anuncia que vendrá la calma, a pesar de todo. 

Raquel Rueda Bohórquez
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