Bienvenidos a mi blog, una experiencia de sanación, proyectándonos hacia el planeta verde, y el respeto que debemos al derecho de existir de los seres que nos acompañan en éste corto viaje por la vida. Gracias por ser parte de mi pequeña historia REGISTRADO DNDA REGISTRO AUTOR COLOMBIA
jueves, 25 de junio de 2015
AMOR [2]
Alirio y mami
AMOR
[2]
El
amor es el destello del sol en mi ventana
cuando
pienso, que lo más real,
es
lo que no podemos tocar...
Es
la simpleza de un contemplar
y
el movimiento leve de tu sombra al pasar.
Es
como probar miel directo del panal
con
abejas mansas a nuestro alrededor,
y
adivinar los ojos de mi padre de negro mirar
y
leve sonrisa en los labios,
invitando
a probar más...
Amor,
tanto por decir de ti,
se
me va el día, no me alcanza la mañana,
y
ahora el Rey marca su reloj en mi pared,
¿no
lo han visto acaso?,
su
triángulo es luz, segundo a segundo,
ya
conozco su marcha, y también su retorno…
Su
huella me habla del tiempo,
cuenta
su historia y cuento la mía
escuchando
aves,
en
ese árbol que se desgaja en amores,
llenando
mi pequeño huerto de fantasías.
Amor
es la sombra de un águila pasando por mis ojos,
son
esos hambrientos goleros,
que
se dejan llevar de la brisa,
en
espera de un muerto con sabor a vida.
Hay
un anuncio en líneas que se juntan,
en
cúspides llenas de sueños,
hasta
ahí llega su ricura,
como
para el alfarero la arcilla roja
y
para el poeta sus obras.
Una
fuente derrite el oro,
un
molde lo transforma en riqueza,
pero
siempre será polvo de arena,
joya
brillando fantasías pasajeras.
Su
valor no es más grande
que
el del sol sobre el mar,
en
medio de juguetes de plata.
Amor,
es un vencejo azul que va radiante,
canta
su primer poema al despertar,
y
entre sus alas transporta un diamante.
Eres
tú y yo, cuando nos miramos.
Joya
son tus ojos en los míos,
poema,
tus manos en mis manos,
hostia
conjugar el Magdalena con las olas,
ese
instante único e irrepetible
versando
amores sin verse,
siendo
amantes sin saber
que
se están fundiendo,
y
esposos, sin encadenarse.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 25/15
UN DÍA CUALQUIERA [3]

Mi ternura de madre
UN
DÍA CUALQUIERA [3]
Un
día cualquiera abrimos los ojos
sin
saber qué es lo que vemos,
y
por qué razón estamos.
Descubriremos
el amor, la pasión, el miedo, el odio,
en
medio de ruidos y sonares de reloj,
o
a través de cantares
que
con el alba son oraciones,
caricias
de rocío sobre sus flores.
Un
día cualquiera tropezamos
pero
una mano estará ahí,
hasta
que lo permitamos.
Veremos
crecer las acacias,
divisaremos
cómo fabrican nido las palomas,
y
pensaremos: ¡así fuimos en casa!
Un
día cualquiera,
las
brisas cambiarán el destino del ave y su nido,
pero
no tendremos tiempo para ver, menos para
pensar
que
ese día hubo un espacio enorme para decir: ¡te quiero!,
pero
negamos éste poema a nuestra vida.
Un
día cualquiera seremos arrogantes,
pero
jamás pareceremos un mirlo arriba de una palmera,
¡cantando
y cantando!, ¡volando y volando!,
feliz
en medio de tanta belleza.
Verá
poemas de trigo y versos de hojas secas,
construirá
madrigales con hilos de seda
abundando
entre los pastizales,
viviendo
de frutos y juguetes saltarines
para
sus clavellinas abiertas en sus nidadas.
Caminaremos
como viejos
y
los niños lo harán como ellos.
Un
ciclo se repite, pero jamás el paisaje del cielo,
¡nunca
un manantial!, pues sus aguas son renovadas,
una
llama encendida jamás será igual a otra,
ya
que la brisa es dueña de sus flamas
y
princesa de sus andares de gitana.
Muchos
se irán antes de primavera,
otros,
cuando la montaña esté cubierta de nieve,
pesando
las rocas en los pies,
y
las espinas en los dedos.
Un
día cualquiera te irás o me iré,
¡nada
nos llevaremos!,
seremos
carne fría al hombro de alguien,
o
en medio de ruedas de funerales asistidos
escribiendo
historias, sobre el paisaje endurecido,
y
un colmenar será zumbido de abejas y llanto,
sin
que lo advirtamos siquiera.
Aquí
comprenderemos que es leve vivir,
¡pero
mágico es morir!,
es
como volver a nacer en otro vientre,
jamás
nos enteraremos,
si
oruga en una cárcel,
mariposa
en otro invierno,
partícula
de colores
mezclada
entre los rayos del sol,
que
nos difumina,
nos
atrae,
nos
envuelve en un baile extraño,
en
una música sin cantor ni poeta.
Vendrás
a casa de nuevo, pensativo,
¿qué
hice con mi vida?
Pero
la vida te hizo sin que te dieras cuenta,
olvidarás
del ayer sus melodías,
y
en ese día cualquiera,
te
darás cuenta, que puedes escuchar el ruido del silencio;
comprenderás
los gritos de las rocas,
y
sabrás, que esa pluma en tu ventana
soy
yo,
y
que mi amor permanece en el tiempo.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 25/15
¿Y SI FUERAS MI VID? [6]
¿Y
SI FUERAS MI VID? [6]
Al
despertar vi tu prisión
y
decidí abrazarme a tus rejas,
un
cerrojo oxidado reventó,
mis
ganas se quedaron
como
sortija en tu boca.
Dulce
manantial tu lengua
¡exquisito
licor!,
fantasías
que me hacen dar vueltas
cual
en orgía el sol.
Te
veo dos y mil veces,
me
emborracho con tu miel,
soy
una demente ebria que te quiere,
¿qué
se puede hacer?
Pero
si en verdad fueses mi vid,
esperaría
el primer poema
en
el alba donde estés,
siendo
mariposa o libélula
besando
mi manantial con tu querer.
Me
quedo aquí viéndote,
negros
ojos de uva madura,
para
reventar en mi boca y morderte,
hasta
que seas conmigo
un
exquisito vino.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 25/15
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