martes, 6 de agosto de 2013

TE QUIERO [107]


TE QUIERO [107]

¿Lo sabías?
Desde la música,
el sonido de la cascada
el trino del ruiseñor...

Te quiero,
eres la sabia en mis venas;
escucho tu relinchido en la sabana,
se atropella en mi pecho el corazón
y decido correr...

Parecen campanas de navidad,
su sonar es como gotas de rocío
y me acompaña una sonrisa
al verte llegar.

Es hermoso el manantial,
todo está vestido de colores,
tu negra mirada,
el brillo de tus ojos...

Te quiero y me confundo
cuando estás y no te veo,
y te apartas,
cuando quiero tocarte...

Entonces, inicia la estampida
para llegar a la cumbre de nuevo
a esperarte,
entre resoplidos sordos
y la música del viento...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 5/13  


PALABRITAS [108]

PALABRITAS  [108]

No quiero leer un libro,
me conformo con leer tus labios,
y saber que ahí está mi nombre.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13


Publicado por  RAQUEL     en  18:39  


  

AMOR [109]

AMOR [109]

Hoy todo tiene aroma,
mis ojos un brillo diferente,
me veo al espejo y una sonrisa
es imposible simular un sentimiento ,
cuando mi día es brillante, y dorado.

Cada segundo es una oportunidad,
no nací pegada de nadie, y puedo soñar,
sin importar que sea pasajero,
un minuto es válido,
el instante para imaginar
desvestir un girasol
y quedarme prendida 
en sus miles de ojos…

Doy libertad para que ame,
desato las cadenas para que vuele
en tanto admito que estás ahí,
como un sueño sobre mis pestañas
y una ilusión que anima éste cansado corazón.
Pareciera una danza mágica… ¡todo es magia!
creo que no estoy tan vieja para amar,
se otorga un sueño entre las flores del jardín
y de nuevo, el colibrí se vuelve más brillante
cuando busca del alma,
un poco de dulzor.

¡Vuela amor!,
pero antes de marchar déjame un beso,
siento el perfume de tus pensamientos
que vienen y van,
como un exquisito hilo invisible
que sólo la mente curiosa puede descifrar.

Regresa al nido que te programaron,
esperaré un poco… ¡un poco más!,
estoy segura que veré a los girasoles tristes,
pero mañana mi amor, al amanecer,
verán el cielo, azul
como tú y yo…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 5/13 

CADA DÍA [110]

CADA DÍA  [110]

Soñaré todos los días con él, no importa, me doy el gusto de tener brillo en los ojos, no necesito de sexo, imagino que lo tengo, que me quiere, no es malo soñar, a veces es lo único que nos queda.

Tengo todos los años, suficientes para saber que Dios me ha regalado una oportunidad de vida, que no he sido tan feliz como debiera, pero que no puedo odiar porque no haya sido lo amado, en la vida de alguien.

Me equivoqué, se equivocó, pero ciertamente vivir tiene algo extraño, tal vez tenía que estar aquí, pasar por todo esto, para que ese acertijo llamado destino, me trajera a tus negros ojos…

No comprendo para qué se sufre tanto, ¿no era acaso para amarnos por siempre, que estábamos?, pero entre éste enredo de tiempo, me quedo en la esquina, o un poco más allá de todo, buscando mi estrella, que se había atorado en otro espacio, y al fin halló  su brillo entre colores azules y luceros de mar.

Aquí estás, tal vez nuevos poemas aparezcan, puede ser que ni tus ojos vea nunca, que no pueda abrazarte y decirte que eres esa nueva locura, que vino a quedarse un rato entre mis letras, mis tímidas y pequeñas letras de cada día.

Estoy valiente, sin miedo, sin sentirme pecadora por desear el amor, ese amor que es más que desnudarme, y conocer el sabor de tu piel en la mía, sino, querer empalagarme de tus ojos todo el día, viendo un atardecer tomada de tu mano, dialogando de cosas simples y sencillas de la vida.

Me gustaría calmar ese frío de ésta noche, sentada sobre tus piernas, juntos los labios, locas mis manos, queriendo tocarte todo, y decirte que la vida es un sueño maravilloso, si hay amor, si existe esa realidad, que nos hace bendecir cada estrella, cada arrullo de las palmeras, con la brisa fuerte de éste caluroso día.

Nada me condenará, pues vinimos a éste lugar en búsqueda de amor, y marcharemos tal vez sin encontrarlo, pero no quiero, cada segundo le pido a mi Jefe que esté mi sueño ahí, no importa si quedan sólo letras cada día… pero hoy pasaste como un hermoso colibrí, y estás aquí en éste momento, entre mis dedos tibios, y una corriente  recorre el cuerpo, un blanco esqueleto que se desnuda como siempre, y ve en el espejo una linda sonrisa, y unos ojos violeta, en donde estás.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 5/13 

TAN SOLA [111]

TAN SOLA [111]

Sobre una rama seca
el ardiente sol en mis mañanas,
y el viejo atoro en la garganta…

Esa angustia de continuo,
los amigos que no eran;
tan radiante el nuevo día
y entre mis dedos una hormiga
tan afanosa como yo, tan solitaria,
no sabe a dónde  ir,
perdió su nido, pero continúa,
con la prisa de sus instantes.

Llego un momento a verte, ¿serás?...
¿Eres la mariposa azul en mi ventana?
¿Serás el caprichoso poema de hoy?
No ajena a ese amor soñado, te diviso,
lejos, pero cerca de mi corazón.

¡Escucha!, los sones de hoy son diferentes
trae la lluvia un encanto especial al besar el pasto seco.
¡Observa amor!... esa corriente fría,
pareciera tener alma, extendida clama y llora
hasta se copia, en el resplandor de una aurora.

¡Qué divina sensación es el amor!
¡Qué triste cuando cae una paloma herida!,
insondable tristeza en sus negros ojos,
¡si la pudiera aliviar!...

El depredador ayuda a calmar dolor intenso
y su alma de niña  anida en otra cama,
con acolchado de trigales y tibieza de madre.

¿Será que Dios nos ve?
Mis ojos tienen otra luz intensa,
no me importa la de mañana,
es la de hoy al verte
tan poco amado y deseado…

Eres mi espejo azul, la razón de mis sueños,
tan mágico, tan de  ruiseñor que va y viene,
que su voz tiene el brillo del sol entre los pastizales.

Me conmuevo ante tu boca sin besar,
y la mía, anhelante de un beso tuyo,
espera a que termine el día
para volvernos uno esta noche
que está por iniciar.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13 




CAUTIVA [112]


CAUTIVA [112]

Soy una oruga, amor mío,
cautiva de todos mis deseos
abrillantados para ti
con la música y el sonido de tu voz.

Cautiva entre tus brazos,
prisionera de tu piel
amándote hasta más
y  más de eso, mucho más...

Cual diamante en roca olvidada
así te quiero,
oculto para mí,
con tus brillos al caer la tarde
para desnuda estar en ti.

Cautiva de tus ojos,
prisionera de tu corazón
danzando con una carcajada
olvidada en el ayer...

Una flor en cristal nuevo,
luces de un cirio le embellecen.
Divinos tus luceros negros
calentando ese brillo perdido,
guardado en verdes aguas
aquí te encuentro,
y me pierdo en tu mirada.

Y al fin, veo tu iris ensanchado.
Mi espejo es tu imagen,
un fuego se convierte en vendaval
y se apacienta con un beso.

Oculto el rubor de mis mejillas,
abrazo tu cuerpo de sueño hallado,
mi espejo se torna púrpura
y en un instante no estás,

Eres  nube viajera y gris,
una sombra pasajera,
en el corazón de un lago.

Raquel Rueda Bohórquez 

Barranquilla, agosto 6/13  



AQUÍ [113]


AQUÍ [113]

Aquí estoy
dispuesta a tu amor,
me dejo llevar de la corriente ligera,
que pasen todas las voces altaneras,
se torne la sal en dulce miel
y tu voz sea la mansedumbre que viene
a desnudar mi piel.

Levanto mis manos y te busco,
estás donde mi pensamiento;
en el fuego que enciende mis pupilas,
en las sábanas perfumadas,
en el olor a rosas de mi huerto
un lejano jardín que sabe a ti.

Mi sinsonte cantor
sobre la más alta rama,
con tu bella mirada
entonando cánticos al Creador.

En un vuelo me confundes,
te enredas en el camino;
los cardos hieren tus alas
y te levantas de nuevo
hacia un esponjado pino.

Y en el antojo de tanto suspiro,
al fin llegas para quedarte
sobre mi ventana abierta,
dispuesto todo lo mío para ti,

como se dispone la cascada
para las rocas de la cuesta,
y con el prodigio de su existencia,
sucumbe ante el amor del viento;
se deja llevar, como una cadena de luz,
por entre la falda de las montañas
y los túneles de mi pensamiento.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 6/13   



TAMBIÉN ME GUSTA [114]


Martes, 6 de agosto de 2013

TAMBIÉN ME GUSTA [114]

Entre tantas cosas,
un bebé trata de esbozar su primera sonrisa,
el momento en que te descubre y reconoce
un olor a madre inconfundible,
pleno de madrigales, y pezones oscurecidos.

Tanto me gustan sus labios
sobre una ocarina o una flauta,
que parecen almas de mariposas…

Danzan ocarinas en el viento,
melodías van y vienen sin palabras ni voces
sólo el encanto magistral de labios, y besos,
que junto a la brisa se conocen.

Esa mueca tuya,
¿será que tiene sonrisas el pantano?
¿El morichal será como un poema sin recitar?
¿Serán los gorriones, las almas de los niños descalzos?
¿Será mi amor, una gota de rocío,
el llanto de una madre?

Me gustan mis amigos,
los que a pesar de todo se han quedado,
han soportado cada hiel de mis palabras
y comprendieron que soy un ser humano,
a quien también le duele la vida.

¡Tantas cosas me gustan!…
El rostro de Daniel, su sonrisa, las palabras de cada día
¡Oh sinsonte cantor! ¡Oh luz entre los cañaduzales!
Amados todos, me gustan, los amo…

Como el aleteo de las mariposas en invierno
apresuradas buscan un jardín,
encantadoras y felices a pesar de todo…

Y en el recuerdo del ayer
se ha quedado mi presente…
Me gustan los ojos de la gente
si miran a los míos y no mienten.

Me entretengo en los pies de un niño,
en sus pequeñas manos.
Todo es tan puro al nacer,
y al correr del tiempo, todo se corrompe…

Me gusta ese lunar tuyo colocado entre tu pecho
cerca de una flor donde palpita tu corazón…
Dame un beso, y descubrirás que te gustará todo,
si bajo los parpados palpitan perlas vivas
con sabor a sal de vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13 





EMBRIAGÀNDOME [115]

EMBRIAGÁNDOME [115]

Entre una copa de vino
para endulzar la vida
me embriago.

Tengo la adicción del amor,
me siento como una mariposa
sobre enredadera de colores,
zorzal con la reina de su nido.

Mi adicción se acrecienta
si te encuentro
bajo un frondoso árbol,
esperándome…

Si detallas las aves agradecidas
picoteando pequeños frutos,
borrachas en trinos de amores
y mínimas perlas de colores.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13 

ERASE OTRA VEZ [116]

ÉRASE OTRA VEZ [116]

Érase una vez, en un bosque solitario,
cuando la brisa fresca, olor a pino silvestre, las orquídeas,
un toche cantor sobre las ramas...

Ese día, escuché trinar los sinsontes,
estaban ocupados, pero aun así algarabía,
¡tan felices los veía!,
tanto, que mi corazón inició una danza,
parecía un tambor bajo la lluvia...

Inicié una historia,
aquí la flauta tenía un alma limpia,
su aura con alas invisibles llegó a tu ventana...

¿Qué haces alma?...
¿Qué buscas en mi cristalera abierta? –preguntaste-
Ella enmudeció, no respondía nada y me observaba,
tal vez esperaba una respuesta, pero no la hallaba…

Salí apresurada, pero había marchado...
Se ocultaba en un ropaje azul,
perseguí la sombra entre los juncos
y la reencontré escondida junto a un loto solitario.

Vagaba en oscuras aguas, tenía gracia y belleza;
de tonos rosa, pasó al dorado, y se tornó violeta,
tan apacible y sola la veía,
que un colibrí se enterneció…

¡Ven acá, princesa!, te dejaré el ruido de mis alas,
sentirás mi amor dentro de tu cofre dorado
y me regalarás esa miel exquisita que tú guardas.

Tampoco respondió nada Flor de Loto…
Muchas veces la vi así… -con miedo a contar cada historia
Pero ahora el miedo desapareció,
cuando el colibrí le dejó un beso
y ella se tornó de púrpuras,
y escondió su rostro bajo una rama.

Ya vendrá un mañana, pero soy feliz en mi lago
aquí todo brilla a pesar de todo…
Puedo multiplicar mis razones para vivir,
escuchar los trinos, y el sonido de una hoja al caer.

Un frondoso árbol me arropa…
El cambio de las estaciones es magia plena,
admito que la vida es una película,
hay dolor para nacer y para morir,  
y  la música es la voz de Dios…

Me di cuenta que alma era todo lo que existía…
No podía haber nada, ni nadie que no la tuviera.

Éramos un solo círculo en un mundo redondo tal vez,
una brizna bordada en el cerebro,
una madeja de hilos de colores
tejedores de historias, como pequeñas arañas,
cada una en su huerto,
tan ajeno y  propio como la vida misma.

Cerré la ventana, y descubrí la tuya abierta…
Una mariposa blanca se enredó con una dorada;
se estrellaron en ese cristal lleno de sueños
y decidí entonces, abrir la mía de nuevo
para que todas las almas estuvieran juntas
en el mismo jardín soñado,
sin estrellarse nunca.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13  



SONES [117]

SONES [117]

Me encantan las flautas
aunque cansada un poco
la música es un elixir para el alma
que todo sana, si es dulce y pausada,
como las aguas de mansa quebrada.

Antojada vivo de las montañas,
del sonido del tambor, de ese pecho tuyo,
que suspira por otra y me aleja...

¡Qué divino gajo de orquídeas!... ¿Lo ves?
Ahí entre las bromelias rojas
donde anidan  ranitas de colores.

Busco un motivo para hablar contigo:
¡Oye loco!, las barbas de San Pedro
casi tocan el suelo,
y lo besan las flores del campo,
se entretienen los niños de colores,
que van y vienen...

¡Una guacamaya azul!...
Mis Jacintos amados...
¡Tan bellos, bajo esas ramas secas,
donde hay brotes gigantes de flores blancas!

Y marchan... tan aprisa como llegan...
Sus ojos entre dorados trazos,
con gigantes picos que me llaman...

¡Voltea a ver esa divina cascada!
¡Mariposas de colores!
¡Corre Pierre y alcánzala!... eres el cazador
llévale una a mi princesa,
dale la pequeña a mi niño
y cuéntales que es implacable el dolor.

Baja de nuevo una cascada por mis ojos,
es un vicio recordarlos, en medio de carcajadas,
al terminar el sonido del viento
dentro de mi boca, en hondo suspiro,
húmeda mi falda,
con perlas de sal
mezcladas con agua.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13  




NO ESTOY [118]

NO ESTOY [118]

No estoy,
me fui a buscar mariposas azules en el patio,
al jardín lleno de tesoros dorados.

Los dejo con la luz del viento,
con la música de los labios,
besos húmedos con sabor a lluvia...

No estoy...
Desaparezco para retornar;
si una mariposa blanca te visita,
sabrás que acabo de llegar.

Viajo enredada en la luz matutina
y me arrincono entre las orquídeas
para en ti pensar.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13
Publicado por  RAQUEL     en  17:53


PROMESAS [119]

PROMESAS [119]

Alguien descubre una mirada nueva,
y me está viendo con sospecha...
Antes pastillas rosa y globos voladores,
y creía que el niño estaba enfermo.

Pero ahora, porque sonrío y no estoy triste,
alguien me mira de soslayo, con disimulo...

Antes veía enormes cuentas de celular,
y me preguntaba:
¿Será que ahora es tan importante,
que tantas mujeres lo llaman?

Pero entre todos los nombres
Uno, no me cuadraba,
estaba escrito al revés y lo descubrí...

Me aterran los defensores de infieles...
Ahora soy infiel,
pues sueño con amantes de luz
y nada me duele.

¿Será que mi brillo de hoy,
parece una sospecha?
Pues creo que le duele,
como me ha dolido tanto tiempo.
Será el premio merecido,
por romper una promesa.

El amor no es asunto obligado,
ni tampoco de cadenas;
si no me quieres por las malas,
menos lo harás por las buenas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 6/13