viernes, 1 de febrero de 2013

PALABRITAS 3101/13 (88)


PALABRITAS 3101/13 [104] (88)

La felicidad no está en poseer, 
sino en compartir generosamente 
de lo que nos ha sido dado, con los demás, 
disfrutando de la naturaleza, 
sin apegos ni vanidades, 
ya que son quienes nos mantienen prisioneros. 

Mi Pastor presenta cada segundo una oportunidad para seguirlo,
su voz es como el arrullo de una madre a su bebé
todo en Él es blanco con tintes dorados

y sus invisibles manos bordan el hilo llamado vida
para deshacerle cuando nos necesite.


Cuando se ha perdido la confianza y el respeto,
todas las puertas permanecerán cerradas.

Me separa de ti un calendario,

mañana mis pasos serán los tuyos
cuando el tiempo inexistente

marque un segundo

y la madre tierra recobre lo suyo.


Quiero empaparme de tu piel
como el frío invierno de las flores

y el manso arroyuelo del camino.

Quiero tu mano tibia en mi regazo
donde mi corazón advierta un "te quiero"
y mi nido inspire tu descanso. 


Como una cortesana parezco,
olvidada de su motivo en la vida,

con paso triste se observa
cuando cruza la esquina.

Y al llegar a casa
sólo una sonrisa leve
al doblar las rodillas. 

No importa cuánto navegue, ni cuánto busque
me interesa saber que estoy a buen resguardo
y que un poco más allá de todo
me espera la inmensidad.



No es tan importante llegar a la cima,
vale más levantarnos una y otra vez
a permitir que el cansancio nos gane.


Nos agotamos buscando la perfección

pero sólo somos remiendos, 
que el tiempo se encargará de ajustar.


No busques en mí un jardín que no has cuidado

soy un sueño que vuela como el colibrí,
en busca de la flor más dulce.


La vida es una gran barca 
donde navegan nuestros sueños

y al final,  una pequeña barquita de madera,
que será cubierta de lindas flores.


Llévame a plantar orquídeas en tus labios
y a sembrar besos en tus cerros. 



Permíteme  derribar la cerca que nos separa
y volar hasta el árbol de los sueños.


Déjame  abrir las alas 
como un cóndor;

llegaré hasta la cima

y como tu amante
comprenderás que no te soy ajena. 


Dejo un brindis para mi madre

por la princesa noble,
por el cofre que guardó mi vida
en la esmeralda dulce de sus ojos.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla Publicado por RAQUEL en 15:30
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HACIA DONDE CORRER (89)






HACIA DÓNDE CORRER [105](89)

No sé hacia donde correr
ya no me queda nada;
y recuerdo el color de tu piel
tus manos, las mías
los alocados gemidos
el pentagrama  no tocado
donde la distancia nos hizo olvidar
que la vida sería más linda si estuvieras,
si pudiera contigo hablar, reír, llorar…


Me acerco a un aposento de ausencias
sólo vacío, un cristal sin flores
que sin riego, pronto el olvido marchitó,
y entonces busco en su mirada viajera
una razón, un consuelo,
dejo de llorar para nutrirme de letras
repetidas una y otra vez.


Hallo el diccionario para descifrar  un “te amo”
una palabra que no hayan dicho los demás,
pero advierto que todos sienten lo mismo
y lo expresan sin pensar.

Penetro en tus brazos de fantasías y sueños
dejando un espacio a mi sombra,

para que pueda pasar... 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 31/13


Publicado por RAQUEL en 14:54 

AQUÍ ESTOY 2 [106] (90)


AQUÍ ESTOY 2 [106] (90)


He cambiado la mirada

un resplandor nuevo en ella existe,

he olvidando el ayer
al descubrir un brillante para mí. 


No me parece triste la soledad

ni el silencio de la alcoba me acobarda,

ni las noches si hay unas manos
que ayuden las heridas a sanar.


Descubro que sí,

no he agradecido suficiente
la vida ha sido generosa conmigo;

me regaló otra oportunidad 

muchas han marchado,
en cambio estoy aquí.

Olvidé muchas cosas, ¿o no?

Creo que la comisura de tus labios,

aquél lunar en tu hombro
tus manos tibias y suaves perdidas en mi piel.


Vi pasar miles de gaviotas donde no estabas

muchos inviernos y primaveras,

y tantas estaciones, 
que me olvidé de ti.


He descubierto un amor más grande que el tuyo

no tiene voz pero me nombra,

no tiene ojos y me cuida
no tiene brazos y siento su presencia.


Y ante el mar, la caracola de mis sueños aparece

volteo la mirada hacia la cumbre de las olas,

advierto de la magia de la vida si desaparecen
y se desvían tibiamente sobre la playa.


Creo escuchar el son repetido, incansable…

Esa melodía de amor donde me habla de alas abiertas

de ojos cerrados a ese infinito amor suyo,
entonces, creo que soy la más feliz de todas
y dejo de llorar.


Mi lámpara se enciende al imaginar que se apaga

recuerdo de tus labios ese calor inigualable,

me emborracho contigo, eres mi licor preferido
pero abro los ojos y no estás,
sólo aparece una copa llena
sin con quien brindar.


Una pesadilla de amor pareces 
al confundirme contigo

somos uno, y el mar está celoso de mi amor.


Una gran ola me despierta igual que ayer
me doy cuenta que mi amor es más grande que el tuyo,
más bello que todas las primaveras por venir
más cristalino que una cascada con traje de novia,
donde mis ojos no se confundirán,


y será ese azul quien me descubra entre sus brazos,
con una sonrisa cantarina, cual oración de madre
al sentir a su hijo en el vientre, 
por primera vez.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, enero 31/13

Publicado por RAQUEL en 9:44 

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