miércoles, 18 de mayo de 2016

UNA TARDE (34) (A)

UNA TARDE (34) (A)

Una tarde,
De esas que son pegajosas;
Que nos deslumbran por lo saladas,
Por lo despacio que caen las gotas…

Una sorpresa
Fue el canto de un pájaro;
¡Raro para tal hora!
Más inundó con esa melodía
Al lúgubre bosque.

La vida se volvió tinaja de vino,
El silencio rompió en llanto luego.
Ebrio y sediento deshojó la vida,
Y dejó en el tramo una flor sin savia.
Rendida…

Pero una tarde,
La luna gritó con el búho;
Nadie escuchó esos sonidos del alma
Que rayan la paz y la desangran.

Fue una tarde helada,
Una tarde donde asomaba lejano
Un rayo de luz en el rostro,
Y el frío se volvió nieve
En medio de tanto ruido.

Raquel Rueda Bohórquez
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