lunes, 10 de febrero de 2014

COMO UN GORRIÓN

COMO UN GORRIÓN

10 de febrero de 2014 a la(s) 11:27
Te podría contar que también a pesar de ser tan mínima, de parecer tan pequeña, una herida laceró mi corazón, el tirador apuntó también su arma, esgrimió los cuchillos de sus manos sobre mi pequeña cabeza, y decidí viajar muy lejos… pero mi vuelo fue corto, y caí en un sendero donde también había mucha espina, surgieron tres flores, a quienes amo, son mi instante para sonreír y el motivo por el que también deseo flotar de nuevo y llevarlos conmigo, junto al águila a volar, y conocer esos paisajes tan bellos, tan alejados de mis ojos ahora…

Un poco cerca del águila, no me hirió, siempre estuve feliz bajo sus alas, un día fue sinsonte, al siguiente un toche dorado, un ruiseñor, una mariposa, pero me enseñó a volar, más no a comprender el porqué  de los caminos inciertos de la vida… ¿o sí?... me decía a veces: ahí está la carretera, tienes que iniciar a caminar si deseas, sino quédate donde al menos hay una sombra… y me quedé, pero mis alas no sanan, y mi corazón siempre está herido, y mis ojos no cesan de cultivar perlas en ese fondo oscuro sin que escuche un sonido final…

Veo a un cóndor, parece solitario pero siempre está acompañado… lo veo desde lejos, con angustia…me atrae su mirar limpio y claro… lo veo limpiar, brillar, en medio de un mundo tan blanco y ajeno al mío, que me gustaría pintar faisanes y cóndores de colores mientras sueño y creo que voy bajo sus alas, las tuyas, las de Él, pero con un trinar despacioso y tranquilo, donde  comprenda que soy amada y he podido amar, sin la mentira del engaño cuando los ojos se pierden entre largas piernas y ojos  provocan hambre…

Si también he sido herida, hoy… una flecha se ha disparado sobre mi corazón, que  palpita sin cesar por ti… ¿podrías ayudarme a sanar éstas heridas?...Dame un beso entre las letras oscuras de un poema  y lo atrapo, como a una gota de lluvia entre mis dedos y la guardo dentro de mi pecho.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 10/14





SOLO TÚ

Foto: SOLO TÚ

Mi noche fue un día lleno de luz
Ya que al pensarte todo se iluminó
Todo sueño malo es esfumó
Cuando tus ojos a contraluz
Encendieron  mi corazón.

Un motivo: pensar en ti
¿Acaso importa si te puedo tocar?
¿Acaso si te puedo tener?
Más atrapado vives  en mis letras.

Un ramito de flores del campo
Una hoja seca que atrapas en el bosque
Valen más que muchos desaires,
Mientras pueda atrapar tus perfumes
En el aire… seré feliz. 

Aquí estoy de nuevo…
¡Si escucharas, el ruido de mi ahora!
Canarios colgados de gajos invisibles
La ilusión de un amor, un motivo para escribir…

Mi musa querida, mi poema fresco
Caminando por ahí a pesar del frío
Soñando tibieza, abrigado con los sueños
Sonriéndole a la vida entre  flamas encendidas;
Viéndote, sólo eso, amándote en silencio. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 2/14
Carolina, Alemania.

SOLO TÚ

Mi noche fue un día lleno de luz
Ya que al pensarte todo se iluminó
Todo sueño malo es esfumó
Cuando tus ojos a contraluz
Encendieron mi corazón.

Un motivo: pensar en ti
¿Acaso importa si te puedo tocar?
¿Acaso si te puedo tener?
Más atrapado vives en mis letras.

Un ramito de flores del campo
Una hoja seca que atrapas en el bosque
Vale más que muchos desaires,
Mientras pueda robar tus perfumes
En el aire… seré feliz.

Aquí estoy de nuevo…
¡Si escucharas, el ruido de mi ahora!
Canarios colgados de gajos invisibles
La ilusión de un amor, un motivo para escribir…

Mi musa querida, mi poema fresco
Caminando por ahí a pesar del frío
Soñando tibieza, abrigado con los sueños
Sonriéndole a la vida entre flamas encendidas;
Viéndote, sólo eso, amándote en silencio.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 2/14

EN CAMBIO YO

Carolina en Alemania.
Carolina en Alemania.

EN CAMBIO YO

10 de febrero de 2014 a la(s) 9:02
En  cambio yo no quiero besos
Tampoco me interesan tus brazos
Tanto se cansó el jarrón de la falta de huellas
Que ahora deseo ver con otro
Un nuevo ocaso.

Ahora tengo una sonrisa al menos
Comulgo con el bosque y la montaña
Atrapo hojas secas empapadas de rocío
Y pienso que es tu boca, regalando un beso.

Ya no importa mendigar cariño
Donde ya no florecen ni los cardos
Tanto desamor sin riego bendito,
Hizo que las rosas murieran en invierno.

Estoy aquí, entre parpadeos de sol
Viendo el cambio de la luna
¿Habrá cosechas nuevas?...no lo sé...
Pero bendigo tus ojos también
Para ahogarme entre las dunas.

Qué precioso despertar...
Mi hijo canta y es gloria
Ya no estorba nada, no hiere nada
Cuando aparece el amor entre las sombras.

Quiero verte… como un poco de sol
El que aparece en el instante de un deseo
Para despertar lo que está dormido,
Y del reseco valle un jardín,
Donde brotan semillas como ramitos de olivo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 10/14

MIS ÁNGELES NEGROS

MIS ÁNGELES NEGROS

10 de febrero de 2014 a la(s) 10:16
Si no existieran los depredadores el mundo sería perfecto...
Un león sobre una gacela asustada,
Un hombre sobre un niño,
Una espada lengua hiriendo...

Si no existiera la maldad
Podría volar sin miedo...cruzar esquinas
Pasear sola como en otros tiempos por el bosque.

Está el que escribe, y quien destruye su obra
Hasta tus pensamientos roban
Una madre humana puede matar a su cría
Viendo que los cocodrilos los guardan en su boca
Resguardándolos del peligro…

Unos siembran para comer… otros para matar lentamente…
Si el hombre no existiera, ni los colmillos en la oscuridad…
Ni las lenguas destructoras que son peores que un cáncer
Que todo hiere y destruye de a  poco,
Y su metástasis abarca hasta el alma que suele vivir herida…

Pero nada podemos hacer… ¿será verdad?...
Podríamos abrazar una esperanza al menos
Adorar la tierra y amarla… olvidar que deseamos parecer
Para simplemente ser parte de todo, y amar lo que existe.

Si pudiera enseñar a un león a comer hierba…
Sería más fácil que educar al hombre para que ame la tierra
Para que bendiga su razón de ser
Aceptando su condición pasajera y mortal.

Mientras unos tratan de construir  algo… otros ríen de él
Si pudiera el hombre robar el cielo lo haría
Si vender por pedazos las estrellas…
Si  comer los ojos de los vencidos…

Pero no todo está perdido…
Porque la gracia de morir también es vida
Nacen gentes con otros pensamientos
Y el mundo seguirá siendo de los  malvados
Si los jóvenes lo siguen aceptando.

El reloj marca los pasos sin cesar…
Preparo algo corriendo porque quiero decir algo
Muchos pasan, como cansados ancianos
Temen abrir la boca con sus resecos labios
Los hacen de lado porque apestan, y no saben nada.

Pero hay una esperanza al salir el sol desde los pocos cerros
Se levantan paredones grises para ocultar los verdes
Y los buitres miran desde lo alto…
Presienten que morirán también.

Si  no existieran los depredadores
Tampoco existirían mis ángeles del cielo
Sería terrible que no haya quien se  lleve la inmundicia
Y pasee las almas por la inmensidad azul.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 2/|14