CUANDO UNA GOLONDRINA [4]
Amigos, una golondrina se ha ido,
eran miles la última vez,
recuerdo que estuve ahí,
pero no crucé mis ojos con ella.
Estábamos solas en medio de la multitud,
pedíamos a gritos un amor, una oportunidad.
El desdén de muchos sacudió nuestras alas
y la brisa fuerte nos alejó del grupo.
Ahora somos dos, o tres, ¡no sé cuántas!
Andamos a la deriva de un sueño,
perdidas en un mundo loco,
todos están ciegos,
todos estamos ausentes.
¡Hola!, ¿no me has visto acaso?
Pero sentí fuego en sus miradas,
muchos van y vienen,
otros se persiguen, quiebran alas,
en cualquier rincón nos vencemos,
ha tornado el olvido y nos dejamos…
Un abrasador fuego de sol seca la carne
y en un día así como hoy,
dejamos de ser lo que fuimos.
¿Han visto a una golondrina perdida?
¡Aquí estoy!, ¿podrías reponer mis plumas?
¿Quién me dejará bajo un árbol frondoso?
¿Qué árbol? ¿Si hasta ellos son heridos?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 19/15