lunes, 29 de julio de 2013

COLIBRÍ [10]

Lunes, 29 de julio de 2013

COLIBRÍ [10]

Mis piernas se duermen,
mis manos están cansadas
mis ojos parecen rendidos.

Entonces pienso en ti,
todo se renueva,
me acojo a esa tibieza entrañable
que me hace pensarte
y la vida cobra sentido.

Quiero correr, volar, navegar...
Extiendo mis pequeñas alas para abanicar tu rostro,
me transformo en una esmeralda que vuela
que tiene el brillo de una joya
y el valor de un diamante...

Es tu jardín lo que busco,
el perfume de tu corazón lo que persigo,
me alienta el almíbar de tu alma
y mis fuerzas se renuevan.

Llego a ti mi niña del campo
de quien vivo enamorado,
me acerco tan veloz como un rayo
y ante tu belleza, extasiado,
descanso un segundo
para decir te amo,
y retornar hacia otra flor
que temblorosa espera.

Aquí estoy...
Es tuyo todo lo que tengo,
la fuerza invencible del amor,
la cascada diaria de mis ojos,
mi aliento al suspirar,
mi vida toda, mi huerto,
en donde cada día recito una oración
y te dejo un verso.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13    



MADRE [11]

MADRE  [11]

Así  es mi corazón
plasmado ante tus ojos.

Así mi amor ante tu recuerdo,
postrada de hinojos.

Como el verdor de la montaña.
¡Tan divinas gotas de rocío
resbalando sobre las hojas pálidas.

Una joya preciada
es el amor que guardo por ti,
mi diosa de los valles,
tan amada.

Tu huella transparente
en la claridad de un lago,
así es tu rostro al cerrar los ojos,
si a tu ventana triste llego.

Así, eterno mi cariño madre amada,
mi pequeña flor triste y sonrosada.

¡Tan grande parecía  la vida!
Tan inmensa tu alma de poeta
que se fue rauda sin una mirada.

Mi reina linda, mi niña cansada:
Sobre tu regazo de luz y sombra
habitas conmigo, junto a mi almohada.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla julio 29/13    


DORADOS/A Rodolfo Sanìn [12]

DORADOS/A Rodolfo Sanín [12]

Cerca del mar
a donde las gaviotas
en su interminable vuelo
detallan la luz del cielo...

Arriba de la montaña
un mirlo trina sin descanso,
un gorrión de ocres alas anida.

Arriba de mi pequeño roble
admirando los dorados del bosque,
flores como joyas de oro
caen a mis pies.

Más cerca del sol y las estrellas
busco el sendero de mi alma,
y entre arreboles de nubes mágicas
se queda.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13  



EL JUGADOR [13]

EL JUGADOR [13]

Ese día estaba en las gradas
como espectador feliz.
Se veía plasmado su rostro
en la felicidad de otros.

Artesano y constructor de sueños
con un balón mágico a sus pies,
y toda la vida por delante.

Aquí nos metieron un doloroso gol
que marcaría nuestros ojos
con perlas incontenibles de mar,
y a él una historia sin contar
acabada en un instante.

No hubo justicia de hombres mi amor,
nadie pagará por el daño de robarte
ni por haber hurtado tu balón,
ni la claridad de tus ojos de miel.

A esa luz divina en donde estás
dejamos la justicia…

A Él que te vio pasar y sonreír,
que te fabricó en un vientre de madre
y te elevó con los ojos asustados
ante ese mutismo final sin gritos.

Y ahora tu voz atrapada de joven,
la huella caminante de tu preciosa edad
como una mariposa azul en mi jardín
ha pasado un instante,
para quedarse grabada en la roca fuerte
que cruza mi esquina a tu lado.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13    




DESCUBRO [14]

DESCUBRO  [14]

Cada asombro es un regalo hermoso;
tu boca es el elixir para una sonrisa
y tus palabras sanarían todas mis heridas.

Descubro que son más los sueños que las realidades
pero que debo seguir pensando que te amo,
aunque tu corazón le pertenezca a otro huerto.

Eres mi nuevo pensamiento, mi segundo, mi ahora...
La flor que acabo de encontrar en mi última primavera
y se deshoja, con las brisas de julio.

Descubro que no soy nada sin tu sombra
y que mis ojos pasan por tu estancia.

Prisionera de tu amor sobrevivo
hasta que me saques de mi tumba en vida,
para morir de amor entre tu pecho.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13     



PARA EL CANTOR/Alex [15]

PARA EL CANTOR/Alex [15]

Pégate de mis labios mientras escucho tu voz,
parece el susurro de un río
una cascada que baja... ¿o sube?...

Dame a beber de tu exquisita voz,
el viento trae tu perfume
y entre tus ojos azules
descubro que hay un cielo
tan inmenso, que tal vez
sea mi estrella la que esperes...

No dejes de cantar
que se acaba la fantasía.
Toma la guitarra de mi cuerpo
imagina, imagina,
tal vez  debas cerrar  los ojos
y me permitas  probar de tu lengua.

Pero no dejes de cantar,
¡es tu voz tan rica!,
semeja  el beso de la lluvia
al tornar la primavera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13  



TE BUSCO [16]

TE BUSCO [16]

En el atajo de un camino,
en el enredo de un verso
guardado en estuche de plata,
rodeado de globos de colores
que suben y bajan,
que estrellados con la brisa
suspiran levemente y desaparecen.

Te busco en el sonido del viento,
en la boca que hace cantar a una flauta,
en la flor de un cardo,
que aunque con espinas
regala un poema del alma.

En el tronco de un árbol
talladas nuestras letras
y una enredadera de flores pequeñas
les  aprisiona y besa.

Dejo mi barca en un claro,
ahí encuentro tus ojos
manantial de mis calores.

Toma éstos viejos despojos
que suspiran amores,
y a pesar de estar muriendo
entretiene con letras
a un corazón ardiente.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13 



FELICIDAD [17]

FELICIDAD [17]

Vamos aprisa buscándola
pero ella está en nuestro corazón,
no se entretiene en la vanidad
ni se oculta en la traición.

Ella parece  globo navideño
frágil y de matizados  colores
que con un rayo luminoso
brilla entre luces pequeñas,
que se apagan con las tristezas del día,
y se iluminan de nuevo
al besar tus labios.

Dicen que ella es dinero,
que también es bienestar,
pero la encuentro en tus ojos negros
y en el aroma que lleva un barco
al bailar las olas en el mar.

¡Dame tu música!
Quiero danzar  sobre tu vientre
al vaivén de mi nave
y las olas gigantes que esperan
nuestro viaje final.

Una melodía nace
entre notas blancas y negras,
entre silencios y alargados gemidos,
y si  la noche se vuelve estrellada
iluminando al rostro con una sonrisa
y un brillo extraño en los ojos,
¿será esto, felicidad?.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13 


SI FUERA/A Lidia Pereda [18]

SI FUERA/A Lidia Pereda [18]

Lidia Pereda,  ¡cuántas curiosidades  despiertas!...
Si fuera una planta, me gustaría ser de las voraces,
así tendría siempre un ser a mi lado.

Tal vez si fuera lluvia
empaparía tu piel con mis besos,
mojaría todo lo tuyo en lo mío
siendo  estrella en un lago
o en una flor verso.

O si fuera una rosa
serías el colibrí en mi jardín
anhelante esperando de tus embelesos,
para que robaras la miel de mi corazón
y volaras… volaras lejos…

Un árbol tal vez,
con enormes ramas llenas de flores y frutos
a donde llegarán las aves de paso
y los amantes desnudos se amarán
bajo mi verde follaje.

Sería un diamante dentro de una roca
para que me descubrieras,
cuando sendas heridas abrieran mi cofre
y tus ojos mi belleza vieran.

Si fuera luz en el ocaso,
si estrella matutina en tu ventana,
si aura clara en el amanecer,
si amiga en todo tiempo y lugar.

Pero sólo soy una brizna pasajera,
una loca que le canta a la vida
y que sueña con amantes de luz,
haciendo el amor sobre un lecho de rosas
sin creerme más de lo que soy.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 29/13