domingo, 9 de noviembre de 2014

EL CARRETERO 2



EL CARRETERO
¿Qué me importa el carretero?
Se eleva sobre la bestia
Agita el pañuelo y el látigo
Más carga sobre ese cuello
Maltratado y soberbio
Sin renegar de la suerte
Paso a paso le hace andar
Como mi Rueda que gira y gira
Que hacia el precipicio conduce
Sin alas con las que pueda volar.
¿Qué me interesa el viajero?
Siempre va sobre las nubes
Sin voltear siquiera a ver
Cómo anidan las calandrias
Ni el rojo fuego de las rosas
Ni el blanco cabello de las montañas
Ni el trigo seco sin aires de palmera
Que al mulo o al buey
Socorre cuando ha de menester.
El carretero es un niño con hambre
Es un atorrante que simula mulo
Cuando grita y su lengua dispara odio
Con aquél que bien le sirve
Manso y fuerte,
Llevando a cuestas
Su propio cansancio
Sin renegar del odio recibido
Ni del mal pago a su servicio.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 7/14

¿SE PUEDE PENSAR?

Nada especial, sólo pensaba en los chicos de México, en los de Colombia, en sus madres y familias, el planeta absorbe toda la bestialidad del hombre, eso es lo que son muchos, no podemos generalizar pero en sí, el ser humano es lo peor que nos ha podido pasar a nosotros mismos 
El horror tocó a sus jóvenes vidas, cuando buscamos y anhelamos la paz, un cerco oscuro llega y ahora, la bendición del sol aparece llenando de luces un nuevo día, se vale, se me antoja decir que todo pasará, que nuevos retoños poblarán la tierra, pero me da pesar por ellos, mi deseo de no ser abuela, es porque me apenan los niños, que lleguen a vivir a éste paraíso tan destruido, que descubran que al abrir los ojos, tal vez las manos que los reciban se atrevan a robar su pequeña vida y le de valor en pesos, a su existencia..
Con enegía más positiva comienzo el día, dolor de cabeza de nuevo, pero es que nos castigamos fuertemente, hasta de eso somos responsables, sabemos lo que podemos comer y somos carne débil ante las ricuras falsas, todo lo que entra por la boca parece bueno, pero no lo que sale de ella, si nos proponemos hablaremos tan dulce como lo que hoy nos mantiene aturdidos.
Noche oscura, muy oscura, pero también se vale una corta muerte y despertar para descubrir que es a veces más horroroso el día, cuando nos enteramos de cosas más negras que la propia oscuridad.
¿El amor?, esa frase que tanto usamos, ¿en dónde se hallará?
Creo que debo salir a ver hacia mi árbol...
Raquel 

UN CARDO TAN SOLO

UN CARDO TAN SOLO
Imaginé que serías como para la anaconda el río
El ensueño mágico de días llenos de lluvia y sol en tu compañía
¡Qué tonta!, y todavía, con lunas de plata en mi cabeza
Con todas las sendas marcadas en mis ojos
¿En ti pensando todavía?
Como un riachuelo de agua dulce
¡Eso pensé!, ¡bah!, pobre idiota
Como si todas las novelas tuviesen lindo fin
Si cuando inician se presiente la derrota.
Creí que serías el bosque suave en mis madrugadas
¿Qué madrugada me has amado?
No tengo memoria, o la memoria huyó despavorida
En medio de piernas flacas que tenían chillidos de lobas
Y tetas largas cuando al fin se quitaban el traje que tanto te inducía.
¿Qué luna llena hemos visto los dos?
Tan solo me llenaste a mí de lunas,
Por eso sí, ¡bendito el día!
¿Pero, y el resto?...
Ya suenan 25 campanadas...¡qué lúgubres a veces!
Vivo espantada de mi soledad y de mi aguante
Parezco roca que se consume en el vacío de un volcán...
¿Y aún así te pienso?, ¿será mi tonta ingenuidad?
¿Cómo se puede amar a lo que hiere y lastima?
¡Pero amo!, siempre amé con perversidad los cactus
Ha de ser que se parecen a mí...
Entre más espinas, más flores
Entre más ardiente el sol, ¡más fortaleza!
Y acudo a mi sensatez... ¿en verdad me quieres?
O es tan solo la costumbre de ver que me consumo,
Si te gusta verme triste y agobiada en día lunes o sábado
¿Acaso importa?, libre a tu albedrío amante soñador de todas
¿Pero acaso posees el amor de alguna?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 8/14

¿SON PARA MÍ?


¿SON PARA MÍ?
Un segundo, ¡cuánto valor tiene!
En un segundo te puedo decir: te quiero
Podríamos mirarnos a los ojos
Descubrirías mi niña llorona
Pero también un pequeño ámbar para ti.

Regálame un segundo tan solo
Yo te doy miles de versos
Compuestos en días y semanas.

¿Recuerdas cuando te vi?
Eras un potro tímido tal vez
En eso nos parecemos,
Pero tenemos una fuerza interior
La que nos da la luz del sol 
Cuando abre sus puertas el amanecer.

En un segundo nos iremos 
En un segundo retornaremos
Y en medio del tic tac del reloj
A pesar de todo
Nos pensaremos.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 9/14

EL SUSURRO DEL VIENTO


EL SUSURRO DEL VIENTO
Y me acaba de lanzar tus hojas a los pies
Ha dicho: ¿lo amas?
Y le respondo: tú lo sabes más que yo.

Es una helada brisa, ¿es la de tu balcón?
Más no veo un balcón y sí un espacio abierto
Como si la brisa tuviera alas 
Me acerco a ti, estoy sobre tu mirada
Pero te alejas, ¡qué pronto te alejas!

Tiene sonido y aroma, lo sabes y lo sé
Ha dicho: Serán felices los 8 y vendrán más
Pero tú y él estarán envueltos en poesía
Serán amantes de por vida,
Y parirán versos, muchos versos
Mientras llega el día en que los junte
Como a las hojas secas
Bajo el mismo árbol que los vio nacer.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 9/14

¡NUNCA MÁS!

¡NUNCA MÁS!
Festejar la caída del Muro de Berlín, mientras puedo dormir, un casi imposible si mis hijos no llegan a casa...
El muro de la iniquidad, de la vergüenza, no debemos olvidar nunca, para que jamás en ninguna historia vuelva a repetir  éste dolor tan terrible.
Sólo recuerdo cosas muy espantosas, pero la gente de ahora no es responsable de los pecados del ayer, entonces, simplemente pasar la hoja de éste suceso macabro, como una llama que se enciende para recordar a sus víctimas, y orar por sus almas, claro que no por aquéllos que levantaron la mano, nunca por quienes siguieron como corderos a un monstruo, tan equivocado, tan lleno de soberbia y arrogancia, que lo llevó a creer que él era un Dios, cuando tan solo era pasto seco que ni los rumiantes tragarían.
¡Bendito! y que lluevan los verdes en los baúles de la mentira, no más usar la fe y utilizar a Dios, porque esos muros que se levantan con el nombre de Jesús, tienen en el fondo una misión igual de perversa y es la ambición.
Los gatos maúllan, Gian mi gato resultó hembra y hay una colección en la calle, sus maullidos me daban miedo, ya no... me dan miedo los ojos del hombre en la oscuridad, y a la luz del día también siento horror, no todos claro... ¿pero cómo adivinamos en dónde está el mal?
Sheila
9-11/14

HORROR/A los jóvenes de México


HORROR/A los jóvenes de México
Que nadie calle
Responsables seremos por la indiferencia
Entre las llamas veo a una madre, lleva a un bebé en brazos

Parece su propio corazón envuelto entre relámpagos
Y el olor de las almas y sus gritos, asoman en la ventana.

Ahí están, parecen un solo grito: ¡¡Madre!!
Y ellas se queman como una con sus niños,
Sienten el padecer del miedo y el dolor de la carne
Hallaron una ventana abierta y nos llaman
Sus caritas son de niños asustados
Dolidos y aferrados a las rejas ardientes,
De los sin espíritu que causaron su pesar.

Apestan los vivos más que los muertos
Tienen su esencia para servir al demonio,
Se volvieron locos, más dementes que Hitler
En ese muro de la vergüenza que todavía nos apena.

Revivieron casualmente cuando la gente airada lo derribó
Una barrera levantada donde las bestias arrojaron su maldad.
Que no perdamos la memoria del holocausto
Una nueva tristeza en pleno siglo XXI
Cuando el ser humano se cree dueño de la vida
Y del andar del gitano.

Ahí están sus almas reclamando
Pequeñas flores cortadas sin haber abierto al sol
El mediodía estará sin ellos
Y en medio de un bosque, tan solo queda su olor.

¡Qué nadie calle!, 
Aunque los fusiles vuelvan valiente al demonio
Arriba del cielo nos asusta una tempestad
¿No hay temor acaso?
Un doblar de rodillas y un levantar la voz
¡¡Nunca más!! 
¡¡Qué no se repita jamás!!
Que baje el cóndor del cielo
Y atrape a quienes causan tanto dolor
Para que la justicia se haga cargo
¡¡No más, por Dios!!

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 9/14

¿CÓMO ES EL AMOR?


¿CÓMO ES EL AMOR?


Como las olas del mar, ¿quién puede amar más?, 
Ellas van y vienen, 
Se deslizan por la playa y resucitan al segundo 
Llenas de espumas blancas. 


¿Y cómo es el amor?, 
Es dulce, agradable y regalón. 
Un poema es la voz de un hijo, 
¿Quién es malo?, ¿a quién le mentimos?, 
Dios conoce nuestro interior, cada paso que damos, 
Marcando un destino, ese destino que a veces nos buscamos, 
Pero aun así... ¿quién puede amar más que Dios? 
Una madre es feliz si su hijo lo es, 
Por eso está ahí en su tarea diaria, 
¿Vale la pena el desvelo?... ¿quién te cuidará?, ¿las olas del mar?


Una luz en lo alto vigila tu andar, 
Yo tan solo soy una gota de sal bordada en la orilla desierta de una playa... 
Pero aun así... ¿cómo es el amor?... 
Dime hija mía, si me puedes amar más de lo que te amo yo... 
Y son las 6.41 am.


Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 9/14