Bienvenidos a mi blog, una experiencia de sanación, proyectándonos hacia el planeta verde, y el respeto que debemos al derecho de existir de los seres que nos acompañan en éste corto viaje por la vida.
Gracias por ser parte de mi pequeña historia
REGISTRADO DNDA REGISTRO AUTOR COLOMBIA
Mary
Soco Rueda, también tuve criadero de canarios, conozco de su cría, sus perlas
cuando revientan a la vida, su desnudez…
Conozco
de mis pasiones y debilidades. Tanto me conozco, que a ratos no sé quién soy...
Mis
niños cantores me acompañaron en momentos muy difíciles de la vida, decidí que
eran de la libertad, y con ellos abrí mis propias alas.
Triné
con ellos, conocían mi voz, me hablaban a su manera, me decían también que me
amaban, que era lo único que tenían,
pero era mentira, no era nada para ellos, sólo su carcelera que deseaba robar
sus trinos, para enmudecer dolores que me aquejaban.
Conocí
de su libertad cuando dije: ¡No más!... No estaré sometida a una prisión
cantando melodías lúgubres, no me someteré a la traición ni la burla de nadie,
y entonces clamé al cielo, y de allá vino la respuesta: Sé feliz con lo poco, aunque
mucho poseas, si no tienes la valentía de vivir, nunca conseguirás una sonrisa
plena en tus labios.
Ellos
estuvieron ahí porque lo quise, quería que aprendieras algo, y lo aprendiste,/me
dijo una voz, y después la cría de codornices y vendí sus perlas, pero muchos
se reían de mi labor, otros saltaban por las paredes para robar mi trabajo. y
seguí, día tras día, algunas veces cantando y otras llorando, es mi vicio de
loca; y vino la parcela, mis sueños se concretaban, pero tampoco fue, mis
tortugas que están en vía de extinción, fue una lucha inútil, porque mientras
me desgastaba, otros abusaban.
Los
gansos que no han pasado de 6, en 15 años, pero que han solucionado las hambres
de otros, y decidí cantar, gritarle al tiempo que estaba envejeciendo, no tenía una pensión, pero recordé que no
estaba mi madre, mi monito tan joven y bello tampoco, y decidí dejar las cosas
así, cuando una pluma de águila empezó a brotar del alma, me levanté de nuevo y
empecé a volar...
Mi
negra era hermosa, la conocí al llegar a
Barranquilla hace 27 años, parecía una elegante palmera, no se dejaba retratar
porque teníamos que pagarle, de antipática le decía que era ella quien tenía
que pagarme, ahora se deja y tampoco le pago.
Lloró
mucho la muerte de mi sobrino, pues
llegó a mi casa a preguntar por él, se sentó en las escaleras a llorar.
Decía:
¡No lo puedo creer Dios mío!, el monito, el que me gritaba donde yo estuviera:
¡Negra hermosa, te amoooooo!, se acercaba, me abrazaba, me besaba, /él era un
ángel.
En
verdad lo era, y lo será siempre, con ese don de gentes que tenía mi pelado,
todo un señor de tan solo 21 años.
La
negra pasó hoy, con su carga de siempre, su mirada entre nostálgica tirando a más triste,
pero siempre con su optimismo, sus cocadas y sus alegrías,/dulces fabricados
con millo explotado al calor y panela/, que envejecieron con ella, recorriendo
la ciudad durante años, donde quedó su hermosa estampa retratada en muchas
imágenes que recorren el mundo, pero ante todo, dando ejemplo de ésta raza
venida de África, descendiente de ellos,
y ahora se encuentran en Palenque, el sitio que escogieron cuando sus abuelos
escaparon de quienes los esclavizaron.
Sus
hijos todos profesionales, dan cuenta de la calidad de mujeres, de sus esfuerzos
y sus andares de gitanillas elegantes y sofisticadas, mientras sus flojos
esposos las esperan recostados en las hamacas, /ésta fue la imagen que nos
vendieron, pero es una gran mentira, ellos hacen labor en su hogar, mientras
ellas salen a vender el producto de un trabajo familiar, y las esperan como
reyes, con los brazos abiertos y una gran sonrisa.
Estaba
la paloma vestida de amarillo, me
abrazaba mucho, a la vez que sonreía y me animaba a continuar, parecía decir
que estuviera tranquila, que todo se arreglaría en nuestra vida, pero en medio
de esto había dos serpientes que identifiqué claramente como mamba negra, ¡es
raro!, ellas son cobrizas, pero aquí eran de color negro. Al abrir su enorme
boca, por dentro eran negras también, amenazantes, como si quisieran lanzarse
sobre mí, tenía mucho miedo.
El
sol me hizo abrir los ojos, escogí mi alcoba en la sala, que transformé, pues
no tengo muebles de sala y ese espacio lo necesitaba, ahí estaba la enorme ventana. Alguna vez ésta
pequeña pieza fue un almacén, venta de productos para aves y mascotas, después
dulce que se los comían todos mis hijos y salían disimulados de allá con la
boca inflada de masmelos, hasta que un día me pillé a Carolina, que era quien
más peleaba: ¡Mami, mi papá se come los dulces, y Verónica!, /a Kevin nunca le
han gustado y me agrada, a veces peleaba, pero en el fondo sabía que los había
comprado para ellos, hasta que un día una sombra extraña en el almacén, entré,
salí… /de nuevo la sombra en un rincón, y descubrí a la gordita con la boca
llena, no pudimos contener la risa. Tomé
los tanquecitos con los dulces y se acabó el negocio, no le fui más a eso,
además, ya había entrado una vieja mañosa y me había robado, me estaba
exponiendo mucho a los ladrones con billetes falsos y sus acosos a robarse las
cosas, acabé la venta de concentrados, pues me compraban cuando no encontraban en
otra parte y estaban viniendo en la noche, cuando estaba acostada, por una libra, creo que me
esclavicé por gusto, pero me desenredé también por lo mismo.
Recordé
a mi padre, nos gritaba en las mañanas golpeando a las puertas. Con nosotras
era más dulce, pero con los hombres era su vozarrón más fuerte que de
costumbre: ¡a ver… a levantarse que se les está metiendo el sol por el culo!...
¡como machos arrechos a ver qué hacen por la vida!
En
su rostro estaba siempre esa sonrisa bonachona, deseando que todos estuviésemos
ahí en la mesa reunidos con él, las mujeres en los quehaceres del hogar, leer,
escribir, bordar, cocinar, los hombres eran siempre los más bagazos que no
hacían mucho, pero también tenían participación, pero Dorita de alcahuete,
terminaba haciendo el trabajo de ellos.
Hoy
recordé esas palabras en medio de una sonrisa, pero a la vez una angustia, y
regresó mi sueño con serpientes; nunca me ha gustado, son muy recurrentes, pero
el de anoche donde estuve con la abuelita Eduarda, menuda y hermosa, abrazadas
como cuando era una niña, protegiéndome como alguna vez cuando jugaba a la
ouija, un juego peligroso para quien no sabe y quien se comunicó conmigo, para
que le prometiera que nunca jugaría más a eso, ahí estaba mi abuelita
advirtiendo de un peligro nuevo, pero también, que estaría presente para que
nada me sucediera.
Unos
golpes insistentes en la puerta del segundo piso, timbre, golpes, gritos,
nosotras calladas pues tenemos miedo, en Barranquilla todos estamos asustados,
ahora extorsionan en algunos barrios según nos hemos enterado, miran fachadas y
empiezan a pedir vacuna, están asesinando a las chanceras, a los conductores de
bus, y nos sentimos acorralados por una plaga peligrosa y creciente cada día.
Ayer
llegó un tipo con una tarjeta de una droguería, y traía unos papeles tipo
encuesta, pidiendo datos, después
empiezan a llamar con tu nombre, y bueno, hay mucho ingenuo, en casa de un
familiar, la chica que ayuda, casi cae en la trampa.
Dicen
una sarta de mentiras, de secuestros ficticios, y con nombres de los dueños de
la casa dicen que abra el closet, que
saque las joyas etc. etc. y que ellos estarán en x dirección esperando por eso.
¡Casi cae!… faltó un pelo, pero alcanzó a pedir a la vecina que llamara a la
familiar, quien le respondió: ¿Cómo así, a quién han secuestrado, si él está
aquí conmigo?
La
mujer seguía tocando tan fuerte, que al fin me tocó levantarme, era una mujer muy alta, delgada, con un pantalón
muy corto, se veían sus nalgas bien formadas, sus piernas de garza; advertí que
era ropa fina, una camisa negra y short azul, y esa mirada que me hizo parar
los pelos.
Después
observaba hacia adentro de la casa mientras hablaba y me pedía ropa, con una
historia de la niña quemada que no le dejé terminar.
Buscamos
ropa y le dimos, al verla irse, llevaba una sonrisa, mientras miraba hacia la
esquina, donde tal vez alguien la esperaba.
Tal
vez imaginó que abriría la puerta para entregarle la ropa, pero le di la bolsa
y por la reja la llené.
¡Tengo
miedo!... Muchas veces estoy sola en casa, asustada por todo, hay pánico, ya
conté que la chica que vive en el segundo piso casi lanza a la bebé desde allá,
porque estaba muy asustada, se acostó como todo el mundo, esperando que algo sucediera
mientras dormimos y la pesadilla estaba ahí, imaginando un loco, un degenerado,
un asesino sobre ella.
La
chica era muy negra, morena y alta, y la relacioné con la mamba negra del
sueño, la otra, es la persona que la esperaba.
Esa
mirada fría y directa me hizo erizar, como a la actriz Amparo Grisales, no es
mentira, ¡tenemos mucho miedo!
¡Anímate!...
¡observa, detalla, escudriña, ¡vive!, mira en tu interior qué tienes dañado, procura
cambiar, y a partir de ahí, empezarás a ser lo que realmente debes ser.
No
te quedes llorando en el ayer, porque entonces no podrás soñar con un mañana
que tal vez sea tu ahora, pues no sabemos cuándo tendremos que dejar éste mundo
tan lleno de cosas, de tristezas y vanas alegrías, de glorias y fracasos, pero es la vida, única
y maravillosa, nadie la vivirá por ti.
Anímate
a decir "te quiero" cuando realmente lo sientas, no por compromiso
con nadie, no fuimos nosotros quienes colocamos ese tibio calor en el corazón, fue la vida misma, el destino, quien trajo a
esa persona. Un motivo que desconocemos hizo que sucediera de nuevo el milagro
de amar, no importa si no te
corresponden, interesa que tienes un
caudal se sentimientos puros en el alma,
y a partir de ahí, no debes
culparte de nada, sólo vive, disfruta, llora si tienes deseos de hacerlo, una
vez, muchas veces, desahógate con un poema, una melodía, un trago, pero no te dejes vencer de la
tristeza, Dios es maravilloso, un ser
que no podemos ver, pero que existe, está sobre ti, sobre tu historia, y sólo Él conoce de sus motivos.
Observa la mirada de un cachorro, él te ama sin
interés alguno, nació para amar y sólo
te ve con esos ojos, date la oportunidad de tener uno en tu hogar, no prives a
tus hijos de una mascota, ni te prives por egoísmo.
Date
la oportunidad de un amor diferente que estará contigo siempre, sin exigirte
nada, camina con él, pasea, y
descubrirán los dos, que la vida es más que un beso ardiente o tener sexo con
alguien, el amor es un sentimiento que
cobija mucho más allá de esa locura pasajera que equivocamos como amor.
Mira
a tu alrededor, hay mucho por hacer, mucho por sembrar, demasiado por escribir,
cuenta tu historia sin miedo, tus aciertos y fracasos, tal vez alguien esté
ansioso por conocer tu vida, y saber que no es el único que comete errores,
aprende a caer y a levantarte, los amigos a veces no son lo que creemos, pero
podemos perdonar y continuar el viaje.
Tropezaremos
con muchas personas que están ahí por alguna razón, y que por más que
intentemos decir que ojalá no hubiesen estado, no podemos cambiar nada, fue un
momento necesario en nuestra historia para reír,
cantar, llorar, en compañía de alguien
que también estaba en ese momento necesitado de algo.
Aseguro
que ayer era una persona muy triste, tiendo mucho a la depresión, tal vez nadie comprenda esto, muchos dirán
que la pobre bruja vive agachada y encorvada, pero no, he visto mucho, he
conocido del dolor, del suicidio en casa, del hombre que te busca con un arma
para acabar con tu vida, abusos de una y otra forma, crímenes, campesinos amigos desplazados, como
moribundos por las calles, con sus fincas quemadas, un joven que se suicida ante
mi impotencia, un asesinato a un anciano donde me quedo parada viendo todo, y
el asesino me mira a los ojos, secuestros, corrupción, pero no soy la pusilánime, no soy la basura que muchos creen, cada día
crezco un poco más como persona, y me vuelvo un poco más encorvada, pero es por
culpa de mi silla, debo buscar una más cómoda.
Saca
de tu vida lo que te daña, las cosas
viejas que estorban en tu casa, no permitas que los muebles ocupen tu propio
espacio, una casa llena de cosas te hace sentir prisionero, pues vives a
expensas de proteger esa basura, de limpiar esto y aquello, y en un hogar nadie
agradecerá tu trabajo, nadie te brindará un centavo por lo que hagas, entonces
date un momento a vivir tu vida, si es de tu agrado escribir, ¡qué buen
motivo!, a mí me gusta, escribo todo lo que pienso y no me importa, y lo que me
sucede cada día, alguien estará por ahí
buscando qué leer.