SE FUE EL CARPINTERO (14) R
Recién se fue a volar mi carpintero,
y espero en el cielo talle para mí
un árbol de cristal.
Todo fue veloz y hasta lloró en mis manos,
y el trino del ayer tallando en la madera
nidos y plumas de colores,
hoy es solo el recuerdo que pasa y pasa
en otras aves y otras flores.
Se fue mi amor con los ojos bien abiertos,
parecían de ámbar con un cultivo de penas
que volaron a una distancia enorme,
y se hallaron en el pergamino del aire
junto a lo incierto que lo disparó a mis brazos
cualquier día de junio.
Mi madre estuvo ahí para recibirlo.
Bajo el árbol de mamoncillo
recito una oración por su alma,
y el repiqueteo de otros pájaros
continúan los versos que brotan,
cual si fueran gorjeos de manantial
deslizándose por la montaña.
Raquel Rueda Bohórquez
11 07 17