sábado, 27 de septiembre de 2014

HABLANDO CONMIGO

Se me antoja ahora que estoy en soledad que no es tan mala tampoco, decidí ser al menos honesta conmigo, ¿cómo soy?, simple, como una hoja entre verde oscuro y café, sencilla, a veces arrogante me dicen porque no me gusta la hipocresía, y no comulgo con la gente que te saluda viendo primero tus zapatos, esa gente no es de confianza, te dicen que estás bella pero revisan si llevas ropa de marca o tienes algún hueco de más de los que ya nos fueron donados,en algún rincón escondido de los zapatos.

No ha sido mucha la gente con la que he discutido, he tratado dentro de lo posible en ser buena persona, un propósito en mi vida es la honestidad, pero no todos comulgan con ello, pues si estamos en el comercio tenemos que pelear con quienes gustan demasiado del dinero, y éstas fueron mis peleas en tiempos viejos, con los compradores porque pretendían que se elevaran los precios, que se dieran descuentos sin discriminar, que colocáramos cosas que nunca llevarían, y de ahí, que como empresaria y comerciante fui un fracaso, un terrible fracaso odiado y despreciado.

Pasa el tiempo entre la cocina y los quehaceres, no me quejo ya, he perdonado cosas muy graves en la vida, olvidé y bajé la guardia ante cosas que para otros serían causa de muerte, y por eso ahora no las nombro, tengo el propósito de luchar por la naturaleza, pero es una tarea casi que imposible, veo gente que compra casas, y lo primero que hacen es derribar el árbol que está en la puerta para cambiarlo por un chamizo de moda, que tal vez nunca veremos viejo, la gente vive de apariencias, vamos a un velorio llenos de joyas como si asintiéramos a una fiesta, maquillados y llenos de arandelas, sin respeto por los dolientes, igual el muerto ya no siente nada, y casi que es una reunión de amigos y familiares para recordar y reír, porque ya estamos aceptando la muerte, como algo tan natural como nacer.

No tengo sueño ahora, los hijos están fuera de casa, mi esposo lejos, pero me acompaña Gian, el gato que fue lanzado a un arroyo con sus hermanitos, está grande y hermoso, y me recibe como si fuera en realidad su propia madre, los animales no engañan, ellos dan de lo que hay en su corazón, que es el amor más puro de todos los amores, y me siento afortunada, porque de ellos recibo lo que a veces me ha sido negado de los propios seres llamados humanos.

Perdoné a Eloy que realmente no me hizo nada, insultos virtuales porque en Colombia hay palabras que otros comprenden mal, pero son las mismas mal interpretadas, tendemos a señalar a otros sin conocerlos realmente, decimos que como hablas eres, eso es física mierda, conozco gente maravillosa que no ha ido a una universidad, y gente que se cree muy culta porque sabe de memoria un poco de tonterías que a la larga no sirven para un carajo, pero su jetabulario es peor que el mío.

Me cansa la gente muy fina, porque delante de los demás son una cosa, pero cuando voltean la espalda cambian de pose, y raspan las ollas y comen directo de ellas y hasta con la mano, y se lamen los dedos como todo el mundo, se hurgan la nariz y se tragan los mocos, ¡gente así es la que veo a diario!, nos parecemos mucho a los otros seres humanos, ¡qué raro!, se rascan aquí o allá y tienen el descaro además de oler y luego quieren darte la mano, así que dejemos las poses y seamos naturales, menos crítica, más cariño, más afecto y respeto por los ancianos, por las mujeres, por la naturaleza que necesita que nos untemos de tierra y alabemos la gracia de un día más, arrodillados recogiendo hojas secas para bendecir a nuestra madre, pareceremos más humanos que payasos antipáticos y creídos de la vida por nada.

Tengo un propósito muy claro hoy, y es dejar que la vida continúe, que mis hijos vivan sus vidas, y que intente vivir la propia, no sé hacia donde correr, y entonces recurro a mi pc para adornar mi blog con mis tonterías, con pequeñas inquietudes que van y vienen cada día, y la más, es que no me siento tan sola ahora, he aprendido a lidiar conmigo y soy muy buena amiga, me abrazo y puedo amarme lo suficiente como para no desear mal a nadie y perdonarme por ser tan llorona y melancólica a ratos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 27/14










POESÍA


La poesía es tan solo una flor oculta en el alma que decide brotar en el instante de la melancolía.
21 de sept. de 2014 23:14

LA PUERTA

LA PUERTA
Te di las las llaves de mi corazón
entra y camina despacio,

escucharás de nuevo el viento
un aroma exquisito a mujer
la frescura del agua
la humedad que espera,
¿y nada que te atreves?
Como una hoja tiemblo
parece que llueve por dentro
encendida una hoguera
soy leña seca cuando te veo
y fuego cuando te deseo.
Vuélveme tu pecado
hambrienta de ti vivo
cruza el umbral que es cálido,
nos abrigaremos cuando el invierno
y nos extenderemos cuando el verano
sobre las ramas secas de tu paisaje
invitando a que cultives tu amor en el mío.
No huyas, es a ti poeta a quien amo
eres tú mis letras pequeñas y grandes
mi sábana escarlata con rosas deshojadas
y te alejas, como el sol ante el anuncio de la tarde
para regresar cuando la luna abre su mirada
y las estrellas encienden su luz en el cielo.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 27/14