domingo, 29 de enero de 2012

PROMESA DE AMOR (6)

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PROMESA DE AMOR (6)

Trina corazón sobre las ramas
con aquél cántico de amor que te ilumina,
dile que mi voz aún le llama
y que en mi pensamiento no existe el olvido.

Retoza como sólo tu sabes
feliz de rama en rama;
dile que se ahuyentó de mi vida la calma
que vivo mis instantes sólo anhelando
el reflejo de la luna en mi ventana.

Arma un nido sobre los azahares
aún perfuman llenando de calidez mi estancia
y sobre una blanca rosa anidan
dos pequeños colibríes de verdes alas.

Vuela si deseas... ¡pero regresa!
Te espera el mismo árbol en mi casa
te busca  anhelante el mismo lucero
que los dos observamos 
y que con un verso hicimos una promesa
 que sellamos con nuestros labios. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 29/12.

PÍNTAME (7)

PÍNTAME (7)

Píntame un sueño  para cumplírtelo
Teñida de rojos sobre tu almohada
Pétalos que arden  ante tus besos
Y deshielan tu corazón sobre mi  alma.

Píntame nuevas fantasías
Con la corola de mis  pechos en tus labios
Volando cual pluma por el aire
Los  párpados cerrados como botón de rosa
Y tu cuerpo siendo violín que gime y canta.

Píntame una aurora antes del ocaso
Descansada en el embrujo de tu mirada
Con tu piel suave y dorada siendo sol sobre el estero
Adivinando cada día una ilusión para los dos
Penetrando en el oasis de nuestros cuerpos.

Píntame tus anhelos en el espejo de los míos…
Construiremos una barca de blanca espuma
Sin importar que se esfume con la brisa
Y descubriremos que antes de zarpar
Siempre tuvimos  un anhelo  en nuestros labios
Y sin creer si los cumplimos o no, aún así
Persistimos en la fantasía de soñarlo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 29/12


HOLA CORAZÓN (8)






HOLA CORAZÓN L4R (8)

Aún siento tus manos en las mías
su tibieza que me hacía sonrojar…
El puente de madera aún no ha caído 
y la luna se sostiene en el mismo lugar.

Sus pensamientos son de suave luz 
sobre las inciertas noches…
Creo que he dialogado varias veces con ella;
hasta te diré que conoce mis intimidades 
y ha contado mis lágrimas…

Es mi cómplice cuando pienso en ti 
asomada a la ventana de siempre, 
que ya tiene impregnado mi perfume.



¿Qué haces amor mío?
Te observo como un gran potro blanco en la pradera…
Pareciera que no te han pasado los años 
y en secreto te diré, que descubrí que te quitaste 10 
aunque los dos sabemos que tenemos la misma edad.




Te conservas guapo y hermoso aún
pareces un lirio blanco adornando jardines preciosos y elegantes, 
donde mi presencia tímida no tiene cabida.




Te diré que espero a la mariposa del camino,
la que cada mañana llega con un disfraz nuevo 
y me dice al oído que aún me recuerdas, 
que todo lo que haces pareciera no tener sentido 
pues no eres feliz.




¿Qué más te contare?
¿Qué te diré de mis infinitas soledades?
Creo que sólo rumiar la vida 
con la timidez de una golondrina en árbol desconocido
ahuyentado el amor con mi loco pensamiento 
alimentado de sueños día a día.




Ya deseo ir a un parque y sentarme a ver volar las palomas,
quiero alimentarlas y sonreír cuando se arrullan y levantan vuelo 
presurosas a buscar un tibio nido que las espera.




Quiero ver a los chicos corretear y montar en bicicleta 
y escuchar sus gritos de felicidad sin perder la candidez.
Observar en detalle sus miradas y el brillo de sus vidas, 
mientras recuerdo paso a paso mi camino 
tan veloz como una estrella fugaz 
que pasó sin esperar mi pedido.




Recuerdo estar corriendo sobre las hermosas y rojizas peñas 
para llegar a la cúspide y desde allí
palpitando de alegría sobre una inmensa roca, 
observar luego la majestuosidad de los verdores 
y el olor a pino silvestre mezclado 
con las orquídeas y los azahares.




Éstos recuerdos te involucran,
éstos sueños están contigo.
No ha pasado nada nuevo 
pareciera que sobre mi vida sólo pasan los años,
ninguna enredadera quiere germinar en mi jardín,
todas mueren.

Mis plantas poco a poco caen 
a pesar de mi cariño, amor y cuidados.

Aún está ese potro salvaje en mi corazón…
Las olas gimen a la par conmigo sobre la inmensa roca 
que me protege día a día como libélula al viento…




Creo que ya no escribiré más, 
ni para ti ni para nadie, ¡ya estamos cansados!

Buscaré el pañuelo blanco que aún conserva tu olor,
colocaré un tango y con los ojos cerrados,
bailaré contigo…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 29/12