miércoles, 17 de junio de 2015

DESNUDEZ [19]

DESNUDEZ [19]

Qué bonita es la desnudez,
pero más hermoso es correr hacia tus brazos
y arroparme con esa cobija de tu piel.

¡Qué ardiente soy!
¡Huye de mí que incendio tu carne!
¡Corre!,
soy la hoguera
que espera por tu leño seco...

No habrá quién detenga éste amor,
¿te diste cuenta que llegó de lo alto?,
¿aquella vez de tanta soledad y tristeza?

Ahí llegaste como un pequeño rayo,
colibrí azul sobre mi flor abierta
y el alma con aromas para ti dispuesta.

¿Te dije en otro poema lo mismo?
Ayer fui rosa, hoy orquídea,
mañana seré un azahar en tu pico
tomando lo dulce que guardo para ti,
en éste interior de mansas quebradas
y pacíficos océanos.

¿Te das cuenta de mi desnudez?
Atrapa mi alma para que vuele con la tuya
a través de miles de versos y poemas,
y que adivinen quién eres.

Que se raspen las lenguas adivinando,
¡jamás sabrán, quién es el colibrí
que llega a mi ventana abierta
y besa mis pétalos,
para luego volar
raudo y feliz con todos mis  suspiros!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 17/15

SE FUE [20]



SE FUE [20]

Y se fue, ¿para dónde?
¿A qué sitio van los muertos?,
¿En qué recóndito lugar esperan por nosotros?
¡Qué inquietud!,
¿para qué pienso en ello?

¿En qué espejo de agua nos veremos?
¿Será que después de todo, tanta carrera sirvió?

¡Qué cansada estoy!
¡Qué vida de carreras sin freno!
¡Para de correr!, me grita el corazón,
no puedo respirar bien,
¡ah!, ¡dame un beso mordelón!

Pasa una corriente de agua viva,
hierve todo en mí cuando te veo,
mis manos buscan las tuyas
en un estado donde no te siento.

¡Dame a beber de tu lengua!,
¡amante mío, te quiero!,
gracias por existir en mi poesía,
en verdad te amo
porque me consientes,
y me haces sentir querida.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 17/15

SONIA [21]



Miércoles, 17 de junio de 2015

SONIA [21]

¿A mi hermana, qué diría en sus 50?
Compartimos amores y sueños,
Despertares, cuando la rochela de pájaros niños
abrían sus ojos para ver los mismos
que nos cobijaban en las noches,
y nos despertaban con sus canciones de campo.

Mi hermana 14, de un ramo de flores inquietas,
tan amadas y queridas por nuestros padres,
quienes eran  sostén en tiempos de lluvia
acampando bajo sus brazos.

Quiero para ti una canción de hermana,
esa palabra que le faltaba a mi diccionario pequeño,
para agradecer a Dios
por la fortuna inmensa
de tener en mi vida,
a un ser maravilloso como tú,
mi querida amiga de a ratos
y hermana por siempre.

Que tengas un bendecido día,
que tu reloj no se detenga
y que estemos aquí por muchos años
compartiendo del mismo vino de la vida,
que unas veces nos encuentra sonriendo,
y otras llorando por sus espinas.

¡Salud!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 17/14