
LA ORUGA Y YO/A Myriam Jara
Ve a tu oruga mariposa,
Descansa de rosa en rosa
Cuando al fin abras tu cárcel.
¡No, no! Cerré mi
celda con siete candados
Y tiré las llaves al mar,
Nunca más han de dañar mi corazoncito,
Tan noble que es, poechito...
/dice Myriam la oruga/
No, llores oruga,
¿No ves que el día es luminoso
Y la estación nueva
Anuncia perpetuas nieves?
Y la oruga se fue a dormir
¿Cuántos pensamientos locos le asistirán?
Creo que muchos,
Pero arrastrada a un amor sin locura
¡Nunca más!
Un día, cuando talle su boca el cerrojo
Se abrirá un sendero para las dos,
Y abriremos un libro, como una cometa
Que echaremos a volar al viento.
Bastará un sol al mediodía para tal felicidad
¿Acaso no somos mariposas las dos?
Yo, en mi oruga complaciente de blancas alas,
/que son éstas paredes/
Y ella, entre los brazos del sol.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 16/14
