ES RARO
No puedo saltar de felicidad
cuando los malos caen,
tal vez ese algo interior
que nos hace madres
nos inspira a pensar
en quienes los engendraron.
En toda casa hay un malvado
y en cada familia se gesta un abusador
en cada puerto hay un criminal
y en cada rincón una flor.
No podemos señalar con fiereza
pero cuando el mal se ha hecho montaña
y los niños fueron cortados desde sus ramas
la valentía se vuelve espinosa
y de nosotros mismos nos olvidamos.
Un día caerán todos...
Los buenos y los malos
los sabios y los ignorantes
los negros y los blancos.
Ese día está cerca
tan cerca que puedo escuchar
el ruido de sus alas
volando por entre las montañas vírgenes
de mi patria.
Llegó el tiempo ...
¡Parecía tan lejano!...
Lo más triste es que el mal
tiene seguidores
y son también nuestros hermanos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 13 08 20