viernes, 26 de julio de 2019

MARCHA

MARCHA

Lo más injusto lo estamos viviendo hoy:
Marchar para que no asesinen gente buena,
Ni se puede preguntar quien está detrás 
Los líderes sociales en Colombia desaparecen
Parece que a nadie le importaran sus vidas.

Nadie puede hablar, ¿qué pasa?
No se puede luchar por la gente
No se puede pedir por la paz
No se pueden reclamar tierras robadas
No se puede pedir justicia
Porque ella no existe en esta tierra grande
Que ahora pertenece a la ambición.

La sociedad está empobrecida
Se está secando de llorar
En tanto el poder oprime
Y los buenos se van, se van...

Quisiera algún día despertar
Y conocer un planeta sin barreras
Donde se pueda vivir libremente
Correteando cual cabras monteses
Por las montañas del mundo.

Raquel Rueda Bohórquez
26 07 19

HAY

HAY

Hay un temblor 
de cóndor dormido
acabando de nacer.

Un árbol viejo
herido en su talle
sin olvidar lo amable
que su existencia fué. 

Hay un pico de montaña
recordando nuestra niñez
y abajo una quebrada
que brilla entre las rocas
al atardecer.

Y una boca dulce
estampada en tu rostro
y una espina que hiere
guardada entre los cardos.

Hay un amor que no pasó
que se ha quedado en el papel
cual perfume de una rosa
y sonido de cascabel
entre las hojas. 

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, 26 07 19

SE FUERON

SE FUERON

¡Qué pronto se van los hijos!
Había dormido un segundo
y al despertar el nido vacío. 

Nada qué explicar
si el destino tiene otra fuente
en donde estaré de lejos
viendo caer la lluvia
al regresar el invierno.

Ahora vienen otros poemas
que tienen afelpadas plumas
y patas amarillas. 

Tal vez mañana
entre la aurora azul
te vuelva a ver
con otra mirada frágil
sobre el papel. 

Navego un instante
para recordar la barca
que boga y boga ensueños
lidiando filos en rocas blancas.

¡Ay amor!
Jamás pensé que te irías así
dejándome pegada de las rejas
esperando un beso y un abrazo. 

Pueda ser que tu estrella brille
como ahora en los míos ojos
un agua dulzona que agranda el día
con sus nostalgias.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla 10 07 19

EN EL LIMONERO

EN EL LIMONERO

Cerré los ojos
pero te vi de nuevo
aferrado a un gajo
en donde abrían flores
en el limonero. 

Y te volví a ver  luego
en otro nido
con otra pájara
que soplaba el pecho
y ante tu mirada
se esponjaba.

Enjuta y triste
pasé la hoja
y volé hacia otro árbol
junto a un palomo blanco
de pico rojo.

Cierta tarde
me había olvidado de ti,
porque entre blanca espuma
frente al amor me vi. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 10 07 19


25 07 19

25 07 19

Después de perder mi diario con todo lo vivido, decidí escribír aquí para el olvido.

Estoy pensando con mi hijo en unos folletos de poesía, la verdad entre equipos que se dañan y asuntos que pasan, sería fácil con mi firma y sin tanto misterio. Creo que estaría al alcance de todo el mundo y de manera artesanal.

Vi que para un libro se necesita mucha inversión y eso es lo que no hay, dinero para arriesgar, aunque lectores sobran, pero la poesía no es para negocio, por eso siempre dejo cualquier pensamiento aquí o allá, otra cosa es que como ser humano necesite cierta comodidad, y si hacer algo con mis escritos me ayuda pues no sería pecado tampoco, pues nadie vive de globitos en el aire.

Dicen que no es bueno contar sueños, pero tal vez me invente un trabajo digno con la promesa escrita en el pensamiento y espero no se borre, porque a veces tengo lagunas, repito lo mismo una y mil veces y voy de la puerta al patio hasta que la luz llega y sonrío, agarro el encendedor y todo se vuelve café.

Al fin después de un robo en casa de mi hermana decidí asegurar un poco mi casa, pero lo malo es que a ella se le metieron por el patio porque los ladrones ahora buscaron la manera de que todo les salga más cómodo y sin cuotas iniciales.

Entre vaina y vaina la vida es un surco de cebollas, al sembrarlas lloramos y al arrancarlas también.

Alguien estará por ahí desocupado y tendre mi momento porque leerá mis tonterías.

Raquel Rueda Bohórquez
25 07 19