jueves, 4 de abril de 2013

EL AZULEJO [138]

EL AZULEJO [138]



¿En dónde estás mi pequeño?
De azul vistieron tus alas,
de negro tus ojos bellos
para que a todas enamoraras.

¿A dónde vas mi niño bonito?
Sobre un árbol plantado de ciruelos te veo,
comes perlas doradas del cielo
dulces regalos, 
para tu consuelo.

Regálame un canto feliz,
mi enredadera ya no sube más,
me he quedado a mitad del camino
queriendo tu canto escuchar.

Has un alto en el camino y espérame…

¿Serás la estrella que veo pasar?
¿Serás la mariposa de matizadas alas
que sobre un lirio, pernocta en mi altar?

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 4/13

GOLONDRINA [139]

GOLONDRINA  [139]



¿En dónde está aquél, 
que de medroso ceño

en las noches estrelladas me veía?

Era mi dulce cantar, mi alegría,
el poema que brotaba cual estrellas en el cielo
si de su estampa enamorada,
de púrpuras mi rostro encendía.

Ha marchado… buscó otra nave pasajera.
Endulzó de mi propia miel  la higuera
que se extendió sobre el huerto del vecino
y alargó de sus manos una enredadera,
para teñir de dolor mi frágil vida.

¿Qué te has hecho caballo altanero?
¿En qué rivera o en qué valle has buscado a tu yegua?
Estoy aquí sobre la misma roca del ayer,
desnuda, frágil y enamorada de tu negro rostro,
de esa cabellera que la brisa toma
y sacude cual dulce cervatillo.

¿Qué te has hecho amor mío?
¡Si conocieras mis andares solitarios!
Aquí en mi mente he arropado a otros caballos,
me han entregado su mies 
en letras rojas y amarillas
y me quito el disfraz para adorarles, 
mientras tú,
ignorando de mi amor viejas quimeras
sólo vagas por mis pensamientos 
con donaire.

Mira… ya mi barca llega a puerto…
...a un puerto que el tiempo no detiene.

He buscado lirios blancos para llorar de pena,
he reído con los sones del mar y las palmeras bailadoras.
He buscado en los gansos a su líder 
para volar hasta tus brazos;
y de un solo golpe, 
retornando a las primaveras,
mi viejo árbol ha deshojado todas las ramas
y quedó sólo un gajo reseco 
donde anidan las palomas.

Bello es el amor… 
¡Oh grande amor cuanto te quiero!
Cuanto anhelo conseguir un poco de tu néctar.

No te alejes dejándome sola en mi blanca silla
cubriendo de letras una  lápida muerta.

Búscame antes de la aurora,
ahí estaré con mis ojos abiertos…
Ahí sabrás que mi amor era tan cierto
como vivir con la cadena de adorarte.

Deja caer un pétalo sobre mi blanca piel.
No es la muerte mi vecina, 
hoy es mi amiga,
ella sabe que no quiero conocerle
quiero volar, ser una golondrina en tu mirada
y permanecer ahí para quererte.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 4/13

LA CASCADA [140]

LA CASCADA [140]

Entre los cerros nace la dulce novia,
Su larga cola adorna la selva,
Entre verdes y dorados 
Busca a su amante.

Semeja una serpiente que volara

Dejando un cantar que sale del alma.



Y el mirlo negro desde la cumbre
Con sus alegrías de niño grande,
Forma una orquesta con los gemidos
De la blanca novia que muere en el valle.

¡Corre mi niña!
Salta entre las rocas y acaricia la enredadera.
Besa los musgos, lame los cedros,
Suspira fuerte para que te vean.

Y al cruzar altiva y risueña
Con la fuerza que traen tus alas;
Báñame un poco con tus diamantes,
Deja tus perlas sobre las hojas
Para que brillen y se embelecen
Con el vaivén de tus aguas claras.

Nada detiene tu valentía…
¡Viaja mi niña, es tu desafío!
Que nadie rompa tu marcado sendero…

Corre que tu amante impaciente espera
Vestido de azules profundos,
Para llenarte de primaveras.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 3/13