sábado, 3 de agosto de 2013

SORPRESAS [121]

SORPRESAS [121]

Si coincido contigo en este momento,
es porque la vida nos sorprenderá,
hermoso tu poema,
aunque sé que no es para mí,
bonitas las flores de tu jardín,
sueños incumplidos como los míos,
como ésta coincidencia
viendo hacia la misma pared en blanco.

¿Acaso sabemos, si los atajos,
eran para que nos encontráramos
en algún punto del universo?

Una ola fuerte y ambiciosa es mi amor...
Deseo de tu piel,
como ellas besar las heridas rocas,
y el sol, inundar de oro la profundidad del océano.

¡Qué hermoso eres!
Me atrevo a elegir en vez del odio,
la oportunidad de amar.

Sublime voz, fuerte y arrogante,
bajo el rostro, y espero...
Una corriente nueva siento a mi espalda
y  un beso tibio a la distancia...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto/13

MI ROSA BLANCA [122]

MI ROSA BLANCA [122]

Un poco inquieta
busco en mi jardín
una rosa blanca,
pero está el jarrón vacío,
ella está brillando
en un jardín de estrellas.

Latidos de mi corazón para ella
cada pensamiento,
desde que me levanto,
para proclamar mi gran amor
por esa blanca mariposa,
por esa niña de manos arrugadas,
y ojos cansados
que en paz con Dios reposa.

En cada violeta recuerdo tu pecho herido,
maltrechas manos por dagas infernales
y doblo las rodillas madre mía,
al recordar inmerecido trato de la vida
a un ángel que vino de paso,
y  me resguardó a su lado.

Sueño contigo buscando rosas blancas,
te las debo todas, adeudo infinitas gracias
que se quedarán entre gajos de letras
que brotan de mis ojos.

Es que tu amor inmenso
tan infinito y leal nunca olvido,
y de a poco me acerco a ti
como lo hacen las nubes al sol,
y en el anochecer me desvanezco
muriendo un rato, para alcanzarte..

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 2/13 

ESPERO [R] [123]


ESPERO [123]

De mi último otoño espero
el amor dorado sobre la playa
con sus ramas vencidas en tus brazos
y la tibieza de las olas, sobre nuestra piel.

Juguetón el viento,
enredados los cabellos,
tu boca en la mía en silencio
avivando el fuego apagado,
sin agotar el señuelo del deseo.

Tal vez, una isla has encontrado,
la que en mis sueños se antoja de primaveras
con enredaderas fuertes, abrazadas del arenal
y lindas mariposas amarillas,
aleteando en mi corazón.

Siempre esperando, sin rendirme,
¿acaso puedo repetir éste momento?
¿Debo callar lo que por ti siento?
No me otorga el reloj muchos minutos
ni mi árbol más flores y frutos.

Quiero que seas tú esa enredadera
que se abrace de mi piel,
o quiero padecer como la hiedra
ahogándote en mí hasta envejecer.

Pero quiero mi otoño, amando;
siendo piel junto a las olas
vida en los arenales
hoja dorada en un atardecer.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 2/13 

DIME 2 [124]

DIME 2 [124]

Dime si encuentras en mis ojos,
tu estrella matutina,
porque en los tuyos está la mía.

Dime si en mi boca hallas la fruta apetecida;
los tuyos son mi fruta preferida.

Dime si en mis caricias encuentras sosiego,
porque las tuyas en mis sueños espero...

¡Dime amor!,
dime que eres tú el cielo
que se oculta en cada despertar
y aparece de nuevo,
entre mis sueños...

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 2/13 

LIBÈLULA [125]


LIBÉLULA [125]

De sus blancas alas
donde el brillo del sol anuncia un sueño,
rauda la veo llegar,  todo encendiendo,
hasta mis ojos se iluminan
hasta mi corazón cobra impulso
como una campana vieja
que nadie ha tocado.

Anuncia ella una gran sorpresa,
pasa por mis ojos como un zafiro,
una esmeralda.
Pequeña joya danzarina
que sobre el agua cristalina un beso
para marchar, a llevar otra buena noticia.

Y en un atajo se queda,
para en ese segundo vital de todos los sueños
cuando el iris está de todos los colores,
pasar cerca de mi ventana,
tan cerca que puedo tocarle,
para mi premio esperar,
encendidas las pupilas...

Y en  el instante irrepetible del destino,
Desaparece,
dejándome de nuevo
como una roca,
esperando en el rincón del tiempo
su visita.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 2/13 



ES VERDAD [126]

ES VERDAD [126]

Es verdad, desde que permití,  que las sombras oscuras salieran de mi vida, una nueva luz me llena de alegría, y es el fulgor  de los ojos divinos de mi Jefe, que se quedaron para siempre en mí.

Haz la prueba y verás, y sí te quiero, perdono una y mil veces y pido perdón también, a quien haya herido, o causado alguna tristeza.

Desde que inicié a ver las flores del campo y descubrir ese perfume mágico en cada una de ellas, me di cuenta que también tienen alma, y su alma es su aroma invisible que se da a todos sin egoísmo, pero no dejará ver jamás cómo hace una flor para aromar ni un ruiseñor para cantar.

También pude descubrir a Dios en cada persona que pasa por mi lado, me propuse ser mejor cada día, soy un rollo de mujer, algunas veces triste, otras feliz, una loca completa, pero me di cuenta que también soy obra de Dios, como cada hoja y cada mirada, y entonces empecé por aceptarme como soy, por amarme también y llenar mi alma de cosas buenas, leer poemas hermosos de amor y transmitir a otros todo lo maravilloso que pueda tener, en un interior resquebrajado, pero recuperado por la fantasía de vivir, cada segundo, como el último.

Antes odiaba, tenía mucha rabia por quienes me quitaban lo mío, por quienes amaban lo que creía me pertenecía, pero dije que no, todo llega por la mano invisible de mi Rey, y por su mano marcha también, dije: ¡fuera odio!, muera el resentimiento, y empecé a sanar.

Ahora llevo una maleta muy liviana,  me siento aquí, y siempre hay una sonrisa en mis labios, empañada tal vez por un rosario de lágrimas, cuando pienso en tantas cosas malas que pasan cada segundo, y en la marcha de Anderson, tan joven y hermoso, en mi madre divina, en mi hermano, en cada roca que nos espera, y también digo: ¡Gracias Dios mío!, porque estoy aquí, hablando y escribiendo, viviendo y respirando de tu perfume que es como un huerto lleno de flores encendidas, y dejo de llorar, para bendecir  el hecho de existir, y advertir tantas cosas bellas que me has dado, sin merecer, las espinas me dan la oportunidad de saber que siento y puedo seguir perdonando, entre más perdone, más rocas voy dejando en el camino y me vuelvo liviana, cometa pequeña volando en el viento al antojo de la reina brisa.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 12 /13

DANZA CONMIGO [127]



DANZA CONMIGO [127]

Danza conmigo,
quiero mis zapatillas rojas
mis cachetes encendidos
tus ojos en los míos.

Danza ahora
es acosador el tiempo
tengo muchas arrugas,
pero mis ganas de vivir
son como la música
y la poesía...

Es ahora amor...
Dame tus manos,
cerraremos los ojos
esperaremos nuestra primavera
al son de los tambores
de nuestros corazones.

Voltea tus ojos,
me encanta el brillo de los tuyos,
quiero vencerme en tu cintura,
tomar ese atajo a tu alma
y quedarme ahí, por siempre.

Se destiñen las violetas,
palidece mi rostro a veces,
inicia un verano intenso
y tengo mucha sed de tu boca.

Quédate aquí un momento
que mientras danzamos,
un arroyo manso será tu lengua,
componiendo un verso de amor
junto a la mía.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 2/13  





OLVIDÉ [128]


OLVIDÉ [128]

No sé si me has recordado,
por mi parte te olvidé hace rato
ante todo, si en el anochecer veo las estrellas
y en el amanecer desaparecen.

No tengo mucho para escribirte...
Olvidé hace mucho, que olías a pino silvestre,
que tu camisa roja, lucía con el pantalón azul,
y la cadena en tu cuello era lo que amabas.

Hace mucho tiempo olvidé tu primer beso
cuando bajábamos la escalera de un hotel,
donde nos hospedamos para una fiesta en grupo.

También tus manos heladas y temblorosas,
creías que sería tu piel cualquier tarde,
y encendidos mis ojos ansiaban ese día...

Fue tanto el tiempo que olvidé todo,
a la morena hermosa que te desvelaba,
a Patricia, a Lucia, a la negra Estela...

El momento de un beso bajo la lluvia,
el atardecer dorado, mi mano en la tuya,
la brisa alborotando los cabellos
tus dedos acariciadores...

Cada detalle se ha borrado con el tiempo...
Hasta la carrilera, tu camisa tapando mi cuerpo,
el olor a flores húmedas del bosque...

Y en medio de tanto olvido,
olvidé que yo existía.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 2/13  

SI ME PREGUNTAN [129]




SI ME PREGUNTAN [129]

Si me preguntan ahora:
¿Qué es la vida?
Si me encuentro bien o mal,
si aquí es más azul, verde o blanco;
si extraño a todos mis hermanos,
si mis padres me hacen falta;
si estoy ahí... o allá...

Les daré una respuesta:
Estoy donde la voluntad de Dios me puso
y estuve donde Él deseó...

Voy y vengo como un ave,
soy un suspiro o una mariposa...
Un rayo de luz fresco en tu ventana,
soy esa sombra que ves pasar...

Cada vez que piensan en mí
abro mis alas y viajo,
estampo un beso en la frente de alguien
y regreso a casa.

Si me preguntan en dónde estoy,
les diré que aquí, o allá...

En algún punto del infinito,
pero en el estado de mi ahora,
¡soy feliz!

Necesito que lo sean,
que no me olviden,
pronto las cometas soltarán ese hilo invisible
para estar de nuevo reunidos
en una alfombra blanca,
y el dolor será un sueño del ayer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 2/13

Publicado por  RAQUEL     en  18:00  

PARA TI


PARA TI 


No estoy enojada…
Simplemente no me gustó 
que te enamoraras de otra que no fuera yo.

No tengo fastidio…
Es sólo que leer poemas que no son para mí, 
me disgusta un poco.

No tengo envidia…
Es que también estabas en mi camino, 
y creí que me habías visto.

Solo espero que no hables de mí
que nadie lea las cosas que algún día te dije.

No siento odio, no cabe en mi corazón
pero es difícil perder lo que amamos...

Cuando sientas lo que yo,
me comprenderás,
y cuando me comprendas,
sabrás que no te he olvidado.

Raquel Rueda Bohòrquez

Barranquilla, octubre/13

UN NUEVO DÍA [131]


UN NUEVO DÍA [131]

Eres Señor del Sol, esa incógnita maravillosa en mi vida, de nuevo clamando por la salud de un ser amado, otra vez levantando el rostro y limpiando, sanando las heridas del alma, escuchando el trino de las aves prisioneras, imaginando a los niños hombres de pies descalzos huyendo de sus tierras, y advirtiendo a otros con sus manos untadas de sangre, y sus teléfonos planeando maldad, pero tu aliento es certeza, nadie se va sin pagar la cuenta. Doblo las rodillas ante mi Jefe amado, porque no soy nada, una pequeña hoja que vaga en el desierto y busca una mirada tuya.

Hoy es un día 3, irrepetible en nuestras vidas, un día cualquiera abrió la mariposa sus alas doradas, pues el dueño del huerto quería a un ángel más, tiene tanto trabajo por hacer, que decidió que era su hora, y nosotros solo tenemos que esperar un poco.

Entre angustia, esperanza, y un suspiro válido para llenar de amor, iniciamos un nuevo día, temprano, luego en el primer rayo de sol en mi ventana, ahí estabas, no tenías rostro, todos los rostros, todos los ojos, eras tú.

Recuerdo tu voz, ¿era la tuya?, tan dulce que el sueño tenía olor a rosas frescas: "Dile a tu muchacho que algo sucede, algo no está bien”, y yo lo tomaba por el cuello y le preguntaba: ¿te sucede algo hijo?, si pasa algo dímelo, porque ésta angustia no me deja dormir, estaba en el más profundo de mis sueños.
Me levanté asustada, para mi sorpresa estaba entrando a  casa: ¿todo está bien hijo?... -le pregunté-, "si madre, todo bien... todo bien", entonces dormí de nuevo un rato y agradecí a Dios por mi descanso,  despertar cuando llegaba  a casa, sano y salvo, era otro milagro.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 3/13 
Publicado por  RAQUEL     en  17:49   




TRINANDO [132]


TRINANDO [132]

Entre los cerezos inicio el día,
blancas flores tornarán violetas;
y en un instante,
frutos rojos y agridulces.

No tengo recuerdos de nada
vivo mi hoy  feliz, trinando,
tal vez sea mi manera de agradecer
por ésta magia exquisita,
en tan hermoso huerto.

De mi amor,
contaré que pasa de rama en rama,
esponja sus alas azules pretendiendo mis encantos,
pero ha de rogar un poco, tan solo un poco,
mientras espero que mis perlas se preparen
y reciban la miel, para multiplicarse como yo,
en tan dulce estancia.

Cual abeja, preparo un nido.
Colmados de mieles estarán mis días,
dobladas las rodillas ante mágico amor
que en un segundo, en un parpadeo,
bordará en mi vientre joyas vivas.

Y mañana... espero exista un mañana;
estoy segura que mi árbol
estará lleno de índigos encendidos,
de llamaradas que saltan y bendicen mi razón de ser,
y ellos, como zafiros bajo la lluvia,
trinarán suavemente, mientras vuelo un poco
para que se animen y se dispersen
entre bosques de ramas divinas
bañadas de sol y lluvia fresca.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 3/13 
Publicado por  RAQUEL     en  17:46