AMOR
DESPERTARES
Cuando
los pájaros despiertan,
Es
porque el sol
Se ha
mudado a nuestra esquina
Y
el amor anuncia una flor,
A
pesar de que primavera está lejos.
Amor,
¿qué tono tienes para mí?
Si
una caricia ahora de paso,
O
tu mirada vencida en la mía
Que
una tormenta provoca,
Siendo
mi sentir de llama al viento.
He
besado del mar su profundidad
Del
calicanto del ayer su pesar.
He
tocado de la estrella del mar
Y
del caracol un sonido lejano
Anunciando
que te vas…
Más
ilumina mi estancia tu olor
Perfume
que a mi corazón alcanza,
Para
llevarte conmigo a pasear,
Lejos…
a donde sean rojos los blancos lirios
Y
sean trigo y cebada las bonanzas.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 12/15
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AMISTAD
Dulce
amistad,
Bienvenida
hermana a casa
Más no
disfraces tu cortesía
Porque mucha
pena me daría.
A ratos, como
cortesana te paseas,
Tienes el
descaro de cardo en verano
Y de ortiga en
invierno.
¡Cuánto te
doy!, ¡cuánto te debo!
Y en momentos
de tristeza
A veces sin
verme te alejas,
Y en esto me
conmuevo.
Redondel de
falda roja
Amistad que
dolor provocas,
Si eres buena
amiga te abusan
Si eres mala
te glorían.
Del amargo de
la vida he probado
¿Eres mi
amiga?...déjame ver en tus pupilas
Porque si
lloras por mis alegrías,
También lo
harás por mis penas.
Y en el
delirio de un verso
Como una madre,
cualquier día,
Llevarás a mi
tumba una flor del campo
Que recordará
de éste cariño santo,
Cuando la
providencia nos miró
Y el destino
con una lágrima nos juntó.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
enero 20/15
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VIDA
CUANDO
EL SOL
A un beso del
sol despertaron los pájaros,
Mi corazón se volvió una campana
Que se aceleraba ante el negro de tus ojos,
Y en el bosque, mi bien amado,
Una orquesta llenaba el mundo de fantasías
Mi corazón se volvió una campana
Que se aceleraba ante el negro de tus ojos,
Y en el bosque, mi bien amado,
Una orquesta llenaba el mundo de fantasías
Pensé
entonces:
¿Qué importa si alguien enciende esa enorme lámpara
si tengo apagado el corazón?
si tengo apagado el corazón?
Pero luego,
me doy cuenta de la resurrección…
La hoja que
ayer marchó, brota cálida y serena,
No le cuenta
a nadie su dolor antiguo
Nadie se
entera de esa desnudez pálida
Cuando el
frío intenso abrasa su piel,
Pero el calor
y la tibieza de una madre
Enciende como
llamarada, su apagada sonrisa.
¿Qué
hacemos?...
Tenemos que
brindar por el instante
La vida es el
sueño más corto de todos,
Somos la
esponja del universo
Atraemos los
rayos de la luna
Para
vestirnos con el dorado del sol.
¡Pájaros
raros!... ¡Pájaros divinos!
¿De qué lado
estoy en el camino?
Mujer tan
solo, soberana en el desierto
Vida, semilla
seca que brotará flores,
Multiplicando
en el bosque niñas de colores
Perfume al
fin, ¡eso somos!...
Y la vida,
divina majestad gritando:
¡Ábrete paso
mujer!
Es tu nombre
en la cumbre de una montaña
Es tu voz
sobre la roca que besa el mar,
La que
resucita en el aire los besos,
Como las olas
su cantar añejo.
Recién
despierto, es verdad
No adivinando
que otros pájaros estaban sin plumas
¡Qué irónica
es la vida!,
Pero hay que
sonreír a pesar de todo
La lluvia
besó todos los árboles,
La majestad
del rey transformó lo mustio en sonrisa,
El arco iris
mujeres, miremos entre todas lo divino
Se ha cruzado
como un mástil en mi boca,
Se ha hecho
curva, para colocar otra sonrisa
La esperanza,
sí, la esperanza del mañana
Como un
milagro ante nuestros ojos,
Para verte a
ti tan solo
Cuando te
tiñes de rojo
Y jugueteas,
Con la
cabellera pálida de las montañas.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
enero 12/15
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MUJERES
“Bienaventurada la poesía si calma la sed del hombre”
Mariette Mounier
Me
ha convocado un pecho
Una
herida reciente
Que
como un comején camina,
Y
se yergue en tu bosque perdido
Ahondando
lagos profundos de tristeza.
Mujer,
semilla que germinó
Don
de amores donde se fabrica la vida,
Revientan
polluelos en un trío mágico
Abrigados
en angostos caminos de oro y seda clara,
Y
al atardecer al sentir que la nostalgia se aleja,
Vuelan
garzas en grupo,
Corren
manadas de bisontes
Y
el berreo llama de nuevo a siembra de amores.
Y
tú, cofre que fue donado con gracia y hermosura
Para
que ahí se plante la semilla de la vida,
Sepultura
será el bosque ahora y siempre,
Cuando
al asomo de la tempranera lluvia
Un
beso de sol alumbre y resucite un desierto.
No
has cerrado los ojos…
Has
abierto tan solo la puerta grande
Más
allá de todos los soles,
Fábrica
de estrellas, de luces multicolores…
¡Ha
de ser que llora de nuevo una madre!
Cuando
riega con amor una orquídea
Antojándose
un arco iris
En
medio de tus montañas.
Y
se acelera en la primavera un aroma
¡Madre
mía!, tierra santa…
De
tus laderas soy, de tus esquinas
En
cada orillo de tus montañas
Cerca
de la roca inmovible,
Debajo
de una hoja pálida
Brota
la vida.
Se
parió una mujer…
¡Tan
bonita!...
¿Qué
será de ella?...
¡Será
madre!
La
más tierna mujer que brotó la tierra;
Se
volverá espiga en el llano
O
mirla blanca cantando versos de plata,
En
lo alto de una palmera.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 20/15
10-488-101
TEMA LIBRE
A
TI
A
ella, mariposa divina
Que
llenó mi jardín de alegrías
Y
ensombreció cualquier día
El
lago de una flor blanca,
Al
volar sin haber inventado el sol
Su
primer poema dorado,
Cual
cobija virtuosa y abrigadora
En
éste tiempo de lenta agonía.
A
las garcitas blancas y morenas
Que
desde el amanecer inundan el valle
De
blancas flores cual eterna primavera,
Se
van y regresan sin saber a dónde anidan,
Acomodando
el bosque a sus picos de oro
Donde
se juntan soportando sus dolores,
En
un solo pie, aferradas del gajo bondadoso
Que
guarda sus heridas.
Al
mar, varón por siempre
Que
regala al marinero un estero de sal
Donde
se quedan las aguas de mis ojos
Al
recordar ese amor que se fue
Para
nunca regresar.
Al
bosque, a la montaña, al árbol
Que
adivina tristes tardes
Entre
el lodo de la indiferencia,
Con
buitres de hierro que devoran con saña
Siendo
infieles a la tarea del amor
Y
el respeto debido a la creación.
Al manto celeste y blanco que se mueve
Arriba
con gracia y hermosura,
A
la luna y las estrellas.
Planeta
divino por donde desees verlo
¿Otro
sitio mejor hallaremos?
Ni
volviendo a nacer lo encontrarás
Por
ti se dobla mi frente y mis rodillas
Para
engrandecerme un tanto.
Por
tal motivo, al amor que le debemos
Canto
una oración, cual paloma en pastizal,
Esperando
la bondad del amor entregado
De
la mies como semilla que se esparce,
Y
del aroma de una flor que bendice el
valle
A
la vez con el don de la vida.
Amigos,
a Él… mi invisible amor
Por
quien todo lo apuesto ahora y siempre
Por
los siglos de los siglos,
Soñando
que habrá otro tiempo
Mejor
que ayer.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 20/15
(R) 10-488-101
(R) 10-488-101
PARTICIPACIÓN EN ANTOLOGÍA : MUJERES Y SUS PLUMAS II